La sombra de la ley‘ tiene todos los ingredientes para ofender a aquellos que creen que el cine español no sabe hacer acción, que debe tener aspiraciones mínimas o que debe plantear una experiencia tan catártica que aleje al espectador no ya de la butaca, sino de la sala. Ante todos esos esnobismos se alza la nueva película de Dani de la Torre, un thriller absorbente y bien rodado, una muy buena película de acción, que asegura dos horas de disfrute.

‘La sombra de la ley’ se llama en inglés ‘Gun City’, “ciudad de pistolas” y ese nombre le hace mayor justicia a la historia, porque las pistolas son la clave. El robo de un tren lleno de armas para el Ejército en la Barcelona de los años 20 es el punto de partida del guión de Patxi Amezcua, que ha escrito una ciudad efervescente de diversión y reivindicación política, pero atravesada por los chantajes, los ajustes de cuentas, las corruptelas… La fotografía de una España carcomida por la corrupción y la violencia.

El personaje protagonista, interpretado por un infalible Luis Tosar, es un policía que llega a la Ciudad Condal para colaborar en la investigación sobre el asalto al tren. Es un héroe ambivalente, que se halla con su misterio en medio de la guerra que mantienen, contra todos los demás pero también contra sí mismos, los obreros huelguistas, las élites adineradas, los mafiosos, los poderosos y una policía corrupta que está a punto de ser desautorizada por la salida del ejército a las calles para contener el polvorín en que se ha convertido la ciudad.

Cada personaje se mueve a contrarreloj y todo el reparto responde con solvencia a esa tensión interna de la cinta, que es precisamente uno de los elementos de su magnetismo. Michelle Jenner, una joven anarquista comprometida con sus ideales y Macarena Torrebejano, una cabaretera en manos de un tirano, son la parte femenina de un casting en el que destacan los siempre sólidos Manolo Solo y Vicente Romero y un fascinante Ernesto Alterio.

Como en ‘El desconocido‘, la película que puso su nombre en boca de todos, Dani de la Torre muestra en ‘La sombra de la ley’ una habilidad maestra para el ritmo y también una cierta preocupación porque la acción no sea acción pura. Por eso, toda la película está llena de mensajes de carga social que reflejan el espíritu de la época; es un trasfondo con mensaje que no estorba, pero hay que confiar en que no sea una manera consciente o inconsciente de hacerse perdonar su capacidad para el cine de entretenimiento.

Esta película no necesita disculpas de ningún tipo: divierte, emociona y te mantiene pegado a la butaca. Eso es cine.

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