El salto HALO hace referencia a las siglas High Altitude Low Opening, algo así como gran altitud, baja apertura, una técnica de paracaidismo empleada por las unidades militares de élite para aterrizar sin ser detectados en terreno enemigo. En el rodaje de ‘Misión imposible: Fallout‘, Tom Cruise se convierte en el primer actor de un largometraje comercial que salta de un Boeing C-17 Globemaster III desde una altura de 7.500 metros. El retraso provocado por el accidente de Tom Cruise hizo que el momento de rodaje coincidiese con el invierno en Inglaterra, lo que imposibilitó que el actor concluyese el entrenamiento necesario.

“Necesitaba formación muy intensa en paracaidismo, porque la secuencia era muy técnica, y, si te digo la verdad, muy peligrosa”. Tom Cruise

Parte de la formación para el salto HALO tuvo lugar en los Estudios Leavesden de Inglaterra, en donde Neil Corbould, el supervisor de efectos especiales, dirigió la construcción del mayor túnel de viento vertical del mundo. Un túnel de viento normal para formación en paracaidismo tiene un motor de 800 kilovatios que produce vientos de 130 kilómetros por hora. El túnel construido para la producción hacía posible suspender en el aire a cuatro personas a más de 18 metros de altura.

Después de concluir el rodaje principal en febrero de 2018, la unidad de paracaidismo se desplazó a Abu Dhabi para comenzar la formación de Tom Cruise, que tenía que acumular un mínimo de 100 saltos antes de que pudiese comenzar el rodaje de la escena del salto HALO. Además, Cruise y Cavill tenían que recibir formación sobre el uso de oxígeno en vuelos a gran altitud.

“El mayor riesgo a 7500 metros de altitud es la hipoxia, que es la privación de oxígeno”, explica Allan Hewitt, un antiguo saltador de los Red Devils (el equipo de exhibición del Regimiento de Paracaidistas del Ejército Británico), que montó un equipo experto de saltadores para que colaborasen con Cruise en la secuencia. “Primero te pones eufórico… y a continuación el cerebro deja de funcionar”.

Rodaje de la escena del salto HALO

La escena de acción del salto HALO planteaba un nuevo desafío, con consecuencias potencialmente mortales. A 7.500 metros de altura, Cruise y Cavill tenían que usar máscaras de oxígeno, pero como las máscaras normales cubren el rostro, fue necesario desarrollar y construir unas máscaras de “héroe”, cometido que correspondió al departamento de atrezo.

“Necesitas un equipo de oxígeno especial, y los únicos que lo tienen son los militares”, explica el experto en salto en paracaídas. “Su equipo está diseñado para salvarte la vida hasta que llegas a una altura segura. No está diseñado para hacer nada en caída libre, así que tuvimos que adaptar todo el equipo de oxígeno. Querían un casco integral que pudiese usarse a 7.500 metros de altura, y eso era algo que nunca se había hecho, por lo que tuvimos que empezar desde cero y averiguar cómo hacerlo.”

El calendario de formación para el salto HALO era muy riguroso. Un día tras otro, Tom Cruise saltaba cuatro o cinco veces desde el Twin Otter, y después de la comida, saltaba tres veces más desde el C-17. La mayoría de los saltadores que entrenan con esa intensidad no lo hacen durante más de dos semanas sin tomarse un descanso, pero para el momento en que comenzó el rodaje, Cruise llevaba haciéndolo más de cuatro semanas.

“Pensé, bueno, estoy en forma, saltaré entre 10 y 15 veces al día, y nos quitamos de encima esto del salto, cuando empezamos a hacerlo pensé, ¡buf! Hacer aquello fue una auténtica paliza para todos nosotros.” Tom Cruise

En la escena, Hunt salta del C-17 para rescatar a Walker, que ha saltado del avión y ha quedado inconsciente a causa de un rayo. El intento de rescate requiere una serie de complicadas acrobacias en caída libre que incluso a saltadores expertos les resultaría difícil dominar. Si a esas dificultades le añadimos el hecho de que Christopher McQuarrie y Tom Cruise querían que la escena tuviese lugar durante el crepúsculo, lo que significa que únicamente tenían una oportunidad al día de rodarla, tendremos un nuevo ejemplo de desafío imposible.

Salto HALO de Tom Cruise en Misión imposible: Fallout
Salto HALO de Tom Cruise en «Misión imposible: Fallout»

Una de las mayores dificultades a las que se enfrentó Tom Cruise fue saltar desde el C-17. “Es una gran aeronave que vuela a 250 kilómetros por hora”, dice Hewitt. “Al saltar te encuentras con grandes turbulencias procedentes de la parte inferior. Tienes que recibir esa turbulencia de lleno en el pecho, el efecto es muy similar al de una patada en el cuerpo. Después tienes que emplear ese flujo de aire para que te ayude a descender volando hasta tu objetivo. Tom descendió en caída libre a unos 250 kilómetros por hora, aproximadamente, y cuando llega a la altura de Walker, tiene que echar el freno. Hace falta una técnica muy depurada para que salga bien”. 

“Quería que el público tuviese la impresión de que estaba directamente allí, en medio de la acción. No había nada bajo control, y creo que esta secuencia lo transmite perfectamente”. Tom Cruise

Se recurrió al veterano fotógrafo aéreo Craig O’Brien para rodar la secuencia. O’Brien tiene más de 23.000 saltos a sus espaldas, la mayoría de ellos como operador de cámara. Para captar la toma, ensayó los movimientos en intrincado detalle con Cruise. Además de las complicaciones de la coreografía del salto, O’Brien usaba una cámara Red Weapon con una lente IMAX sujeta al casco. No solo era enormemente pesada (aproximadamente 10 kilogramos) sino que además tenía que enfocar la cámara sin poder mirar por el visor. Diseñaron un dispositivo en colaboración con el fabricante de lentes Panavision que permitió a O’Brien enfocar cuando filmaba a Cruise de cerca y después cambiar automáticamente el enfoque midiendo la distancia a medida que se alejaba. La lente IMAX no se había utilizado nunca en caída libre. 

Tres minutos para grabar la toma

Tom Cruise hacía entre cuatro y seis saltos de ensayo al día. Y justo al ponerse el sol, cuando las condiciones de iluminación eran las idóneas, McQuarrie filmaba el salto final del día. “Teníamos tres minutos para hacer la toma” dice el director. “Si no lo lográbamos, sabíamos que tendríamos que volver al día siguiente. Así que la tensión se iba acumulando a lo largo de la jornada.

La secuencia se dividió en tres secciones, cada una de las cuales requirió mucha formación, una meticulosa planificación y días de ensayo y rodaje. “Pensábamos que la primera parte iba a ser imposible, pero cuando llegamos a la segunda parte, nos dio la impresión de que el primer salto había sido sencillo”, dice Cruise con una carcajada. “Al final conseguimos hacer bien la sección dos, y todo el mundo se emocionó. La sección tres acabó siendo extenuante. Teníamos que encontrar la manera de conectarla a la sección dos, cuando por fin conseguía agarrar al doble de Walker. Estaba tratando de mantenerme agarrado a él cuando la fuerza centrífuga casi me desencaja los brazos. Los tendones de los brazos y la espalda se tensaron al límite. A Craig, el operador de cámara, le pasó lo mismo. 

“Después de que McQ, Jake y yo visionásemos la última toma de la sección tres, llamamos al equipo de rodaje para que se reuniese, y se la mostramos”, añade Cruise. “Fue como si todos tomásemos la decisión de común acuerdo: Lo habíamos logrado – ¡la película estaba terminada!

Todo el mundo estaba emocionado y orgulloso de lo que habíamos logrado. Es una de las mejores sensaciones que se puede tener, y el motivo de que yo sea un adicto a los rodajes. Es la sensación que tienes cuando trabajas con personas con un enorme talento, en todos los departamentos, a las que les encantan las películas y entretener al público. Las sensaciones en esos momentos son inenarrables, y nunca se borran de tu memoria.” 

Fuente: Paramount Pictures

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