
‘No sé decir adiós‘ es una de las primeras sorpresas del cine español este año. La ópera prima de Lino Escalera ha llamado la atención de público y crítica en el Festival de Málaga. Un desgarrador largometraje sobre la enfermedad y las relaciones familiares con actuaciones sobresalientes.
La enfermedad de un padre hace que una familia se reúna. A priori la base de un guión bastante previsible y muy manido en el cine actual. Sin embargo, Pablo Remón junto a Escalera configuran una narración muy atractiva sobre tres pilares muy interesantes: la familia y sus miserias, las diferentes perspectivas frente a la enfermedad y la desilusión personal.
En lo que destaca sobremanera ‘No sé decir adiós‘ es en unas magníficas actuaciones. Juan Diego hace una interpretación excepcional de un padre rudo y hermético en sus últimos días. Uno de esos hombres educado en el sacrificio y marcado por la vida, viudo precoz. Una actuación con la que ha ganado la Biznaga al mejor actor secundario del Festival de Málaga. El último premio de la numerosa lista de galardones de uno de los mejores actores españoles, pero con seguridad no el único en reconocimiento a una talentosa actuación. Oiremos seguramente su nombre en Los Feroz y en Los Goya.
Lola Dueñas como siempre efectiva. La viva imagen de la hermana que permanece en la ciudad natal, con sueños enterrados bajo capas de convencionalismo y responsabilidad. Muy creíble en su ansia por recuperar el tiempo perdido. Reflexiva, sosegada y soñadora, tan diametralmente opuesta a su hermana en la ficción que no deja espacio al entendimiento. Personalidades muy diferentes que en momentos de crisis simplemente chocan.
Mención aparte merece Nathalie Poza que destaca en el papel más complejo de la película. Interpreta a la hija que dejó a la familia atrás y ahora se ve obligada a volver a enfrentarse a ellos. Una huida que tampoco le ha dado grandes satisfacciones, salvo profesionalmente. Con adicciones que la llevan al límite y complican su día a día además de un temperamento colérico y atormentado. Uno de esos personajes complejos en los que solo una buena actriz como Nathalie puede brillar.
Puede que al leer la sinopsis de ‘No sé decir adiós‘ el posible espectador piense que es más de lo mismo. Nada más lejos de la realidad. Se trata de una cinta que invita a la reflexión por los temas que trata y la forma en que lo hace. Cruda y en ocasiones perturbable, tiene unos toques de humor muy oportunos que rebajan la intensidad. Un estupendo debut en el largometraje de Lino Escalera.
Quizás a todo el que recomienda esta película se le escapó el año anterior la estupenda «Todo saldrá bien». Exactamente con la misma trama y situaciones calcadas, por no hablar de los paisajes.
Un parecido demasiado parecido.