El Festival Americana 2018 ya está en marcha desde el pasado martes, lo que nos permite comenzar a desgranar los títulos de su programación. El plato fuerte de las primeras jornadas ha sido sin duda la presencia en Barcelona del director y guionista Alex Ross Perry, objeto de homenaje y retrospectiva por parte de la organización, que presentaba su última obra ‘Golden Exits’. Además, hemos podido ver dos interesantes acercamientos a la compleja asunción de la identidad sexual en la adolescencia, y un sorprendente relato fantástico que ya se llevó numerosos elogios en su reciente paso por el Festival de Sitges.

Beach rats (USA). Dir. Eliza Hittman

El rechazo a lo que uno mismo es, supone un conflicto psicológico muy difícil de gestionar. Así lo muestra en pantalla la estadounidense Eliza Hittman con su segundo largometraje ‘Beach Rats‘, un drama juvenil que sigue el deambular de un adolescente homosexual de Brooklyn (notable Harris Dickinson) intentando evadirse de un entorno poco apropiado a base de drogas y una pandilla de amigos con tendencias delictivas.

Lejos del cliché o de la dulcificación del relato de autodescubrimiento, Hittman muestra con suma aspereza cómo el desgarro interno y la negación del protagonista, desembocan en violencia hacia aquellos en los que teme convertirse. Un ejercicio de introspección tan complejo como incómodo, que podría emparentarse por su crudeza naturalista con las crónicas del desarraigo del controvertido Larry Clark.

Golden exits (USA). Dir. Alex Ross Perry

Con tan solo 33 años, el homenajeado Alex Ross Perry ha logrado  un lugar destacado en el indie norteamericano gracias a títulos como ‘Listen up Philip’ o ‘Queen of Earth’. Si la primera se centraba en retratar una reconocible crisis de la madurez masculina, y la segunda exorcizaba en clave femenina las cuentas pendientes entre viejas amistades, su última película adquiere un enfoque coral que evidencia la diferente asunción de la encrucijada existencial por parte de uno y otro sexo.

Golden Exits dirigida por Alex Ross Perry. Berlinale 2017
Escena de «Golden Exits» dirigida por Alex Ross Perry

Este afilado retrato de las miserias comunes de la clase media norteamericana cuenta con un detonante femenino, encarnado por la joven actriz australiana Emily Browning, un poco a la manera de la Natalie Portman de ‘Beautiful Girls’. Sin embargo, a ‘Golden Exits‘ le pierde su encadenado de diálogos vocacionalmente ingeniosos, que dificultan la conexión emocional con los personajes y alejan el resultado de la frescura de otros títulos sobre los últimos resquicios de los sueños de juventud.

The Endless (USA). Dir. Justin Benson y Aaron Moorhead

Justin Benson y Aaron Moorhead, escriben, dirigen y protagonizan una historia de sectas y bucles espacio-temporales que descoloca en el inicio, intriga en su desarrollo y finalmente convence gracias a la habilidad de sus creadores para cerrar con sentido sus numerosos enigmas sin descuidar un interesante desarrollo de personajes.

The Endless‘ es una muy sólida y reivindicable cinta fantástica que, en sus remansos dramáticos, se atreve incluso a reflexionar sobra la dictadura del tiempo y lo relativo de nuestras presupuestas libertades. Sería fácil buscarle similitudes con el ‘Westworld‘ de Jonathan Nolan para HBO, pero el debut en el largo del tándem Benson-Moorhead, posee entidad propia más allá de sus posibles referentes. Una ópera prima de lo más estimulante.

Saturday Church (USA). Dir. Damon Cardasis

La gran sorpresa de la jornada inaugural de Americana 2018 fue sin duda esta fábula sobre la identidad sexual que dota al tormento interior de su joven protagonista de una serie de liberadoras fugas en clave musical. La odisea de este Ulysses adolecente y homosexual, se convierte en una emocionante reivindicación de la diferencia y un canto a la solidaridad entre el colectivo LGTB.

Saturday Church dirigida por Damon Cardasis
Escena de «Saturday Church» dirigida por Damon Cardasis

A la película se le perdonan unos números musicales francamente mejorables por la justeza de su tono que, sin rehuir el dramatismo inherente a la exclusión familiar del protagonista, aporta luz y da esperanza a unos personajes con muchas papeletas para caer en la marginalidad. Un título llamado a generar enormes simpatías entre su público objetivo, esto es, cualquier espectador con el suficiente sentido común para adherirse a la defensa de la diversidad y la libertad sexual.

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