Necesidad. Oportunidad. Sobrevivir.  Irene sabe lo que es. Petrópolis. No. No es una ciudad del futuro. Es una prefectura en Río de Janeiro. Allí vive ella, con sus cuatro hijos y su marido, con su hermana y su sobrino. Juntos, Siempre juntos (Benzinho). Aunque la distancia no hace el olvido.  

Irene (Karine Teles) y Klaus (Otávio Müller). Vendedora ambulante y propietario de una copistería sobreviven gracias a los pocos ingresos que estos empleos generan, reconfigurado la familia a cada situación que se le presenta. Se les presenta la hermana de Irene, Sônia, huyendo de un marido maltratador. Se les presenta la emigración del hijo mayor a Alemania para cumplir el sueño de jugar en un equipo profesional de balonmano. Se les presenta una casa, donde viven, desmejorada por el paso del tiempo y una nueva casa interminable por la falta de recursos económicos. Situaciones. 

Situaciones de la vida diaria. Tuyas, mías, de cualquiera. ‘Siempre juntos (Benzinho)’ nos retrata eso mismo: las adaptaciones de unas personas a las circunstancias. La vida es lo que pasa mientras tú haces otros planes. Esto es lo que refleja Gustavo Pizzi en su nueva película. 

Planes  que no reflejan la voluntad de los personajes principales pero que sí reflejan la voluntad de seguir adelante. Gustavo Pizzi y Karine Teles nos proponen un guión dramático. Dramático en su superficie pero que, en lo profundo, esconde una búsqueda de la felicidad. Felicidad como ese estado de ánimo de la persona con sus circunstancias, independientemente si estas son buenas o malas, y tergiversar lo malo en lo bueno. Es el punto de vista; el ojo que mira, lo que pinta lo dramático en algo fructífero. En el drama también hay felicidad. Es el camino que nos muestra ‘Siempre juntos (Benzinho)’: de las situaciones dramáticas a las situaciones felices. 

En definitiva, Gustavo Pizzi nos propone este recorrido audiovisual centrado en la felicidad. Felicidad como un todo, independientemente del contexto. ‘Siempre Juntos (Benzinho)’ no es un drama. Nos muestra el poder de las ganas de vivir. Vivir afrontando las circunstancias. Vivir y, sobretodo, vivir feliz.

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