El desafío‘ (The Walk) está basada en la historia real de Philippe Petit, un joven soñador que se atrevió hacer lo imposible: recorrer de forma ilegal y sobre un cable, la distancia que separaban las torres Gemelas de Nueva York. Robert Zemeckis recrea de manera muy verosímil, con la ayuda de la tecnología 3D, la envolvente atmósfera, el peligro  y el vértigo que acompañan a esta historia real. ¿Pero quién era Philippe Petit?

El miércoles 7 de agosto de 1974, los transeúntes del bajo Manhattan se detuvieron bruscamente para presenciar un evento anómalo que rompía la vida cotidiana de los neoyorquinos. En el cielo vieron una figura desplazarse. No era un pájaro, tampoco un avión, y mucho menos Superman. Aquella gran algarabía montada a mitad de la calle se debía al temerario acto de Philippe Petit, un funámbulo francés que caminaba, a más de 400 metros sobre el suelo, encima de una cuerda floja que conectaba las partes superiores de las Torres Gemelas del World Trade Center.

 

Philippe Petit, nacido en la localidad francesa de Nemours en 1949, fue un artista callejero, equilibrista, monociclista y mago. A finales de la década de los sesenta, mientras acudía a una cita con el dentista, Petit leyó una revista en la sala de espera y encontró un artículo sobre el proyecto de construcción del World Trade Center en Nueva York. A partir de ese momento comenzó su obsesión con aquellas enormes torres. La primera vez que llegó a Nueva York para revisar las condiciones de las torres, se dio cuenta que la realidad era más dura y compleja que sus sueños e ilusiones:

«En el momento que salí del metro, mientras subía las escaleras, miré hacia las torres y sabía que ya no eran un sueño. Mi sueño había sido destruido inmediatamente. Imposible, imposible, imposible. Es claramente imposible caminar ahí, ¿por qué no había pensado en eso? Tengo que trasladar casi una tonelada de equipo, en secreto, sin que nadie se dé cuenta y subirlo de plataforma en plataforma durante varias horas. Es una misión claramente fuera de toda escala humana posible. Pero algo en mi interior sigue impulsándome.»

Petit exploró los edificios estudiando cómo acceder a aquel lugar. El equilibrista llegó a disfrazarse de todo. Desde un turista hasta trabajador de la construcción, pasando por arquitecto y periodista. Un día, mientras revisaba y estudiaba la zona, Petit se encontró con un hombre llamado Barry Greenhouse, que trabajó para el Departamento de Seguros del Estado de Nueva York en el piso 82º de la torre sur. Barry había visto actuar a Petit en París, y lo reconoció de inmediato. El francés decidió compartir sus planes, y el estadounidense accedió a participar como cómplice para facilitarle información sobre el interior de la torre.

Petit contrató a un helicóptero para tomar fotografías aéreas y llegó a construir un modelo a escala para estudiarlo concienzudamente durante las noches antes de caminar por la cuerda. También logró colarse en el techo de una de las torres. Entre sus cómplices estaban su novia Annie Allix, el fotógrafo Jim Moore, Francis Brunn (quien suministró dinero para el proyecto) y Jean-Louis Blondeau, cuyo apoyo logístico fue fundamental para llevar a cabo el plan.

Imágenes de "The Walk" de Robert Zemeckis
Imágenes de «The Walk» de Robert Zemeckis

Dos equipos, uno de los cuales fue dirigido por Petit, comenzaron la misión la noche del 6 de agosto –un día antes del gran “golpe”– y  colocaron la cuerda de un extremo a otro de las torres, además de dos cables estabilizantes. Éstos se colocaron de manera horizontal y perpendicular a la misma altura de la cuerda. Petit quería que la cuerda estuviera lista a las 6 de la mañana. No fue así. A pesar del retraso, el francés cruzó entre las torres ocho veces durante 45 minutos. En algún momento, él se puso de rodillas e incluso se recostó sobre el cable.

Como era de esperar, Petit y sus cómplices fueron detenidos, pero un juez indicó que si Petit ofrecía un espectáculo para niños en el Central Park de Nueva York, los cargos se retirarían. El francés estaba feliz de seguir la recomendación del juez y, días más tarde, realizó un nuevo acto de funambulismo sobre el lago Belveder. Su historia de amor con Nueva York continuó: realizó un paseo sobre la cuerda floja en el Lincoln Center, y se le regaló un pase vitalicio al observatorio del World Trade Center (que se encontraba en la torre sur). No tenía fecha de caducidad, pero lamentablemente la tragedia del 11-S impidió que el artista volviera a pisar sus queridos edificios.

Ahora les dejamos con este video sobre la hazaña y la figura de Philippe Petit. ¡Que lo disfruten!

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