
Michael Bay, director de la famosa saga ‘Transformers’ y especializado en películas de acción, llega a nuestras carteleras con su nueva película ‘13 horas los soldados secretos de Bengasi‘, que narra el ataque terrorista al consulado de Estados Unidos en Bengasi (Libia) el 11 de Septiembre de 2012. La acción se desarrolla durante las 13 horas en las que el equipo especial de fuerzas de rescate tuvo que actuar.
Uno se teme lo peor nada más leer la sinopsis porque todos conocemos la mentalidad estadounidense y lo mucho que les gusta hacer películas en las que ellos sean los héroes, y los extranjeros sean malas personas que lo único que quieren es matar a americanos. Pero es que ni aún yendo con esas expectativas uno se puede imaginar lo tremendamente manipuladora, fascista, racista y machista que es esta película. Lo gracioso es que no parece ser consciente de ello.
Lo supuestamente trepidante que son las escenas de acción, no se puede decir que estén mal rodadas, pero sí montadas de forma caótica, sin ningún tipo de orden. Y eso, obviamente, despista. Por no hablar del habitual y excesivo uso que hace Bay de las explosiones, los choques, las persecuciones y los disparos que lo único que consiguen es aturdir e inintencionadamente restan importancia a lo que se nos está contando. No estoy diciendo que deba prescindir de ellas, pues ’13 horas los soldados secretos de Bengasi’ es una película bélica y naturalmente tiene que haber de todo eso que he mencionado, pero sí debería controlarse y dejar de intentar hacer un espectáculo recreándose en la nada.

Y a pesar de que esas escenas de guerra aburren soberanamente, lo que más molesta y me irrita son algunos diálogos que sacan a relucir un mensaje moralmente despreciable. La película entera es un manifiesto sobre lo grande que es América y los americanos, defendiendo que la vida de un estadounidense es mucho más valiosa que la de un libio. También lamentable el papel que juegan las mujeres en la película. Una de ellas, es agente de la CIA, y su único papel es ser la chica de los recados y suministrarles a los hombres agua y comida cuando están en mitad de un ataque. Todo esto con algún diálogo lamentable que le hace quedar en ridículo delante del protagonista masculino dejando claro que ella es inferior a él.
Por si fuera poco, a Michael Bay no se le ocurre otra cosa que meter (con calzador) las relaciones que mantienen los soldados con sus familias a distancia. Lo que le faltaba a esta película para ser ya directamente impresentable es la sensiblería típica americana, y lo añade en varias escenas que provocan risas involuntarias y vergüenza ajena. Hay una en concreto especialmente sonrojante en la que todos los soldados recuerdan lo muchísimo que quieren a sus hijos y que nos hace ver que son hombres buenos y, sobre todo, muy americanos, que están dispuestos a dar su vida por su país.
No puedo decir absolutamente nada bueno de este despropósito. ’13 horas los soldados secretos de Bengasi’ es una película que me aburre enormemente (hace honor a su título; son dos horas y media que parecen trece) y lo peor de todo, me enfada. Es increíble que en pleno siglo XXI se haga este tipo de productos en los que se da a entender que la mujer es inferior al hombre y en los que se manipula de tal forma la guerra en favor de los americanos. Detestable.