Tres anuncios en las afueras‘, la última película del inglés Martin McDonagh, no deja de arrasar allá por donde pasa. Tuvo su estreno mundial en el Festival de Venecia, donde consiguió el premio al mejor guion; días después se alzó con el máximo galardón del Festival de Toronto, y más tarde, con el Premio del Público en San Sebastián.

Pese a su asombroso arranque en la temporada de premios, daba la impresión de que la película había ido desinflandose poco a poco, y aunque se tratara de una de las contendientes fuertes para los Oscar, no parecía que fuera la rival a batir. Sin embargo, los Globos de oro han vuelto a poner a la película en el punto de mira, siendo la película más premiada de la gala, otorgándola cuatro galardones: mejor película dramática, actriz dramática (Frances McDormand), actor secundario (Sam Rockwell) y guion.

Tres anuncios en las afueras‘ se sitúa, como bien indicaba su título original, en Ebbing, Misuri; y presenta a Mildred Hayes, una mujer que coloca tres carteles publicitarios denunciando el nulo esfuerzo por parte de la policía por encontrar al asesino y violador de su hija. Las vallas publicitarias causan gran revuelo en el pueblo, despertando gran cantidad de detractores y a los que Mildred se enfrentará intentando que se haga justicia.

Quizá lo que ha hecho que la cinta haya causado tanto impacto y aclamo mundial haya sido simplemente llegar en el momento indicado. La historia que narra, trata un tema candente en la actualidad y del que nadie debería apartar los ojos: el acoso sexual y la violencia contra las mujeres. Y McDonagh hace de su protagonista una heroína, que lucha contra el machismo y la apatía de una sociedad que parece no querer ponerle solución a estos gravísimos asuntos.

A caballo entre la comedia negra y el drama, la película se las ingenia para resultar divertida, entretenida y muy amarga. El guion está repleto de obstáculos narrativos y excesos que, en ocasiones, lastran ligeramente el conjunto, pero gracias a unos diálogos inteligentes, unos personajes bien construidos, y sobre todo, a un gran reparto, la balanza decae en lo positivo. Es más potente cuando no intenta impresionar y deja que sus personajes «vivan» y se muevan en su entorno.

Pero la fuerza de ‘Tres anuncios en las afueras‘ reside, evidentemente, en Frances McDormand, una actriz a la que le viene el papel como anillo al dedo, y que interpreta con gran solvencia. También destacan Sam Rockwell, en uno de esos roles secundarios llenos de escenas de lucimiento que tanto les gusta premiar en Hollywood, Woody Harrelson y Caleb Landry Jones.

Martin McDonagh ha creado una película capaz de conquistar al gran público y a la crítica, y además reflejando un tema importante y urgente. No es la obra maestra que muchos predican, pero supone un visionado agradable sin abandonar nunca su amargo sentido del humor.

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