
‘Fatima‘ dirigida por Philippe Faucon cuenta las experiencias de una familia musulmana en Francia, una madre, que no conoce el idioma, y sus dos hijas. El guión se basa en la novela autobiográfica ‘Prière á la lune’ (Rezar a la luna) escrita por la marroquí Fátima Elayoubi y la película fue la clara ganadora este año de los premios Cesar del cine francés.
La historia se basa en el día a día de una madre que lucha por dar un futuro prometedor a sus hijas enfrentándose a la discriminación del país en que reside, los prejuicios de su propia cultura y la sociedad a la que pertenece. Fatima trabaja como limpiadora en múltiples empleos, tratando de ganar todo el dinero que puede para pagar las necesidades de sus hijas, la mayor acaba de entrar en el primer curso de medicina en la universidad, la pequeña está aún en el instituto.

Ambas hijas tienen roles totalmente opuestos, la mayor apoya a su madre y es consciente del esfuerzo que esta hace por ellas, y trata de recompensárselo aplicándose en sus estudios. El hecho de que sea universitaria despierta la envidia de las vecinas del barrio que comienzan a acusarla de creerse superior y se inventan rumores sobre ella. Por el contrario, la hija menor odia la situación en que se encuentra su familia y lo paga con Fatima con peleas constantes llegando a tacharla de ignorante y de mula por el exceso de trabajo. Claro reflejo del choque entre las culturas musulmana y occidental y el drama inmigrante, algo que el cine francés ya nos tiene acostumbrado con obras como ‘Girhood‘ y la ganadora en 2015 de la Palma de Oro en Cannes, ‘Dheepan‘.
‘Fatima‘ muestra las dificultades de adaptación de una familia musulmana en Francia de una forma, tal vez más suave de lo que cabría esperar, y con una visión muy optimista e inspiradora que invita a la acción. La propuesta abarca muchas pequeñas tramas, muchos aspectos que proyectan de forma amplia y concisa los problemas que se representan, pero que a su vez hacen que el filme pueda parecer inconcluso. Es admirable la sencillez y honestidad con la que se cuenta la historia, sin aditivos, un pedazo de realidad que servirá para que muchos hagan una primera toma de conciencia con el problema.