
La Berlinale 2017 ya llega a su fin con la novena jornada, donde se pudieron ver las últimas dos películas a competición, la china ‘Have a Nice Day’ y la rumana ‘Ana, mon amour’. También, fuera de competición, el esperado blockbuster ‘Logan’.
Have a nice day (China). Dir. Liu Jian
No suele ser habitual encontrarse con películas de animación en la sección oficial de un festival, pero a veces hay excepciones como ya lo fue en este mismo certamen ‘El viaje de Chihiro’ (Oso de oro), o recientemente en Venecia, la también laureada ‘Anomalisa’. ‘Have a Nice Day’ es una película que se aleja de la animación convencional, tanto por temática como por los duros trazos de los dibujos.
La película, bajo una trama sencilla en la que varias personas entrarán en conflicto por una mochila con un millón de yuanes, traza una crítica al capitalismo, a la par que refleja la sociedad con multitud de referencias a la cultura pop. Se puede oír el discurso triunfal de Donald Trump, ver carteles de ‘Rocky’ y homenajes a ‘Pulp Fiction’, entre otras muchas cosas. Por otro lado, la animación, cuidadísima, contrasta por un buscado estatismo en sus personajes, logrando una propuesta sólida y diferente.
‘Have a Nice Day’ divierte con un negro sentido del humor, y gracias a su escaso metraje, funciona con un ritmo frenético.
Ana, mon amour (Rumanía). Dir. Călin Peter Netzer
En 2013 Calin Peter Netzer ganaba el Oso de Oro por la brillante ‘Madre e hijo’, cuatro años después lo vuelve a intentar con su última película, ‘Ana, mon amour’, sobre la relación de dos amantes. Había muchas expectativas, quizá demasiadas, porque aunque no se trate de una película desdeñable, sí fue una decepción considerable. El rumano en esta ocasión teje una historia muy alejada por temática y estilo de su anterior obra, cruzando líneas temporales y dejando paso a ligeros toques cómicos.

El principal problema de ‘Ana, mon amour’ se sitúa en una relación mal planteada, en la que resulta difícil entender el porqué de su origen. Por mucho que se empeñe en mostrar el cariño, respeto o amor que siente el protagonista hacia Ana, mediante las imágenes no logra transmitirlo. El personaje de ella se queda corto en profundidad y matices. Netzer se centra en la figura masculina olvidando que la femenina también es una parte importante de su película. El esfuerzo de los actores, en especial de un estupendo Mircea Postelnicu, y determinados momentos evitan que la película no se derrumbe.
‘Ana, mon amour’ explora las relaciones de pareja, pero lo hace de una forma algo caótica, sin dejar que se sienta empatía o interés hacia lo que sufren sus protagonistas. Supone un pequeño bache en la carrera del director, que esperemos que vuelva al nivel de aquella gran película de 2013.
Logan (USA). Dir. James Mangold
Probablemente la película más mediática que se presentaba en este festival. La enésima entrega de los X-Men, esta vez desde un nuevo universo. Lobezno, ya retirado, decidió no volver a utilizar sus poderes tras los acontecimientos sucedidos en ‘X-Men: días del futuro pasado’. Sin embargo, cuando una malvada organización decide utilizar a los mutantes que quedan para convertirlos en armas para su propio beneficio, Lobezno deberá volver a usar sus garras.
En un mundo en el que los superhéroes ocupan gran parte de la cartelera y de la atención de los medios cinéfilos, somos pocos aquellos que no disfrutamos con este tipo de cine. ‘Logan’ no es una excepción para quien escribe esto. La narrativa en la que todo vale, y en la que la lógica interna no supone una preocupación para sus admiradores, es algo característico de este tipo de películas. ‘Logan’ tiene un tono más elevado que la mayoría de ellas, pero en esencia, no deja de ser lo mismo de siempre. El retrato del personaje de Lobezno, interpretado por Hugh Jackman, por mucho que se intente en desvelar la cantidad de aristas que tiene, es de lo más plano. Y los nuevos personajes que aparecen tampoco corren mejor suerte. La relación entre los dos mutantes, está mal construida, pasando de la indiferencia más absoluta al amor más profundo.
Todo está al servicio de la espectacularidad visual, dejando a un lado lo que realmente importa. Lo peor es que pretende emocionar con un final que, por sensiblero, se vuelve ridículo. Esta es una opinión impopular, pues sin duda, la mayoría de los fans de los blockbusters que se acerquen a este producto probablemente lo disfruten. Toda para ellos.
Inmates (China). Dir. Ma Li
En las antípodas de la anterior película reseñada, ‘Inmates’, un documental chino de cinco horas sobre los pacientes de un hospital psiquiátrico se estrenaba en la sección Forum, dedicada a un cine más experimental. La directora Ma Li explora una realidad que mucha gente desconoce, y se pone del lado de los pacientes a través de una mirada ficcionada. A lo largo de cinco horas de narración, ‘Inmates’, por momentos es un brutal reflejo de la sociedad china. Otras veces, no acierta tanto, excediéndose ligeramente en diálogos.
Es difícil al estar tan dilatado el metraje mantener el nivel de interés, y la película, sin duda es irregular, pero regala situaciones difíciles de olvidar. Algunas de sus imágenes será imposible borrarlas de la memoria. Ma Li con cámara fija y planos largos, permite al espectador introducirse en ese hospital, plasmado en pantalla con un color apagado, dando una idea visual cercana al blanco y negro para transmitir la soledad y el desamparo de sus internos.
‘Inmates’ es una experiencia cinematográfica, y tiene la virtud de hacer que el espectador se adentre en sus poderosas imágenes hasta perder la noción del tiempo.
Un palmarés coherente, justo y repartido
La húngara ‘On Body and Soul‘ ha ganado el Oso de Oro en la Berlinale 2017 y también el premio FIPRESCI que otorga la crítica especializada. Una película muy divertida e insólita que trata el amor y la soledad entre dos personas que no encajan en la sociedad. Una propuesta singular que ha convencido al jurado presidido por Paul Verhoeven. Sin duda, un premio muy merecido para una de las mejores películas que hemos visto este año en el festival alemán.

El palmares de esta 67ª edición ha estado muy repartido y tres osos de plata se han ido fuera de Europa, en concreto a Corea del Sur con ‘On the beach a night alone’, a Chile con la ‘Una mujer fantástica’ y a Senegal con ‘Félicité’. No olvidaremos el comportamiento de Kaurismäki al recibir su Oso de Plata al mejor director, ya que el finlandés ni se levantó a recoger el premio (?) y tuvo que ser un miembro del jurado quien se lo acercará a la butaca. Quizás lo más cuestionable sería el Gran Premio del Jurado y el Alfred Bauer, cuyos títulos ganadores son más que discutibles para estar en un palmarés de la categoría de este festival. Tal vez películas como la animación china ‘Have a nice day’, la brasileña ‘Joaquim’ o la portuguesa ‘Colo’ hubieran merecido mejor suerte que las mencionadas anteriormente.
Resaltar el éxito de la película española ‘Verano 1993‘ dirigida por la catalana Carla Simón que ha recibido dos premios en la Berlinale: GWFF Mejor Opera Prima y el Gran Premio del Jurado Internacional de Generation KPlus (ex aequo con la coreana Becoming who I was).
- Oso de Oro: On body and soul (Hungría) de Ildikó Enyedi.
- Gran Premio del Jurado: Félicité (Senegal) de Alain Gomis.
- Premio Alfred Bauer: Pokot (Spoor) de Agnieszka Holland.
- Oso de Plata Mejor Dirección: Aki Kaurismäki por The other side of hope.
- Oso de Plata Mejor Actor: Georg Friedrich por Bright Nights.
- Oso de Plata Mejor Actriz: Kim Minhee por On the beach a night alone.
- Oso de Plata Mejor Guión: Una mujer fantástica (Chile) de Sebastián Lelio.
- Oso de Plata Mejor Contribución Artística: Ana, mon amour (Rumanía) de Calin Peter Netzer.
Podéis consultar la lista de galardonados en la página oficial de la Berlinale. Hasta la próxima edición.