
Francis Lee es un director y guionista británico, cuyo debut cinematográfico le llegó con ‘The Farmer’s Wife’ en 2012, cortometraje estrenado en el festival de Palm Springs. Su segundo cortometraje, “Bradford-Halifax-London” de 2013, obtuvo una gran acogida en festivales de todo el mundo incluido el BFI London Film Festival. Su primer largometraje, ‘Tierra de Dios‘, que se estrena este 24 de noviembre en España, ha pasado por festivales tan importantes como Sundance (donde fue galardonado con el premio a la mejor dirección en la sección World Cinema) y la Berlinale.
En ‘Tierra de Dios‘ (God’s Own Country) se muestra como un joven granjero de Yorkshire intenta evadirse de sus problemas con el alcohol y el sexo hasta que llega al pueblo un inmigrante rumano para trabajar en la cría de ovejas, momento en el que su visión de la vida cambiará de forma radical. La película plantea de manera sugerente una sincera y visceral historia de amor con unas interpretaciones memorables. En la siguiente entrevista Francis Lee nos cuenta su motivación e interés por esta historia que él mismo ha escrito para la gran pantalla.
• ¿Por qué «Tierra de Dios»?
La región de Yorkshire, de donde yo soy y donde sucede la película, es conocida como «tierra de Dios». También me gusta esa especie de doble sentido que tiene, ya que puede referirse al cielo -lo que signifique este lugar para cada uno- o cualquier otro sitio que hayas creado.
• El espacio donde has rodado la película es donde te criaste, ¿por qué lo elegiste para desarrollar una historia de amor como esta?
Yo crecí en la colinas de West Yorkshire, mi padre sigue trabajando como granjero de ovejas allí, y yo también vivo allí ahora mismo. El paisaje informaba a la perfección quien era yo emocional y físicamente, y quería explorar esa idea de cómo el paisaje forma a las personas.
• En la película hay muchas escenas explícitas en cuanto al trato de los animales en la granja, ¿los actores estaban familiarizados con el entorno rural? ¿Cómo se prepararon ellos para estas escenas?
No, Alec, que interpreta a Gheorghe es de Bucarest, creció en la ciudad y no tenía ningún conocimiento acerca de la comunidad rural o la agricultura, y Josh, que interpreta a Johnny es del sur de Inglaterra y tampoco tenía prácticamente experiencia en este sector. Yo desde el principio sabía que no quería ningún tipo de dobles o especialistas para estas escenas, y que los actores tendrían que hacer realmente lo que hacían sus personajes en el campo. Les mandé a trabajar a granjas locales durante mucho tiempo y allí aprendieron todo: cómo tratar a los animales, Alec aprendió a hacer queso… tuvieron que aprender todo lo que iban a tener que hacer para la película.
• ¿Cuánto tiempo duró este proceso de aprendizaje?
Durante varias semanas. Mucho tiempo. Tuvieron que enfrentarse al frío, a la humedad y a condiciones duras.
• ¿Y cómo trabajaste con ellos para conseguir esa química que tienen en pantalla?
Empecé a trabajar con cada uno de ellos por separado, unos tres meses antes del rodaje para construir los personajes, que empezamos a crearlos desde que nacieron hasta el momento en el que les vemos en la película. Construimos todo sobre ellos, cada detalle de su vida, incluso los más mínimos como cuánto azúcar le echaban el té. Y al rodar la película, lo hice cronológicamente, porque pensé que esto ayudaría mucho a recrear la relación porque cada escena produce un impacto en la siguiente. También me dio la oportunidad de mantener a los dos por separado hasta que los personajes de ambos se juntan. Cuando la relación entre los personajes se va desarrollando y empiezan a tener más contacto en la película, hice que se fueran a vivir juntos para ayudar a crear este vínculo.
• Hay mucha intimidad en las escenas de sexo, y hay un acercamiento a la masculinidad rompiendo tabúes respecto a ella. No tienes miedo de mostrar el cuerpo masculino desnudo, algo que sí hay en muchas películas y series. ¿Cómo se consigue esa rudeza en estas escenas y a la vez ternura?
Para mí estos personajes no hablan de sus sentimientos, no tienen facilidad para expresarlos hablando. Me gusta mucho más la narrativa visual que la narrativa verbal y quería usar esas escenas íntimas para mostrar cómo está Johnny -el protagonista- emocionalmente. En el primer encuentro sexual que él tiene en la película, no hay nada de ternura, ni comunicación, se trata solo de conseguir lo que él quiere. Así que más tarde, quería usar la intimidad en las escenas de sexo para ver la transición emocional del personaje. Como desde el principio creamos una conexión muy fuerte entre los actores, siempre eran para mí lo más importante y quería protegerles, así que ellos se encontraron muy cómodos con ser vulnerables y mostrarlo en pantalla. Pero también sentí que era muy importante que en el momento donde se ven cuerpos desnudos fuera cuando Johnny por primera vez se desnuda emocionalmente. En ese momento no quería nada entre él y sus emociones, así que intentamos que todo fuera tremendamente natural.
«Los actores siempre eran para mí lo más importante y quería protegerles.»
• Últimamente, estamos viviendo un gran momento para el cine LGTB, de hecho, algunos de los mejores romances del cine reciente lo son como ‘Carol’, ‘Call Me By Your Name’, tu película, etc. ¿Crees que las historias de amor LGTB tienen algo más que aportar ahora mismo en el aspecto romántico? ¿Los grandes romances heterosexuales ya están contados y por eso necesitamos estas historias?
Sí, estoy de acuerdo con eso. También pienso que las relaciones heterosexuales en las películas actuales no suelen estar retratadas de forma romántica, o si lo están es generalmente en comedias. Creo que la gente está más interesada que nunca en historias de amor entre personas del mismo sexo porque exploran más el romance.
• Además en tu película también se trata, aunque de forma secundaria, el racismo. El protagonista llama «gitano» de forma despectiva a Gheorghe, ¿sigue estando muy presente el racismo en lugares tan aislados como los de la película?
No, creo que el racismo aún está en todas partes, no particularmente en estas zonas. El llamarle «gitano» no era un comentario que quisiera reflejar un rechazo de la sociedad hacia alguien de otro país, sino más bien para llamar la atención de Gheorghe.
• Entonces, ¿tampoco hay más homofobia? La reacción del padre y la abuela hacia la homosexualidad en la película es buena.
Yo no soy padre pero creo que lo que cualquiera quiere es que sus hijos sean felices. Y ellos ven que al principio de la película Johnny no está trabajando bien, se emborracha cada noche, es muy desagradable estar con él, etc. Pero se dan cuenta de que al conocer a Gheorghe empieza a hacer el trabajo a tiempo, es más agradable y tiene una sonrisa en la cara, así que ¿por qué no iban a apoyarle?
• Dado el éxito de tu primera película, que se ha movido por muchos festivales como Sundance -donde ganaste un premio- o la Berlinale, ¿tienes en mente algún otro proyecto próximamente?
Sí, estoy escribiendo una película que espero poder dirigir, pero probablemente, eso sea todo lo que puedo decirte por el momento.