
Poco ha tardado el director mexicano Alejandro González Iñárritu en estrenar nueva película después del éxito cosechado por ‘Birdman‘. En esta ocasión no hemos tenido que esperar los tres o cuatro años a los que nos tenía acostumbrados. Su regreso cinematográfico supone un giro de 180 grados respecto a su anterior trabajo y lleva por nombre ‘El renacido’, uno que volvió de entre los muertos, lo que nos puede dar idea del carácter épico de esta película.
Basada en hechos reales nos cuenta como en el salvaje oeste americano del siglo XIX, el trampero Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) resulta gravemente herido y es abandonado a su suerte por un traicionero miembro de su equipo, John Fitzgerald (Tom Hardy). Con la fuerza de voluntad como su única arma, Glass se debe enfrentar a un territorio hostil, a un invierno brutal y a la guerra constante entre las tribus de nativos americanos, en una búsqueda heroica e implacable para conseguir vengarse de Fitzgerald.
Iñárritu es un cineasta muy exigente consigo mismo y que busca de manera obsesiva la perfección. Su filmografía, inexorablemente unida al drama social, tiene esa aguda capacidad para retratar la complejidad de la condición humana en situaciones al límite. Su sexto largometraje no es ajeno a ello y alude por primera vez a un hecho histórico para volver a plantearnos de qué es capaz el hombre.
Sumergiendo al espectador en la incomparable belleza, misterio y peligros de la vida en la Norteamérica de 1823, la película indaga en la transformación de un hombre mientras intenta salvar su vida. El cineasta mexicano muestra la violencia que existe tanto en el ser humano como en la naturaleza, además de tratar temas como la moral y la redención. ‘El Renacido’ (The Revenant) explora los instintos primarios de búsqueda, no solo de la propia supervivencia, sino de la dignidad, la justicia, la fe y la familia.
Técnica y narrativamente es una película compleja. Sujeta a una delgada línea que compromete la credibilidad de una historia de supervivencia con tintes bíblicos. ‘El renacido’ no solo es una aventura épica de un superviviente, sino un viaje sensorial a través de una extraordinaria fotografía, una cautivadora banda sonora y de unos silencios, tan expresivos como sobrecogedores. Una película que detiene el tiempo para que el espectador se deleite contemplando como un copo de nieve cae en la lengua de los protagonistas o en una conversación alrededor del fuego.
La belleza visual y sonora es uno de los grandes aciertos de la película. El trabajo de fotografía de Lubekzi logra introducirnos en los parajes nevados de la cinta aportando un característico estilo, donde la cámara flota por el paisaje y a veces se acerca tanto, que hasta el propio aliento de los personajes se hace presente. La banda sonora acentúa aún más el gélido espectáculo visual mientras que Leonardo DiCaprio logra una interpretación excepcional, tan intensa físicamente como emocionalmente sincera. Digno candidato para ganar, por fin, el Oscar.
Una vez más Iñárritu encuentra la belleza en el dolor más profundo. En este sentido, ‘El renacido’ no deja de ser una consecuencia lógica en su trayectoria como cineasta. La asociación entre hombre y naturaleza es esencial en esta historia. También establece una dicotomía entre ilusión y realidad; brutalidad y civismo; serenidad y ambición. Una exploración tanto de la naturaleza salvaje como de la propia naturaleza humana. Una película cruda, pero profundamente espiritual. Genuinamente americana por su carácter fronterizo. Una gran aportación al cine, donde Iñárritu se acerca bastante a la perfección, a pesar de un duelo final tan convencional.
Qué suerte que ya la habéis visto. Muchísimas gracias por la crítica. Yo iré a verla y llevo unas altas expectativas!!! 🙂