No hay príncipes azules, fantasía, ni finales con besos apasionados. No hay suspiros, no hay escapismo. Hay una ola de imágenes que te llevan a contactarte con la realidad a través de personajes que se desenvuelven en un contexto real, sin maquillaje. Hay un cine latinoamericano que apunta a historias marginales. En ellas, el realismo sucio es bienvenido y visto como un estilo que identifica a la narrativa cinematográfica, desde la creación del guion hasta la fotografía, edición y propuesta artística. Se trata entonces de una relación que acierta entre el realismo sucio (movimiento literario) y narrativas del séptimo arte cuyo protagonismo recae en las historias de ciudadanos comunes.

Realismo sucio y características

El realismo sucio, movimiento literario que surgió en Estados Unidos alrededor de los años setenta y ochenta, planteó un nuevo enfoque y estilo de contar historias. Se tratan de historias grises, con héroes menores como personajes, que viven sus vidas comunes con dificultades y paradojas alejadas de lo extraordinario y de lo heroico. Entre las características del realismo sucio se destacan la simpleza del lenguaje en el relato, sin uso de adjetivos, adverbios, ni de expresiones grandilocuentes. Este realismo es catalogado como sucio: no ha pasado por ningún tratamiento fantástico o de ficción que haya alterado su realidad.

Principales características del movimiento literario que son aplicables al cine:

1.-  En las historias se presentan personajes como seres en donde convergen crisis, corrupción de valores, marginalidad, injusticias, vicios y placeres, disparidades sociales, banalidades… Se presentan historias aterrizadas en la realidad, con ausencia de elementos fantásticos, en donde se representa una mirada al contexto social.

2.- Los finales suelen ser abiertos con el propósito de invitar al espectador a que sea él quien le dote de sentido y reflexión.

3.- El objetivo de contar la historia no es la realización de un juzgamiento de los actos acontecidos, sino la demostración de otras caras y situaciones de la vida como la muerte, la soledad, la frustración, el dolor, la decepción, entre otros aspectos.

4.- El lenguaje utilizado es coloquial, el cual se inspira en el contexto en donde se desarrolla la historia. No utiliza adjetivos, adverbios o expresiones que maquillen la realidad.

5.- La descripción se asemeja a la función de una cámara fotográfica la cual va registrando y contando minuciosamente la historia, sin manipulación o adorno alguno, sino con las propias características que la identifican en su contexto histórico y social.

6.- Los personajes que participan en la historia están concebidos según los propios rasgos de ciudadanos comunes, aquellos que viven al margen de las instituciones sociales y cuyas historias no salen precisamente a deslumbrar la esfera pública.

7.- El narrador del realismo sucio busca adentrarse en las situaciones que contará en el relato, de la forma más apegada a ella, utilizando al lenguaje como su principal arma para expresar de la forma en cómo lo harían sus personajes, para describir las situaciones con tal minuciosidad que permita a los lectores visualizar y sentirse como en la piel y en las emociones de los personajes.

A continuación algunas películas latinoamericanas que reflejan el realismo sucio:

Los olvidados (México). Luis Buñuel, 1950

Filmada en el México de los cincuenta, Luis Buñuel revolucionó la sociedad mexicana al llevar esta historia a la pantalla grande. En ella se refleja varias tragedias protagonizadas por unos adolescentes que viven en un barrio marginal de la Ciudad de México. La marginalidad es el escenario donde se desarrolla la historia mezclada con el toque de surrealismo de Buñuel. Este filme es uno de los más importantes del cineasta, una película nombrada como Memoria del Mundo por la Unesco.

La vendedora de rosas (Colombia). Víctor Gaviria, 1998

Las calles de Medellín es el plató donde se desenvuelven las historias de varias niñas que, debido a su contexto socio económico, se dedican a vender rosas a las personas. En este ambiente marginal se puede observar la pérdida de la infancia e inocencia de ellas, niñas rodeadas por vicios, pobreza y la propia muerte. A través de Mónica, su protagonista, Gaviria retrata la realidad social de los niños cuyos hogares disfuncionales no tienen la atención de nadie.

Ciudad de Dios (Brasil). Fernando Meirelles, Kátia Lund, 2002

A través de la historia de ‘Ciudad de Dios‘ se puede admirar una de las obras cinematográficas brasileñas más importantes y aclamadas por la crítica. Se trata de un filme que recoge la realidad de una favela de Río de Janeiro, el crimen organizado, la delincuencia juvenil y el ‘reinado’ del tráfico de las drogas. Su historia esta basada en hechos reales y tiene como protagonistas a Buscapé, un niño de 11 años sensible ante la violencia de su barrio, y Dadinho cuyo sueño es convertirse en el criminal más poderoso del lugar. A través de ellos, Meirelles presenta la dos caras de una realidad social que es azotada por la violencia.

Ratas, ratones, rateros (Ecuador). Sebastián Cordero, 1999

Ratas, ratones y rateros’ pone en escenario el contexto social del Ecuador a finales de los noventa. En el filme se puede conocer la historia de un ex delincuente no rehabilitado que continúa sumergido en el mundo marginal. Por otro lado, su primo Salvador es un adolescente que por medio de su rebeldía conocerá las consecuencias que pueden conllevar sus actos. A través de estos dos personajes surgirán otras subtramas de adolescentes comunes, cuyas vidas reflejan también esa “suciedad” y violencia que no mide las clases sociales, sino que son parte de la realidad social que se puede presentar en la vida de las personas.

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