
Si hay algo que voy echar de menos cuando abandone mi estancia en Santiago de Compostela es, sin duda, Cineuropa. El festival de carácter no competitivo abre sus puertas un año más a miles de cinéfilos a través de la propuesta de más de 260 títulos de autor. En esta primera semana, de las tres que lo conforman, hemos podido ver en Cineuropa 2017 las nuevas películas de Hong Sang-Soo, Ruben Östlund, Naomi Kawase y Sally Potter.
The day after (Corea del Sur). Dir. Hong Sang-soo
El cineasta surcoreano Hong Sang-soo estrena este año tres nuevas películas, entre las cuales se encuentra ‘The day after’. El filme trata sobre la vida amorosa del jefe de una editorial de libros quien tuvo una aventura con su antigua empleada. La llegada de una nueva empleada a la empresa perturbará la vida del hombre debido a las sospechas de su esposa.
Filmada en un elegante blanco y negro, la película, una vez más, hace una radiografía acerca de las relaciones de pareja. En esta ocasión para explorar temas como la infidelidad, las creencias o la memoria.
El director vuelve a imprimir su huella autoral presentando el mayor peso del filme en diálogos entre dos o más personas, temporalmente representados en largos planos-secuencia, haciendo que la realidad- otro tema explorado en la película- se inmiscuya en cada encuadre. La grabación de las escenas en una sola toma hace que la única manera de cambiar los cuadros sea a través de zooms y panorámicas que sirven para mostrar mejor a los personajes.

Una de sus mayores virtudes es tener al espectador entretenido durante noventa minutos en los que tan sólo vemos hablar a los personajes en los lugares que frecuentan (la editorial donde trabajan, las calles de la ciudad, los bares, etc.). Virtud que ya podíamos apreciar en anteriores trabajos como ‘In another country’, ‘The day he arrives’ o ‘Lo tuyo y tú’. De obligatorio visionado para los fans del director surcoreano.
The Square (Suecia). Dir. Ruben Östlund
Desde mi primer encuentro con la ‘La vida de Adéle’ (Abdellatif Kechiche, 2013), acostumbro cada año a ver la película ganadora de la Palma de Oro en el festival de Cannes. Es una buena forma de (re)descubrir a directores/as interesantes. Este año el filme escogido por el jurado presidido por Pedro Almodóvar fue ‘The square’, de Ruben Östlund.
Cuando se terminó la sesión en Cineuropa 2017 y salí a la calle, me encontraba impactado, sin saber muy bien lo que había visto. En casi dos horas y media formula de manera casi perfecta problemas fundamentales de la sociedad actual. La historia nos sitúa en la vida de Christian (Claes Bang), el director de una galería de arte moderno, quien tiene que decidir el modo de promocionar una nueva obra artística del museo.
A través de un argumento tan simple como ese, el filme hace una crítica mordaz al arte moderno y a la clase burguesa que lo hace posible. La primera escena, donde una periodista (Elisabeth Moss) le hace preguntas al protagonista, sienta las bases y directrices del texto fílmico: Christian queda ridiculizado al no comprender un artículo suyo donde se intentaba hacer el intelectual. Pone de ya de manifiesto el carácter hipócrita y vacuo de las clases altas, representando en las gafas de Christian.
El arco del personaje de Claes Bang sirve para mostrar la deshumanización de las personas en las sociedades actuales. Su estilo de vida, la relación con sus personas más afines no hacen sino definir el mundo moderno en que habitamos.
Lo único que se le puede achacar es alguna escena de su tramo final, donde ciertas subtramas cogen una relevancia que si bien son justificadas por la temática de la cinta, no plantean una buena ejecución de las mismas acorde con la brillantez del metraje precedente. Aun así, es una película más que digna que nos hace reflexionar tanto sobre nosotros, como sobre nuestro papel en la sociedad. No dejará a nadie indiferente.
Hacia la luz (Japón). Dir. Naomi Kawase
La nueva película de japonesa Naomi Kawase, ‘Hacia la luz‘, cuenta la relación que se establece entre Misako Ozaki (Ayame Misaki) y Masaya Nakamori (Matatoshi Nagase) debido a la pérdida de vista gradual hasta quedarse ciego de éste último. La relaciones de familia y el amor son los ejes que se articulan a los largo del relato.
Pero además, se nos habla de la manera en que cada uno de nosotros percibe la realidad y cómo la transmitimos a los demás. A su vez, se reflexiona sobre el propio cine y las limitaciones del medio para poder reflejar la realidad a la que acabamos de hacer mención, así como la dificultad de transmitir en simples palabras las emociones que una película puede expresar. De esta situación nacerá una profunda relación entre Misako y Nakamori, debido a que él está perdiendo la vista y ella quiere ayudarle a mostrarle la realidad a través de su dicción. Entra aquí el conflicto entre la subjetividad con la que cada cual la percibe.

El predominio de primerísimos planos y encuadres de carácter muy cerrado, vincula el punto de vista del espectador con el de Nakamori, quien cada vez ve menos. Es por ello que la elección de estos planos que muestran tan poca información con respecto al exterior se relaciona con la pérdida visual gradual del personaje principal.
Elegante y emotiva, la nueva película de Naomi Kawase formula a través de una historia de amor una gran reflexión acerca de cómo comprendemos nuestro alrededor y la manera en qué se lo trasladamos a nuestros seres queridos. Y, la relación que se crea entre los personajes principales nos sirve como símbolo de la inmensidad de un arte como el cine, que no puede simplificarse con meras palabras. Cada uno lo interioriza de una forma diferente y su alcance es indescriptible.
The party (Reino Unido). Dir. Sally Potter
En Cineuropa 2017 pudimos ver ‘The party‘, que formara parte de la sección oficial de la Berlinale de este año. La película dirigida por la londinense Sally Potter hizo que el público aplaudiera con furor cuando la pantalla se fundió a negro. Y es que no es para menos.
Janet (Kristin Scott Thomas) quien acaba de ser nombrada ministra del Gobierno organiza una fiesta con sus amigos para celebrarlo. Cada uno de los siete personajes principales está construido sólidamente, llegando al punto de provocar la carcajada del espectador con tan solo hablar, como en el caso de April, interpretada magistralmente por Patricia Clarkson.
Su fotografía en blanco, sus diálogos inteligentes y su música nos hace recordar al mejor cine de Woody Allen. Precisamente, el uso anempático de la música será un factor clave del filme contradiciendo el ambiente que se establece entre música e imagen, haciendo que escenas cargadas de mucha tensión gocen de melodías de carácter tranquilo.
Los secretos y las infidelidades se formulan como los grandes ejes que hacen que la trama avance. Gracias a ellos, cada escena se torna más surrealista que la anterior. Estas situaciones, que se van acumulando a lo largo del filme, se combinan para llevarse hasta sus máximas consecuencias en el apoteósico clímax de la película.
El gran acierto de ‘The party’ son, naturalmente, sus sólidos personajes, los actores que les dan vida, y las situaciones que se van sucediendo a lo largo del filme. Comedia brillante que, en setenta minutos, hace que te involucres al máximo en la atmósfera que crea.