Katharine Hepburn es mucho más que la única actriz con cuatro Oscars. Mas allá de una longeva carrera siempre en lo más alto, Hepburn fue realmente importante para parte de la sociedad norteamericana. Con su fuerte independencia y marcado carisma fue capaz de romper estereotipos y crear otro modelo de mujer.

La construcción de este nuevo paradigma femenino se realizó con pequeños gestos como disfrazarse de hombre, beber, fumar, llevar pantalones – por lo que aun entonces podía ser arrestada- y con otros más grandes para la época como ir a la universidad, declararse feminista, divorciarse para continuar con su carrera profesional elegida libremente y tener relaciones o enamorarse de quién le diera la gana, aunque fuera una persona casada con hijos como Spencer Tracy.

De tal palo tal astilla, sus padres eran progresistas -madre declarada feminista y padre urólogo con marcada conciencia social-. Kate tuvo una infancia maravillosa solo ensombrecida por el inesperado suicidio de su hermano Tom. Mientras se gradua en Historia y Filosofía en la Universidad de Filadelfia continua su coqueteo con la interpretación y decide definitivamente convertirlo en su profesión.

Katharine Hepburn en la obra de teatro El marido de la amazona
Katharine Hepburn con 24 años en la obra de teatro «El marido de la amazona» en Broadway

Kate no destaca en sus primeras actuaciones profesionales en Broadway. Es despedida constantemente y no solamente por su actuación, sino también por su carácter. Gracias a la obra El marido de la amazona su figura empieza a tomarse en cuenta y consigue una prueba de cámara para la productora RKO que se materializa en un papel en ‘Doble sacrificio’ de George Cukor. ¡Bingo!, Hepburn consigue el éxito a la primera y se posiciona como una de las figuras más prometedoras del Star system hollywodiense.

«Yo no soy buena actriz, solo hay que elegir bien los papeles». Katharine Hepburn

Con su tercera película ‘Gloria de un día‘ consigue su primer premio Oscar, que no recoge porque se va de viaje a Europa pensando que no va a ganar. No volvería a ganarlo hasta 34 años después por ‘Adivina quién viene esta noche‘ y aun tendría dos estatuillas más, pero nunca recogió sus premios. Este es uno de los detalles más llamativos de su biografía y que ayudó a incrementar su aura de outsider. Sin embargo sí acudió a la gala de 1974 para entregar el Premio Irving G. Thalberg al productor Lawrence Weingarten. Genio y figura, Kate acudió a la gala vestida con un pijama en denuncia de la frivolidad de este tipo de ceremonias.

En lo estrictamente personal, Katharine Hepburn tampoco seguía las reglas. Tras seis años de matrimonio se divorció en 1934 del empresario Ludlow Ogden Smith porque el matrimonio era incompatible con su carrera. Tuvo una aventura con el famoso millonario fanático de la aviación Howard Hughes y hasta con John Ford, quizás una de los mejores directores de la historia del cine. En ‘La mujer del año’ conoce a Spencer Tracy, quién dicen fue su gran amor y con quien rodaría hasta nueve películas. Spencer era un católico convencido casado y con dos hijos que nunca se divorció, pero Kate permaneció de alguna manera a su lado durante 27 años.

«Habría hecho cualquier cosa por Spence. ¿Por qué? Era un misterio para mi!». Katharine Hepburn

Hay rumores que documentan que su relación era pura publicidad dado que ambos mantenían relaciones homosexuales paralelas. Puede que fuera cierto o puede que ambos verdaderamente se amaran y además fueran simplemente libres. Me decanto por esta segunda opción tras escuchar lo que Kate escribió para Tracy una vez fallecido. Una carta así solo se escribe desde el amor.

No solo su estilo de vida la convirtió en el paradigma de la mujer contemporánea, también películas como ‘La fiera de mi niña‘ o ‘Historias de Filadelfia‘ ayudaron a forjar esta figura. Hizo famoso un nuevo modelo femenino con su delgadez y energía rompiendo con el estereotipo de mujer curvilínea o de carácter débil impulsado hasta entonces.

Su imagen en pantalla representaba un nuevo patrón de mujer independiente, inconformista y moderna y muchas mujeres norteamericanas empezaron a imitarla. Algo que ya empezaron a dibujar Greta Garbo o Marlene Dietrich, pero que Hepburn lleva a su máxima expresión gracias a su coherencia y determinación. Katharine Hepburn es, en definitiva, una verdadera pionera del feminismo al poner de moda la independencia de la mujer en unos tiempos donde estaba subyugada al machismo imperante en la sociedad.

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