
Maggie’s Plan es el quinto largometraje como directora de Rebecca Miller, cineasta asentada en el cine independiente americano y responsable de títulos como ‘La balada de Jack y Rose’ o ‘Intimidades’. En esta ocasión, nos sitúa en la ciudad de Nueva York, donde Maggie, una mujer de unos treinta años, está totalmente decidida a tener un hijo por inseminación artificial ya que sus parejas nunca duran más de seis meses y siente la necesidad de ser madre. Teniendo ya al donante ideal, aparece en su vida un compañero de trabajo del que se acaba enamorando.
Mediante esta premisa, la película se divide en dos partes muy diferenciadas en tono. Durante la primera media hora hay ecos al cine de Woody Allen y de Noah Baumbach. Es una comedia con diálogos inteligentes e ingeniosos que resultan tan agradables como eficaces. La segunda parte de la película, y la que ocupa más extensión dentro del metraje se sitúa en un territorio intermedio entre la vis cómica anteriormente mostrada y ligeros toques dramáticos. Viene precedida por una torpe y mal ejecutada elipsis, pero el humor y las buenas ideas no se pierden por completo.
Es cierto no consigue ser tan divertida como el principio, pero la trama está hábilmente elaborada, y los personajes lo suficientemente bien construidos como para que la película no se venga abajo. Los conflictos de los tres principales quedan perfectamente retratados desde el principio, y también sus objetivos (cambiantes a lo largo del metraje). En su aparente sencillez se esconde una psicología compleja.

Si hay algo que sobresale en Maggie’s Plan es su reparto, y especialmente Greta Gerwig, que vuelve a ofrecer una lección impecable de cómo abordar un papel cómico. Es su carisma y su excelente interpretación rica en matices lo que elevan a la película por encima de la mayoría de comedias indies estadounidenses. De hecho, cuando Miller se centra en el punto de vista de su personaje es donde nos encontramos con los momentos más memorables de la película. También Ethan Hawke, resulta plenamente convincente y se maneja con gran habilidad tanto en la comedia como en el drama. Por otro lado, Julianne Moore siempre es una actriz solvente aunque aquí no destaque tanto por tener mucho menos tiempo en pantalla que sus compañeros.
‘Maggie’s Plan’ es una comedia independiente llena de buenas ideas, y que pese a un final bastante forzado y prescindible, y alguna decisión de dirección discutible, regala secuencias realmente divertidas. Una agradable sorpresa.