
Ridley Scott traslada el universo Alien al año nuevo del 2094. La nave ‘U.S.C.S.S. Nostromo’ ahora es ‘Prometheus’. Han pasado más de treinta años, pero Scott sigue siendo un visionario del cine. Ha recreado un ambiente y atmósfera única en el planeta imaginario LV-223, donde encontramos criaturas alienígenas hostiles y hasta xenomorfos incluidos. Se trata de la expedición del fundador de la Corporación Weyland, que reúne fondos para la creación y lanzamiento de la nave científica Prometheus, en su afán por encontrar los orígenes de la humanidad. El comienzo demuestra su espíritu visionario: “Creo que quieren que vayamos a su encuentro”.
El director de ‘Blade Runner’ experimenta y funde dos géneros que conoce a la perfección, el terror y la ciencia ficción. Mientras que la trama de la película se desarrolla en los límites del terror, la puesta en escena futurista se logra con unos efectos visuales espectaculares. Scott emplea una imaginación enorme al rodar en 3D, pero esta efectividad no debe cegarnos de la historia que nos pretende narrar. Los efectos especiales consiguen eclipsar un guión que no desarrolla convenientemente a los personajes, con excepción clara de Michael Fassbender (‘Shame’), que impregna de una particularísima personalidad al androide David y Noomi Rapace, bien elegida como la Dra. Elizabeth Shaw.
A pesar de ello consigue mantener la tensión a lo largo de las dos horas que dura el filme. ¿Cómo lo logra? Pues implicándonos en la trama, haciéndonos partícipe de la intriga. Desde el principio nosotros también queremos “conocer a nuestros creadores, obtener respuestas”. El director británico capta nuestra atención y consigue que nos sobresaltemos en alguna que otra escena. ¿Suficiente? Quizás echamos de menos más imaginación, pero sin duda resulta un filme entretenido.
Se ha considerado a ‘Prometheus’ como la precuela de ‘Alien, el octavo pasajero’, pero la cinta de Scott explora su propia mitología y desarrolla sus propias ideas llegando a abordar cuestiones tan profundas como la evolución y la creación.
Aunque le falta el toque satírico de ‘Alien’, la historia desborda idealismo por cada fotograma: “Grandes cosas tienen comienzos pequeños” dice el androide David, Michael Fassbender, en un momento clave de la película. Pequeños impulsos narrativos al ritmo de la fascinante música de Marc Streitenfeld que nos sobrecoge y emociona a la vez.
Tal y como adelantamos en Macguffin007, gracias a un pase para blogueros organizado por Sensacine, pudimos ver antes que nadie la película más esperada del año.
Decepcionante film, incluso para un incondicional de Ridley Scott como yo. Una verdadera lástima, una historia pobre maquillada por un cúmulo de efectos visuales.
David es el mejor personaje de Prometheus, en mi opinión, el más inquietante. Fassbender me parece un gran actor, de lo mejor de los últimos años, que dota hasta lo que se supone «artificial» de una sensibilidad especial (el vídeo de presentación que hicieron del personaje me parece genial). Desde que le vi en la durísima ‘Hunger’, no deja de sorprenderme. Me ha gustado mucho tu blog, muy completo! Enhorabuena! 😉
Nos leemos!!