Guardianes de la Galaxia‘ es una de las películas más arriesgadas del MCU por varios motivos. En primer lugar, está basada en personajes de cómic desconocidos para el gran público e incluso para muchos lectores de cómic. Este hecho provoca que no haya una base sólida sobre la que comenzar, ya que no forman parte del imaginario colectivo y el marketing debe ser acertadísimo para llamar la atención del espectador casual. Además, la película está escrita y dirigida por James Gunn, cineasta con sólo dos películas de bajo presupuesto en su filmografía hasta ese momento (Slither y Super). Si a todo ello sumamos que dos de los personajes protagonistas son un mapache y un árbol parlantes, la empresa no era fácil a la hora de vender el proyecto a la audiencia. Sin embargo, existen películas en las que los planetas parecen alinearse, y se dan todas las circunstancias adecuadas para que ocurra algo sorprendente y extraordinario. ‘Guardianes de la Galaxia’ es una de esas películas.

Guardianes desunidos

La cinta comienza con tragedia. Un joven Peter Quill asiste desolado a la inminente muerte de su madre en la cama de un hospital. Ambos mantienen una breve conversación sobre una pelea en la que Peter se ha visto envuelto. Peter cuenta a su madre que los niños mataron a una rana, la cual no había hecho nada para sufrir semejante final. Me parece un intercambio importante porque James Gunn nos quiere mostrar el corazón de Peter y su necesidad de defender a los débiles o las injusticias que éstos sufren. Además, establece un recuerdo imborrable en el personaje al no tomar la mano de su madre instantes antes de fallecer. Es un trauma que le acompañará por siempre y que servirá para cerrar el clímax de la película. Se trata de un prólogo potente a nivel emocional que sientas las bases del protagonista en apenas dos minutos.

No obstante, la verdadera naturaleza de la película es revelada en la siguiente escena, tras saltar en el tiempo 26 años. Dicha secuencia casi musical funciona para establecer el tono de la cinta y el acercamiento estilístico de Gunn a este material. Un adulto Peter se introduce en una cueva mientras baila al son de Come and Get Your Love de Redbone. Gunn libera la cámara por completo y asistimos a un festival de giros, zooms in/out y movimientos ágiles de cámara en torno a Peter, aportando una energía especial a la escena. Por otra parte, el estilo de Gunn tras la cámara no se limita a repetir esta fórmula durante todo el filme, ya que busca otorgar a cada secuencia una herramienta visual que encaje con dicho momento y aporte variedad a su arsenal como director. Cámara lenta para enfatizar acciones o imprimir emoción, mayor estatismo en secuencias intimistas y uso de la profundidad de campo y los espacios del plano para crear gags visuales. Creo firmemente que James Gunn es el director más imaginativo y brillante a nivel audiovisual de todo el MCU. Los hermanos Russo son insuperables en su campo, pero a nivel visual los filmes de Gunn poseen una belleza arrebatadora.

Una vez establecido el pasado y presente de Peter, la película comienza a introducir todos los personajes que tendrán relevancia en la trama y construye una línea narrativa a través de la cual los personajes se cruzarán de forma irremediable hasta quedar encarcelados juntos. Esta sección del filme es «convencional» en cuanto a la forma de conectar a los personajes, pero todos quedan perfilados de tal forma que entiendes por qué encajan y comparten más similitudes de lo que uno podría vislumbrar en un primer momento. Rocket y Groot son dos ladrones capaces de secuestrar a una persona con el único propósito de cobrar la recompensa. Les mueve el dinero y la necesidad de poseer aquello que desean, aunque eso implique la infracción de normas y leyes. Rocket es el cerebro de cada misión/objetivo, mientras que Groot es su Chewie particular, es decir, un compañero fiel que usará su envergadura y habilidades para defender sus intereses propios y los de su amigo. Es una relación de confianza mutua a pesar de la actitud de Rocket en torno a todo aquello que le rodea.

Por otro lado tenemos a Gamora (Zoe Saldana), «hija» de Thanos muy a su pesar, y ayudante de Ronan el Acusador (Lee Pace) en su búsqueda del Orbe, objeto que robó Peter Quill al comienzo del filme y cuyo poder es objeto de deseo de Thanos, por lo que llega a un acuerdo con el citado Ronan para obtenerlo. Gamora es una asesina con habilidades de lucha sobresalientes, y en todo momento sientes el peligro y la amenaza que desprenden sus ojos. Gamora desea obtener el Orbe, pero tiene una agenda personal ajena a la voluntad de Thanos y Ronan. Creo que Gunn sabe perfilar el personaje con inteligencia, ya que Gamora no cae de un lado u otro hasta el segundo acto, y su actitud es de calma tensa con reacciones imprevisibles, sobre todo en el primer acto. Un objetivo común la une a Peter, pero nunca olvidamos la fuerza que posee y su capacidad para sobrevivir sin ayuda de nadie.

Drax tiene el conflicto más emocional de la trama y su motivación es la más clara y poderosa del filme. Ronan asesinó a su esposa y su hija, y le mueve una sed de venganza que lo ciega y consume. Al ver a Gamora en prisión, su instinto le conduce a matarla por trabajar para Ronan, pero Gamora explica sus verdaderos planes y le asegura que con su ayuda podrá matar a Ronan. Se trata de dos personajes muy distintos pero, de nuevo, comparten un mismo objetivo y el odio funciona como conector. A los personajes le mueven impulsos e intenciones distintas, pero su unión tiene un propósito similar porque se necesitan entre ellos, aunque por diferentes motivos.

Guardianes de la galaxia (2014) dirigido por James Gunn
Imágenes de Guardianes de la galaxia (2014) dirigido por James Gunn

El personaje menos interesante y más tópico de la cinta es el villano, y lo considero el único punto realmente débil de ‘Guardianes de la Galaxia‘. Ronan el Acusador es un fanático Kree (su raza), cuyo objetivo pasa por la destrucción de Xandar, tras confirmarse un Tratado de Paz que él siente como una traición y humillación por parte del imperio Kree. Ronan llega a un acuerdo con Thanos: si le consigue el Orbe, Thanos destruirá Xandar a cambio. No obstante, a Ronan le ciegan sus aires de grandeza (qué si no), y usa el Orbe (una de las Piedras del Infinito) en su beneficio para destruir a los Guardianes de la Galaxia y a Xandar sin ayuda de Thanos. El principal problema del personaje es su ausencia de carisma y su comportamiento es de manual de villano. Loco megalómano con un odio casi irracional a Xandar y su fuerza militar, los Nova Corps, sin una explicación clara y argumentada de dicho odio y un ansia de poder ilimitado. Hemos visto villanos de estas características y mejor desarrollados que Ronan. Lo único que funciona en el personaje es la sensación de amenaza que desprende. Todos le temen, y muestra su poder al vencer con tremenda facilidad a Drax y sobrevivir a casi todos los planes que tienen los Guardianes contra él. Del resto, villano bastante olvidable.

El aprendizaje de la pérdida

El segundo acto de la película tiene por objetivo desarrollar a los personajes de manera más incisiva y asestarles un duro golpe que les despierte la humanidad perdida u olvidada. La cinta se permite echar el freno y mostrar el lado más vulnerable del grupo, y en el caso de Gamora, su capacidad para empatizar con Peter. Gamora desconfía de todo y todos, porque confiar en alguien no sólo implica bajar la guardia y mostrar debilidad, sino la posibilidad de ser traicionada o decepcionada, por eso se ha creado un escudo casi impenetrable, y sólo Quill es capaz de atravesarlo y mostrarnos el lado más amable de ella. En el fondo, Gamora desea volver a confiar en la gente, pero sólo Peter es capaz de despertar esa parte de ella no sólo con su carisma y socarronería, sino con la muestra de actos heroicos en varios momentos del filme. Gamora tuvo que presenciar cómo Thanos asesinaba a su familia y la convertía en un arma que usar cuando lo creyera necesario, algo que vivió de forma más extrema su hermana Nébula (Karen Gillan), así que es normal su reticencia a confiar en alguien.

El caso de Rocket es especialmente doloroso. En una secuencia hacia la mitad del filme, Rocket se encuentra en estado de embriaguez y suelta su frustración y furia contra el mundo frente al resto del grupo. Rocket ha sufrido torturas y experimentación genética para acabar convertido en un mapache parlante, y como bien dice él en la película: «Yo no pedí ser creado. No pedí ser desmantelado y reconstruido una y otra vez hasta convertirme en un pequeño monstruo.» Rocket se siente un bicho raro, un ser aislado del mundo e incapaz de conectar con los demás porque es único, para bien y para mal. Su primera línea de defensa es la desconfianza y el rechazo a sentir. Es más fácil creer que el mundo está en su contra y construir una coraza alrededor, que abrirse a otra persona y sentirse vulnerable y con miedo al rechazo y la burla. En este sentido comparte ciertas similitudes con Gamora, y aunque sus caminos sean muy distintos, el aprendizaje de ambos contiene paralelismos.

Drax abre los ojos y pierde la ceguera que su furia le creaba a base de golpes. Su deseo irrefrenable de matar a Ronan le lleva a comunicarse de forma indirecta con el propio Ronan para confirmar su posición (y la del Orbe), y poder enfrentarse a él cara a cara. La lucha dura muy poco tiempo y recibe una soberana paliza que casi acaba con su vida. Los Guardianes han perdido la Piedra del Infinito y sienten que la victoria de Ronan es inevitable. En ese momento, Drax se desmorona y reconoce su error, y lo expresa de la siguiente forma: «He sido un tonto. Todo el odio, toda la rabia sólo servía para cubrir mi pérdida.» La derrota del grupo no los sucumbe en el mayor de los desconsuelos, sino que sirve para despertar en ellos su verdadera esencia y levantarse dejando en un segundo plano las taras emocionales que los encadenaban. En ese instante, Drax, Groot y Rocket van en busca de Peter y Gamora, y tras reencontrarse, juntos trazan un plan para vencer a Ronan con la ayuda de los Ravagers (liderados por Yondu) y los Nova Corps.

We are Groot 

Si ‘Guardianes de la Galaxia’ destaca especialmente por algo, es por su sentido del humor y el uso de la comedia y los gags visuales como ninguna otra película del MCU hasta ese momento (Thor: Ragnarok bebe mucho de esta cinta). Gunn es tremendamente ingenioso y es capaz de crear comicidad entre personajes a partir de las características que los definen. Rocket tiene un sentido del humor sarcástico y cínico, mientras que Peter tira de muchas referencias ochenteras y picardía en sus interacciones con el resto. Drax aporta comedia debido a su incapacidad para entender las metáforas y los dobles sentidos, y Gamora consigue arrancar sonrisas gracias a su tenacidad a prueba de bombas y su capacidad para abrazar conceptos aprendidos a través de Peter («Somos como Kevin Bacon!»).

Sin embargo, uno de los aspectos que más quiero destacar de la película es su equilibrio tonal. Un filme con una personalidad tan arrolladora como éste requiere de un manejo perfecto del tono de la cinta, es decir, saber conjugar los momentos más dramáticos o tensos con la comedia o los alivios cómicos sin que ninguno sufra en las transiciones de uno a otro. Uno de los mayores problemas que le encuentro al Vol. 2 de Guardianes de la Galaxia es su cierta torpeza a la hora de enfatizar el drama cuando toca y romper la emoción o tensión de ciertas escenas con gags cómicos que no funcionan o simplemente están mal distribuidos.

En esta película cada broma aterriza con criterio y en el lugar adecuado y cada secuencia emocional tiene espacio para respirar y atravesar el corazón de los espectadores (el prólogo del joven Peter, el rescate de Gamora en pleno espacio, el sacrificio de Groot, Peter atrapando la piedra en el final). Además, el uso de la música es excelente porque tanto los icónicos éxitos que suenan en el filme como la composición de Tyler Bates aparecen en momentos adecuados y siempre con el propósito de mejorar la escena sin quitar protagonismo a lo que vemos en pantalla. Y quiero destacar cómo Gunn utiliza canciones buenrrolleras u optimistas en montajes en los que los personajes se encuentran en problemas, ya que curiosamente crea un contrapunto al montaje en cuestión que le sienta de maravilla (véase la entrada de los Guardianes a la prisión). En definitiva, existe una armonía entre drama y comedia, ya que ambas saben qué duración necesitan tener y cuando es necesario destacar una por encima de la otra. Gunn mide con precisión de cirujano lo que requiere cada escena y nos regala una clase maestra de tono y equilibrio.

Guardianes de la galaxia (2014) dirigido por James Gunn
Chriss Patt en «Guardianes de la galaxia» (2014) dirigido por James Gunn

Voy terminando. A lo largo de dos actos hemos vivido el encuentro de cinco seres muys distintos entre sí, su desconfianza mutua, su necesidad de trabajar en equipo para sortear diversos problemas y complicaciones, y finalmente abrirse los unos a los otros para ser más fuertes unidos y tener una posibilidad de vencer a Ronan. En el último acto, todo lo cimentado explota en pantalla y asistimos a un espectáculo audiovisual de primer nivel. El ataque de los Ravagers y los Guardianes a la nave de Ronan es enormemente disfrutable, la llegada de los Nova Corps y su conexión entre naves para frenar a Ronan es emocionante y todos los personajes tienen momentos para brillar y demostrar que su rol es tan importante como el del resto.

James Gunn ha sabido manejar en todo momento el ritmo de la película con brillantez, y ahora hay que aumentar el tempo y la urgencia dramática para que el clímax se sienta épico y trascendental, y el resultado es simplemente perfecto. Cuando una historia contiene personajes que han sido construidos con cariño y con conflictos individuales que funcionan para la unión del grupo, alcanzamos la última media hora con el corazón en un puño y la sensación de que asistimos a algo muy especial. Gunn no deja nada al azar y cierra las subtramas y los arcos de los personajes con mucha elegancia y criterio, creando una sensación de unidad narrativa que emociona.

El personaje de Groot ha funcionado durante casi todo el filme como alivio cómico, pero uno de los momentos más emocionantes de la película lo protagoniza él, al sacrificarse por sus amigos y pronunciar por primera vez una frase de tres palabras que condensa toda la película: «Nosotros somos Groot.» Este personaje sólo era capaz de verbalizar una frase para comunicarse: «Yo soy Groot.» Sólo Rocket era capaz de entenderle (es una relación muy similar a la de Han Solo y Chewbacca), pero en el último instante de su vida crea una cúpula de protección con su cuerpo para salvar a sus amigos, y con la citada frase define su relación con ellos y el viaje que han vivido juntos. Es una forma preciosa de resumir el camino andado y mostrarnos que una simple palabra, un mero detalle, un pequeño gesto son capaces de extrapolar sentimientos más complejos de manera sencilla y directa.

El clímax de la película es una síntesis del tono y estilo que James Gunn imprime a la historia. El villano parece haber ganado y se dispone a destruir a los héroes y la ciudad de Xandar, pero de forma totalmente inesperada, Peter comienza a cantar y bailar frente a Ronan. Los espectadores asisten a la escena estupefactos y desconcertados porque jamás hemos visto nada similar, porque dicha secuencia rompe con todo lo preestablecido en un clímax de este tipo de películas, y nos pilla por sorpresa. Pero lo mejor está por llegar, porque el baile de Quill es una simple distracción para que Rocket destruya el martillo de Ronan y Peter pueda atrapar la piedra, sacrificando su propia vida para salvar la del resto. Y en ese mismo instante volvemos al inicio. Peter está siendo destruido lentamente por la piedra, gira levemente su cabeza y ve a su madre pidiéndole que le coja su mano. Peter lleva toda su vida arrepentido por no haberlo hecho cuando tuvo la oportunidad, así que este breve flash funciona como cierre de una cicatriz que nunca sanó y que le ha perseguido de por vida. Volvemos a la realidad y observamos que es Gamora la que pide su mano, en un gesto que termina de conectarlos del todo, y a ella se unen Drax y Rocket, siendo capaces de soportar el poder de la piedra porque están unidos, reflejando su estado como grupo en una preciosa metáfora final.

‘Guardianes de la Galaxia’ es una de las mejores películas del género de superhéroes porque supo destruir las preconcepciones del género, subvertir nuestras expectativas y regalarnos una historia con personalidad abrumadora, personajes ricos y carismáticos, equilibrio en su tono y una dirección portentosa de James Gunn que le coronan en el género como uno de sus exponentes más interesantes. Al fin y al cabo, Peter, Gamora, Drax, Rocket y Groot son seres sin familia que han sabido encontrarla los unos en los otros, demostrando que las diferencias pueden ser ignoradas si el motor que nos mueve es la voluntad de conectar, confiar, amar. Y no existe nada más universal.

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