
Costa-Gavras cuenta en ‘Desaparecido‘ la historia de un joven e idealista periodista norteamericano que desaparece de su domicilio en Santiago de Chile tras el golpe de Estado de Pinochet. Su mujer (Sissy Spacek) y su padre (Jack Lemmon) que se trasladan allí desde los Estados Unidos intentan averiguar su paradero y vivirán una auténtica odisea recorriendo las instituciones diplomáticas norteamericanas y tropezando con infinitas trabas burocráticas.
Estos días se han celebrado los 30 años de ‘E.T.‘ o ‘Blade Runner’, pero no queríamos dejar pasar por alto el treinta aniversario de una gran película como ‘Missing’ de Constantin Costa-Gavras. El filme transcurre durante los días posteriores al Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 donde el gobierno del Presidente Allende es derrocado por las fuerzas armadas encabezadas por el general Pinochet. Durante ese día a Charles Horman (John Chea) y Terry Symon (Melanie Mayron), una pareja de amigos norteamericanos que se encuentran en Viña del Mar, les sorprende el movimiento de tropas y el golpe de estado dejándolos incomunicados y sin posibilidad de volver a la capital.
Lo fundamental de esta película es la historia que tiene detrás, una historia que avanza al mismo ritmo que los acontecimientos que asolaron Chile. El personaje de Jack Lemmon cumple esa máxima de que para que un personaje valga la pena tiene que cambiar y tiene que apreciarse ese cambio. La película es apasionante precisamente por ello, por la transformación de ese personaje de clase media alta, votante (seguramente) republicano, al que le sale un hijo bohemio y rojillo. La tirantez entre Spacek (su nuera) y Lemmon va relajándose a medida que Lemmon se da cuenta de que aquello que él consideraba impensable ha ocurrido.
Posiblemente llega a la cumbre del cine político, duro y directo, pero a la vez emotivo y con una cercanía que provoca aún más indignación en el espectador. Y aunque este tipo de películas no creo que deban calificarse en función de su estricta calidad cinematográfica siempre es de agradecer que se concentren ambas cosas: auténtico cine y denuncia. El resultado así es mucho más efectivo.
Gran película donde vemos un Jack Lemmon en un papel poco habitual en su registro de comedia. Un padre coraje y atormentado por recuperar y saber de su hijo ante un gobierno que no le da una respuesta, toda una película de crítica política. Creo que la trama es sobre un hecho real.