
Paolo Virzì, responsable de títulos como ‘Locas de alegría’, ‘La prima cosa bella’ o ‘El capital humano‘ presentaba hace unos meses en Venecia su primer largometraje en lengua inglesa, interpretado por Helen Mirren y Donald Sutherland. ‘El viaje de sus vidas‘ nos presenta a una pareja de ancianos de Massachusetts que deciden montar en su caravana (llamada The Leisure Seeker, como el título original de la película) y realizar un viaje, sin previo aviso, por toda la costa este de los Estados Unidos. Él está enfermo de alzheimer y, naturalmente, cada vez la situación es más trágica ya que el deterioro cognitivo avanza a pasos agigantados. Los hijos del matrimonio, tratarán de localizar a sus padres e intentar que vuelvan a Boston, preocupados por la aparente inconsciencia de haber iniciado el trayecto.
Entre recuerdos de vacaciones y la melancolía de tiempos pasados, la película emprende su viaje subrayando desde sus primeros instantes cada detalle en la relación de sus personajes. La muestra de lo mucho que se quiere la pareja o las supuestas situaciones cómicas que se dan con los personajes secundarios se repiten hasta la saciedad en una cansina insistencia de lo mismo durante sus dos horas de metraje.
El filme no tiene absolutamente nada que ofrecer que no lo haya hecho durante sus primeros diez minutos, así que todo se alarga incansablemente, abriendo camino a situaciones forzadas y ridículas. Ni siquiera dos leyendas de la interpretación como Helen Mirren -lo único verdaderamente excepcional de la película y nominada al Globo de Oro a mejor actriz comedia por su papel- y Donald Sutherland pueden salvar un guion plano, forzado y cursi que en ningún momento permite profundizar en un tema que se prestaba a ello. La enfermedad y la vejez son tratadas con una superficialidad pasmosa, utilizando a un enfermo de alzheimer como constante recurso para realizar los gags más bobos que se puedan imaginar.
La dirección de Virzì también contribuye a dejar claro al espectador -por si con el guion no fuera suficiente- la rápida pérdida de memoria del personaje de Sutherland. Su estilo imita al propio de las dramedias indies americanas pero carece del ingenio y la frescura de la mayoría de ellas. Además, a medida que avanza todo se vuelve cada vez más previsible y más agotador, pues no hay evolución de personajes, ni emoción lograda de forma orgánica. Y si durante toda la película la narración es cuanto menos torpe, el final se saca de la manga la sensiblería barata tan propia del Hollywood más rancio. ‘El viaje de sus vidas’ es, en pocas palabras, un auténtico fracaso.
Es la mejor película que he visto en mucho tiempo.