
La animación es un género que ha sido monopolizado en la industria por un estudio en particular: Disney. Los referentes de este estudio han cimentado un trayecto considerable de historias para grandes y pequeños, con historias alternas de los cuentos clásicos de los hermanos Grimm, entre otras.
Hablar del éxito de Disney tiende a asociarse con un genio congelado y con miles de leyendas urbanas que desvirtúan el verdadero ensayo y error de esta empresa que comenzó con el pie izquierdo. Vamos a enfocarnos en la historia de un fanático de los animales de una granja: Walt Disney.
¿Quién fue Walt Disney?
Walter Elias Disney fue un niño que nació en Chicago y vivió sus primeros años en un ambiente familiar severo debido a las exigencias de su padre. Apoyado desde temprana edad por su madre y hermano menor Roy, Walter ya tenía interés por el dibujo y el arte. En 1906 se muda a una granja en Illinois, Minnesota, lugar donde recrea animales de su entorno y produce los primeros bosquejos de Goofy y Donald.
Su padre tenía varios empleos informales, trabajaba como carpintero, plomero y otros oficios, mientras que él intentaba vender algunos de sus dibujos. No sería hasta 1909 cuando su padre vendió la granja y matricularía a Walter el Instituto de Arte de Kansas City, espacio que lo acercaría a uno de los inventos más sorprendentes de aquella época: el cine. Pasaron algunos años y el dibujante falsificó su partida de nacimiento y decidió ir a prestar servicio a la Primera Guerra Mundial como conductor de ambulancias.
Publicidad e intentos fallidos
Luego de haberse licenciado, Walt regresa a vivir con su hermano Roy a Kansas donde intenta obtener un puesto en el periódico Kansas City Star, no queda con el puesto, pero obtiene una oportunidad como caricaturista en la agencia de publicidad de Pesmen-Rubin Commercial, lugar donde empezaría a ganar experiencia y conocería a su futuro socio y amigo Ub Iwerks.
Ambos intentar fundar su propio estudio, más todo se resumiría en cuentas por pagar y deudas a largo plazo. En su principio fundaron la Disney Commercial Artists que no duró más que un mes. Tiempo después, Disney conseguiría una cámara prestada y montaría junto a Iwerks un modesto estudio en su garaje donde produce su primer corto animado.
Iwerks y Disney se plantearon empezar un negocio más serio y fundaron otro estudio con el apoyo de ciertos inversores, el cual llevó el nombre de Laugh-O-Gram Films. Con un modelo más claro de negocio, creyeron que podrían llegar lejos, hasta que su principal cliente iría a la quiebra al igual que ellos.
No sería hasta 1923 cuando Walter y su hermano Roy, se asocian para crear Disney Brothers Studio en Hollywood. En 1926 el estudio cambiaría su nombre a Walt Disney Studio.
Oswald el personaje robado
En 1927, Walt firma el primer contrato con Charles B. Mintz y George Winkler (Universal Studios), para producir una serie de cortometrajes animados de un nuevo personaje: Oswald el conejo afortunado. El personaje protagonizó alrededor de 26 cortos y a pesar de su éxito fue la primera gran pérdida para Walt Disney, dado que Universal Studios conservó los derechos luego de su éxito, “Trolley Trobles”.
Oswald, se volvió un éxito en materia de popularidad y mercadotecnia. No sería hasta 1928 cuando Walt Disney crea a Mickey Mouse inspirado en una rata que solía ver cuando trabajaba como publicista en un periódico. Cabe destacar que en su principio, el ratón se iba a llamar Mortimer Mouse y gracias a la sugerencia de su esposa se transformó en Mickey Mouse.
Los siguientes años fueron una época de experimentación para los estudios de Disney. El éxito que generaba Mickey empezaba a ser una marca en el ámbito de la animación, sin embargo, no resultaba suficiente para mantener al estudio. Entre 1929 y 1939, Disney lanza una serie de cortometrajes animados con el título de “Silly Symphonies”(Sinfonías Tontas), donde empieza a utilizar personajes alternos a Mickey y a contar historias desde una perspectiva simple.
Hasta 1935 la serie de cortos no tuvo mucho éxito, dado que no tomaba personajes icónicos para la época. Para aquel entonces, muchas de las distribuidoras requerían como requisito de estos cortos que Mickey saliera al principio presentando los cortos para asegurar su éxito.
La empresa sabía que debía empezar a conectarse con la audiencia, por lo que apostaron por utilizar cuentos y leyendas como material referencial de estos cortos. Entre algunos de los cortos destacaron Three Little Pigs (1932), el cual obtuvo el premio como mejor cortometraje animado de la Academia. The Wise Little Hen (La pequeña gallinita sabia), corto donde aparecería por primera vez Donald; Santa’s Workshop; Just Dogs (primera aparición de Pluto) entre otros.
Adaptaciones y reinterpretación histórica
A partir de 1937, Disney lanzó su primer largometraje animado: Blancanieves y los siete enanitos. El reto del filme se centraba en no contar una historia episódica como había sucedido con Mickey o Silly Symphonies, Blancanieves parecía ser el personaje indicado para el estudio. Basado en el cuento de los hermanos Grimm, el estudio apostó por crear un entorno en donde los animales resultaran claves.
Cabe destacar que hay detalles distintos respecto al cuento. En la historia original, Blancanieves es envenenada tres veces (cinta, peineta y manzana). Al final el príncipe no la besa, ella se mueve por accidente del ataúd y la manzana sale despedida por su garganta, reviviendo.
En 1940, Disney intentó consolidar su éxito en el cine animado lanzando Pinocho, una adaptación de Las Aventuras de Pinocho de Carlo Collodi (1882-1883), centrado en las aventuras de un títere que cobraba vida. Pinocho tuvo buena recepción, pero resultó fuertemente criticada por los mensajes que incluía entorno al tráfico de humanos y la crueldad de la historia para la época.
El siguiente año, el estudio decidió realizar algo completamente opuesto a sus cortos y películas hasta la fecha. Presentó Fantasía, un filme experimental sin diálogos integrado por ocho piezas musicales ejecutadas por la Orquesta de Filadelfia. La cinta resultó compleja en materia filosófica e incluso representó una pérdida para el estudio para 1941, dado que no pudo comercializarla en Europa debido a la guerra.
Ese mismo año, la empresa decidió regresar a sus raíces y apostó por Dumbo, la historia de un elefante víctima de bullying por sus grandes orejas. La fórmula de apostar por animales antropomórficos funcionó y a partir de aquel entonces Disney empezaría a humanizar objetos y animales en sus películas.
En 1942, el estudio del ratón animado adapta Bambi, una vida en el bosque (Felix Salten). La película revoluciona el cine de animación al mencionar por primera vez la muerte en aquel formato. Entre algunos cambios del libro y la película destacan que en la premisa original Bambi no es un ciervo sino un corzo europeo y en la cinta no aparecen humanos, en el libro incluso aparece un cadáver.
Influencia Europea y mitológica
En 1950 comenzó una nueva era para el estudio, una época donde habían definido la línea principal de sus historias y los valores que se establecían frente a sus personajes. Estos fueron los siguientes filmes:
En el año 2000, Disney empezó a desarrollar productos híbridos con nuevas técnicas de animación, enfocando la animación tradicional a productos específicos (La Princesa y el Sapo, El Planeta del Tesoro). A partir del 2006, Disney adquiere Pixar y en paralelo empieza a desarrollar sus estudios independientes de animación por computadora.
No, no está congelado
Siempre se ha creído que Walt Disney estaba congelado con técnicas avanzadas de hibernación y que en un futuro lejano sería “resucitado” o al menos su cerebro, pero no fue así. La familia incineró el cadáver de Walt Disney cuando falleció.
Nos vemos en la próxima.