Alta Fidelidad‘ se erige en el mundo del cine como una pequeña cápsula dentro de la cual no solo se encuentra el espíritu de una generación sino también la esencia del pensamiento masculino. La película, dirigida por Stephen Frears, muestra la vida de Rob Gordon, un hombre en sus treinta, dueño de una tienda de vinilos casi en quiebra localizada en algún recóndito lugar de Chicago, al que su novia acaba de dejar y que tratará de superar la ruptura revolviendo en los recuerdos de sus relaciones pasadas, para intentar comprender por qué siempre termina en la misma situación.

Son muchas las películas que intentan explorar lo que pasa por la cabeza de hombres y mujeres. Ejemplos como ‘¿Qué les pasa a los hombres?’ o ‘¿En que piensan las mujeres?’ tratan de dar la respuesta a esta gran incógnita sin mucho éxito, cayendo en clichés extendidos en la sociedad que tienen mucho que envidiar a la sinceridad de esta adaptación de la novela de Nick Hornby.

Junto a él en la tienda trabajan Dick y Barry, interpretados por Todd Louiso y Jack Black, sus dos amigos con los que se pasa la vida realizando listas de “las cinco principales”, desde las cinco canciones principales para un lunes por la mañana a las cinco principales sobre la muerte, o en el caso de Rob, las cinco rupturas principales, que nos cuenta a través de flashbacks que ayudan a entender la mentalidad del personaje con respecto al amor.

John Cusack en "Alta fidelidad"
John Cusack en «Alta fidelidad».

“Les da igual que los niños escuchen miles de canciones sobre sufrimiento, rechazo pérdida, miseria y dolor, ¿Escuchaba música pop porque estaba deprimido o estaba deprimido porque escuchaba música pop?”. Con esta reflexión Rob nos presenta a la que será su gran co-protagonista en esta historia: la música. La película está plagada de referencias musicales, constituyéndose como un homenaje a la música pop.

El protagonista, interpretado maravillosamente por John Cusack, habla directamente al espectador, rompiendo la cuarta pared; un recurso que se ha podido observar últimamente en personajes como el interpretado por Kevin Spacey en la serie House of Cards o el de Joseph Gordon-Levitt en ‘El Desafío (The Walk)’.

Y es así, entre reflexión y reflexión sobre el amor, la humillación, la soledad, el miedo y el compromiso como el protagonista deja de ser un adolescente para convertirse en un adulto altamente fiel a su colección de vinilos.

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