
‘El día más feliz en la vida de Olli Mäki‘ de Juho Kuosmanen es considerada para muchos una de las sorpresas cinematográficas del pasado año. Esta ópera prima le ha valido al director finlandés el premio Una cierta Mirada del Festival de Cannes. Una de las mejores películas de cine nórdico que no habría que perderse este año.
La película retrata un pasaje real en la vida del famoso boxeador finlandés Olli Mäki. En el verano de 1962 tuvo la oportunidad de hacerse con el título de campeón del mundo de boxeo en la categoría de peso pluma. Como el propio Mäki le manifestó a Kuosmanen “Fue el día más feliz de mi vida.”. Pero su dicha no estaba en la posibilidad de ganar un título mundial de boxeo. Lo que realmente le hacía feliz era el estar profundamente enamorado.
Este hecho es lo realmente interesante de la original propuesta de ‘El día más feliz en la vida de Olli Mäki‘. La presentación de un boxeador inesperado para el espectador acostumbrado a personajes rudos, heróicos y ambiciosos. En realidad Olli Mäki carece de una necesidad de éxito que exaspera a su representante. Es de ese tipo de personas que no encuentran satisfacción apretando manos de famosos o personas exitosas. Y aunque no le falta interés por url histórico combate, para él es más importante disfrutar de la felicidad que le produce estar junto a Raija.
‘El día más feliz en la vida de Olli Mäki’ no se trata de una cinta de boxeo al uso. Desprovista de estoicos combates, lo realmente importante en la película es la historia de amor. El foco se asienta en los sentimientos de un boxeador a punto de enfrentarse a su combate más importante: consolidar la relación con su enamorada. Y ganó por K.O., porque en la actualidad Olli sigue casado con Raija.
Rodada en blanco y negro y en 16mm a el filme sólo se le puede reprochar un desarrollo demasiado lento. El conflicto se presenta de una manera tan tibia que cuesta conectar con la trama. Sin grandes diálogos ni actuaciones memorables, pero con una cuidada fotografía. ‘El día más feliz en la vida de Olli Mäki‘ es de esas películas que gustan más al tiempo de su visionado. Una cinta que deja buen gusto.