
El sexo y la muerte son dos elementos presentes en los thrillers eróticos. En este tipo de cine no pueden faltar horrendos crímenes, investigaciones policíacas y la femme fatal. Muy vinculadas al cine negro, estas películas nos muestran temas como la obsesión, la decepción o la venganza.
Los años 80 y 90 fueron las décadas por excelencia para la producción de estas películas que combinan suspense con una fuerte carga sexual. Los thrillers eróticos no siempre han sido amables con sus personajes femeninos, ya que en algunas películas son castigadas constantemente. Aún así, el papel de la femme fatale les ofrece a veces a las actrices la oportunidad de vengarse de la figura patriarcal que las oprime.
Si te gusta este género que mezcla suspense con erotismo, te invitamos a no perderte ninguna película de las que exponemos en la siguiente lista. Diez grandes thrillers eróticos que, según el British Film Institute, no podemos dejar de ver.
1. – Vestida para matar (1980) Dir. Brian De Palma
Brian De Palma es el maestro de lo inmoral. Su cámara ama la carne femenina, incluida la película de terror adolescente Carrie (1976); la de temática pornográfica Doble cuerpo (1984); y la impresionante Passion (2012). La manera lasciva en la que De Palma trata los pechos desnudos de Angie Dickinson en Vestida para matar (1980) en la secuencia inicial no es una excepción. En la película, una misteriosa rubia asesina brutalmente a una ama de casa y comienza a acechar a la prostituta que fue testigo del crimen. Michael Caine y Nancy Allen despliegan una actuación comprometida con el gore que De Palma toma prestado del cine B de bajo presupuesto.
2. – Fuego en el cuerpo (1981) Dir. Lawrence Kasdan
Fuego en el cuerpo tiene lugar en una serie de sofocantes noches de verano. Fue el primer papel protagonista de Kathleen Turner al dar vida a Matty Walker, papel que definiría el resto de su carrera. Aquí interpreta a una deslumbrante mujer casada que manipula a su amante para que asesine a su millonario esposo, unos años mayor que ella. “Tú no eres muy inteligente, ¿o sí? Me gusta de eso en un hombre”, ronronea seductoramente al abogado del pueblo, interpretado por William Hurt. Algunos elementos de la trama provienen de la película de cine negro de 1944, ‘Perdición‘ (Billy Wilder), aunque Kasdan actualizó la historia con rasgos de la década de los ochenta como la prolífera desnudez, cabello abultado y una banda sonora cargada de saxofones.
3. – Matador (1986) Dir. Pedro Almodóvar
Matador gira alrededor de tres personajes: un torero retirado prematuramente debido a una cogida con un fetichismo por la muerte, un estudiante sin experiencia sexual, y una abogada con una violenta fijación sexual. Cuando el estudiante (Antonio Banderas) confiesa el asesinato de varias prostitutas en un intento por aliviar su culpa, la abogada (Assumpta Serna) es llamada para representarlo, lo que la posiciona en la orbita del torero (Nacho Martínez). Hacer el amor y matar en el último instante es lo más parecido al inefable placer de una tarde en la plaza de toros. Un baile de sexo y muerte comienza, presentado en el tono típico de humor negro de Pedro Almodóvar.
4. – La última seducción (1994) Dir. John Dahl
Linda Florentino interpreta a Bridget Gregory, una femme fatale brillante y calculadora con un as bajo la manga. Bridget escapa con 700.000 dólares, fruto del lavado de dinero, cuando su esposo (y compañero de crimen) la abofetea en un incidente doméstico. Ella termina en un pueblo pequeño al norte de Nueva York, donde conoce a Mike (Peter Berg) en un bar. Es cuando planea su venganza usando su sexualidad para convencer a Mike de que sea su cómplice. Bridget es una mujer liberal que solo podría existir a finales del siglo XX –con un individualismo retorcido que la hace mucho más cruel que las femme fatales que llegaron antes que ella.
5. – Eyes Wide Shut (1999) Dir. Stanley Kubrick
Desde las brillantes luces que adornan las calles de Nueva York en Navidad hasta el costoso abrigo de Tom Cruise, todas las superficies en Eyes Wide Shut denotan riqueza. Cruise interpreta a Bill Hartford, un doctor que termina en un espiral emocional cuando su esposa Alice (Nicole Kidman) confiesa que ha fantaseado con tener relaciones con otro hombre. La crisis existencial de Hartford lo lleva hacia una sociedad secreta que hace de anfitrión de una extraña orgía de máscaras. Ayudado únicamente por la iluminación cálida y granulada de una cámara de 35mm, el estudio de Stanley Kubrick sobre la infidelidad tiene una calidad de ensueño que la separa de sus contemporáneas.
6. – En carne viva (2003) Dir. Jane Campion
Un atractivo policía (Mark Ruffalo) es llamado para investigar la extremidad seccionada que ha sido encontrada a las afuerad del apartamento de Frannie Avery (Meg Ryan). Muchos se sintieron incómodos viendo a la chica dorada de las comedias románticas en un papel intensamente sexual. Es difícil saber si se debió al contenido explícito, el subtexto político posterior al 11-S, o a la narrativa no lineal que desconcertaba a la audiencia. De cualquier forma, En carne viva ha mejorado con los años. Jane Campion toma ventaja de la química entre Ryan y Ruffalo describiendo la fragilidad del placer femenino en una forma intensamente erótica.
7. – Swimming Pool (2003) Dir. François Ozon
La cinta de misterio de François Ozon gira alrededor de una novelista británica. Cuando Sarah (Charlotte Rampling) se muda a la casa de campo de su publicista en Francia para trabajar en su última novela criminal, su santuario se ve interrumpido por la llegada de una atractiva mujer llamada Julie (Ludivine Sagnier). La presencia de Julie (que aparece desnuda constantemente) resulta una gran distracción para la madura Sarah que cede a ciertas fantasías voyeristas –lo que la provee de mucho material jugoso para su novela. Cuando un cadáver aparece en la piscina, las cosas empeoran aún más.
8. – Lust, Caution (2007) Dir. Ang Lee
El drama de la Segunda Guerra Mundial de Ang Lee es tanto espionaje como erotismo. En Shanghai (y, posteriormente, Hong Kong) durante la ocupación japonesa en China, la espía comunista Wong Chia Chi (Tang Wei) tiene la misión de seducir y matar al señor Yee (Tony Leung), un hombre de negocios que trabaja para el gobierno japonés. La seductora se vuelve la seducida y una apasionada aventura tiene lugar, retrasando cualquier complot político. La película se beneficia de la lentitud para enfatizar las texturas de los elementos más sensuales.
9. – Stoker (2013) Dir. Park Chan-wook
El gótico sureño se encuentra con el suspense en el debut en inglés del director coreano Park Chan-wooks. India (Mia Wasikowska) es una adolescente amante de los libros cuya vida tranquila se ve sacudida por la aparición de su encantador tío Charlie (Matthew Goode). Su presencia enaltece la hipersensibilidad de India al mundo que la rodea y provoca un despertar erótico. Aunque India no es la única cuyos sentidos se verán afectados por la presencia de Charlie. Su mentalmente inestable madre, Evie (Nicole Kidman), también intentará competir contra su hija por el cariño del tío Charlie.
10. – El desconocido del lago (2013) Dir. Alain Guiraudie
‘El desconocido del lago’ de Alain Guiraudie no solo es un magistral ejemplo de contención del suspense, sino una película que explora sin miedos en lo más hondo de nosotros mismos. A tal fin, se vale de una embriagante fotografía y un sonido expresivo fuera de lo común. El resultado no puede resultar más satisfactorio. Los personajes poseen una dimensión psicológica que va más allá de los convencionalismos en este tipo de historias. Triunfa el amor, pero también la muerte, y, sobre todo, el deseo por encima de cualquier resquicio de culpabilidad. Es inevitable encontrar reminiscencias a clásicos del suspense como ‘Un lugar en el sol’ (1951). El miedo, el amor, el deseo y la incredulidad gravitan libres de cualquier coacción.
Añado «Unfaithful», que hoy en día está en Prime Video. Seducción, una aventura, asesinatos…
Excelente
¡Muy interesante la lista!
Stoker tiene un flojo guion y la película se salva por Chan-wook Park. Me apunto algunas que no conocía 😉
Eyes Wide Shut me pareció un gran epitafio cinematográfico del magnífico Stanley Kubrick.