
Hablar de la mejor filmografía de un cineasta tan prolífico y talentoso como Martin Scorsese se convierte en tarea ardua y arriesgada, pero no imposible. En cuarenta años de carrera y más de veinte largometrajes consideramos que ya hay cinco películas que el italoamericano ya tiene inscritas con letras mayúsculas en la historia del cine: ‘Taxi driver‘ (1976), ‘Toro salvaje’ (1980), ‘Uno de los nuestros’ (1990), ‘Casino’ (1995) y, como no, ‘Infiltrados’ (2006), por el que Marty ganó su primer y único Oscar.
‘Infiltrados‘ está construida en torno a una figura monstruosa, la de Frank Costello, gánster irlandés al que encarna Jack Nicholson. El prólogo de la película, que evoca los motines raciales en Boston durante los años setenta, sobre el fondo de Gimme Shelter de los Rolling Stones es, condensada en unos minutos, una cruel constatación de fracaso, que muestra hasta qué punto la sociedad americana se dividió aún más tras las convulsiones de los años sesenta y setenta.
‘Infiltrados’ es, sin duda, la película más política de Martin Scorsese, pero el discurso está disimulado bajo un guión virtuoso. La película es un remake de ‘Infernal Affairs‘ (2002), un excelente thriller de Hong Kong realizado por Andrew Lau y Alan Mak. Leonardo DiCaprio y Matt Damon recuperan los papeles interpretados por Tony Leung y Andy Lau, dos jóvenes policías con distintos destinos: a uno le infiltran las autoridades entre el crimen organizado, y al otro le infiltra la mafia entre las fuerzas del orden.

Es la primera vez que Scorsese pone a policías en escena, que roza la organización oficial de la sociedad, y dicha fricción genera una electricidad que atraviesa toda la película. Frente al número barroco de Jack Nicholson, a la opacidad glacial de Matt Damon, Leonardo DiCaprio consigue, finalmente, dar lo mejor de sí mismo y resulta conmovedor en su personaje de mártir masoquista que se hunde en la clandestinidad mientras aumenta su convencimiento de lo inútil que es su misión.
En Estados Unidos ‘Infiltrados’ se recibe como un signo de renacimiento, tanto por parte del público como de la crítica. El éxito mundial es inmenso y supera con creces, en más de 240 millones de dolares de recaudación mundial, a la que obtuvo por ‘El aviador‘.
Esta buena predisposición y la euforia que la rodearon casi lograron enmascarar la verdadera naturaleza de ‘Infiltrados‘. Por primera vez, desde ¡Jo, qué noche!, Scorsese ponía en escena los Estados Unidos de su tiempo, y lo hace con una violencia crítica que no le conocíamos hasta el momento.