
‘Jurassic World: El Reino Caído’ es la secuela del decepcionante filme de Colin Trevorrow estrenado en el año 2015. A lo mandos de la dirección se encuentra Juan Antonio Bayona, uno de los máximos exponentes del cine español en la actualidad y uno de los directores más estimulantes a nivel visual ahora mismo. Bayona recoge el testigo de Trevorrow con el objetivo de expandir la franquicia por nuevos derroteros y dejar su impronta en la cinta sin desechar las características establecidas anteriormente en la saga. No obstante, El Reino Caído se ahoga en un mar de estupidez a causa de un mediocre guion que imposibilita a Bayona mantener a flote una saga que no ha parado de tropezar desde ‘El Mundo Perdido’.
Interés disperso
El principal problema de la película es su incapacidad para desarrollar situaciones presentadas en el filme y que parecen tener relevancia en primera instancia. Hay 3-4 tramas distintas que tiene relación más o menos directa, pero nunca se sienten naturales y complementarias entre ellas, sino una mezcla de elementos que no conjugan con fluidez y que son ignorados o desechados para mostrarnos dinosaurios en pantalla. El personaje de Maisie (una estupenda Isabella Sermon) tiene mucho potencial y se le da cierta relevancia a lo largo del filme, pero nunca sabes por qué es importante ya que la película esquiva darnos información sobre ella y además se encuentra en un lugar opuesto al de la acción. Cuando llega su momento de brillar y mostrarnos su importancia, su conflicto queda diluido inmediatamente por una escena de acción y no se vuelve a retomar porque hay que cerrar la historia.
Por otra parte, la cinta tiene atractivo inicial porque no sigue lo establecido por las anteriores, sino que busca expandir las posibilidades que posee y conducir la saga por otro camino. Sin embargo, el camino por el que es llevado está repleto de clichés y situaciones sin fuerza, provocando que resulte más interesante por lo que pueda ocurrir en la tercera entrega que por cómo se ha llegado a dicho lugar en esta película. Además, a lo largo de ‘Jurassic World: El Reino Caído’ siento que varias escenas no aportan nada a la trama principal y no hacen avanzar la historia; funcionan como paradas obligatorias para que ciertos personajes interactúen con dinosaurios, creando estatismo narrativo que diluye su ritmo. Para rematar, los villanos de la película son tópicos andantes unidimensionales y sin conflicto alguno. Estoy cansado de ver antagonistas movidos solamente por la codicia y sin motivaciones más allá de la económica o política. Es aburrido y me parece de una enorme vaguez por parte de los guionistas (Derek Connolly y Colin Trevorrow).
Alguno de los temas que toca la película son interesantes y funcionan como espejo de nuestra sociedad, pero no se ahonda lo suficiente en ellos. La lucha por la protección de los animales y su derecho a vivir aunque hayan sido creados por el ser humano de manera artificial es un aspecto que permanece presente durante toda la película, y a ratos consigue su objetivo. El problema es la dispersión que tiene la cinta, ya que nunca se concentra en una temática por mucho rato y en vez de sentirse parte indisociable de la historia parece sobrevolarla en la distancia. También hay pinceladas sobre nuestra humanidad o ausencia de ella, así como la responsabilidad del ser humano en su camino hacia su propia extinción y el resto de especies a causa de nuestro egoísmo intrínseco, pero el filme nunca se para lo suficiente a desarrollarlo y se siente una oportunidad perdida en vez de una virtud merecida.
Acción-reacción
‘Jurassic World: El Reino Caído‘ tiene aspectos rescatables, pero quedan ensombrecidos por su enorme cantidad de defectos. Los primeros 45 minutos funcionan regular pero al menos asistimos a una escena inicial bastante potente, una secuencia de acción en la isla realmente espectacular y pinceladas de personalidad por parte de Bayona en la segunda mitad, realzadas por la hermosa fotografía de Óscar Faura. Pero todo esto cae en saco roto si el comportamiento de los personajes no encaja con los eventos que vemos en pantalla.
Bayona es un gran director, pero no sé qué ha pasado con su dirección de actores en esta película porque hay un fallo de base en la caracterización de los personajes, sus reacciones y decisiones a lo largo del filme. El director español quiere imprimir un tono algo más oscuro y cercano a su sensibilidad como cineasta, pero los personajes rompen dicho tono con reacciones extremas y caricaturescas a secuencias en las que sus vidas están en peligro. No puedo comprar una escena de tensión en la que un dinosaurio se encuentra a tres metros de un personaje si éste reacciona gritando de forma desquiciada para generar una carcajada en el espectador o aliviar dicha tensión de la escena.
No puedes conjugar ambas cosas todo el tiempo porque al final la película se queda en un terreno de nadie que no convence a unos ni a otros. No me parece mal que existan secuencias de dinosaurios con alivio cómico o lugar para que el espectador respire, pero también necesito que exista lógica interna y los personajes sientan un miedo coherente en base a lo vivido. No sabéis la cantidad de escenas que tiene el filme en la que un personaje está siendo atacado por un dinosaurio y, cuando se siente a salvo durante sólo un segundo, se ríe, sonríe o grita de júbilo como si no hubiera estado a punto de morir. Estas reacciones matan la escena porque la aligeran de forma abrupta y eliminan su urgencia dramática. Necesito que haya congruencia entre una situación de vida o muerte y las sensaciones que dicha situación crean esa persona, porque entonces se crea una barrera de incredulidad y frialdad con el espectador.
Hablemos del guion. Trevorrow y Connolly parecen tener claro hacia dónde desean llevar la saga, pero no creo que sepan cómo hacerlo. Hay numerosas situaciones forzadas, ‘deus ex machina’ y escenas que sólo sirven como efectismo barato para crear tensión o suspense, pero que carecen de toda lógica respecto a las reglas que el propio filme ha presentado. No puedes decirme que un dinosaurio modificado genéticamente tiene un olfato superdotado y una hora después mostrarme a los protagonistas escapando de dicho dinosaurio porque ha sido incapaz de encontrarles por su olor aunque están a dos metros de éste. Como esta situación hay varias en ‘Jurassic World: El Reino Caído’ que me frustran muchísimo porque rompen la magia del «make believe» y la suspensión de la incredulidad salta por la ventana.
Siguiendo por este camino, hay al menos 4-5 ‘deus ex machina’ durante el filme que me hicieron poner los ojos en blanco. Hay ciertos conflictos en escenas específicas que Trevorrow y Connolly resuelven con la aparición de un dinosaurio o persona en el momento justo para que la trama pueda avanzar. Me parece un recurso tan amateur y vago que me crea una rabia tremenda. Sobre el guion se cimienta toda la película y si éste falla, difícilmente el resto se va a mantener a flote. Creo que como espectadores tenemos el derecho a exigir un poco más de trabajo a la hora de perfilar personajes y construir situaciones que se sientan verídicas en el contexto del filme. Los guionistas han querido innovar transitando un nuevo camino para la saga, pero nadie va al volante.
Termino puntualizando un detalle del que seguramente se hablará bastante cuando la audiencia vea el filme: la construcción del conflicto para la tercera entrega procede de una decisión específica cuanto menos polémica. No os diré de qué se trata, pero a mí personalmente me ha hecho removerme en el asiento porque, repito, bajo mi punto de vista no tiene sentido alguno y fuerza la máquina (y la paciencia del espectador) para que podamos tener una película más de esta franquicia. No puedes establecer la tercera entrega de esta nueva saga por la decisión aislada de un personaje, una decisión que puede acarrear unas consecuencias devastadoras.
En resumen, ‘Jurassic World: El Reino Caído’ es tan decepcionante como su predecesora y sólo chispazos concretos a lo largo de la cinta nos recuerdan que Juan Antonio Bayona está tras la cámara, y el acabado visual es mucho más competente que la anterior. No obstante, ni siquiera Bayona puede escapar indemne porque un filme supone el trabajo conjunto de numerosos profesionales, y la gran cantidad de problemas que le veo a la película le hacen responsable en mayor o menor medida del resultado final. El guion es lo peor del filme sin lugar a dudas y soy realmente escéptico ante la tercera entrega porque Trevorrow vuelve a dirigirla.
Cuando voy al cine, me gusta introducirme en un universo distinto con reglas propias, pero dichas reglas deben ser coherentes con su propio universo. ‘Jurassic World: El Reino Caído’ abusa de trampas para que la sensación en el espectador sea más importante que la lógica de dichas decisiones. Es una verdadera lástima, porque me encanta Bayona y es la primera vez que salgo de una de sus películas decepcionado.