
‘Roma‘ de Alfonso Cuarón es de lo mejor que pasó este año por el Festival de San Sebastián, sin lugar a dudas una obra maestra donde el cineasta mexicano firma su mejor película hasta el momento y su proyecto más personal basándose en su propia infancia. El filme construye un emotivo retrato de la cotidianidad, de las jerarquías sociales, así como una inmensa muestra de amor a todas las mujeres que le rodeaban cuando tenía apenas nueve años. Ahí están la madre, la abuela, la hermana y la propia criada. Y es esta última a quien dedica Cuarón su película. Una mujer de clase baja y origen indígena que se convirtió en parte de su familia cuidando de él y sus hermanos, y llegando a ser su segunda madre. Porque se deja entrever nuevamente como subyace en su cine el tema de la maternidad. Todo contextualizado en medio de la agitación política que sacudía el país en la década de 1970.
La película sigue a Cleo, interpretada por Yalitza Aparicio, una actriz sin experiencia en la actuación que da vida de manera muy creíble a la joven criada que trabaja para la familia Cuarón en la Colonia Roma, un barrio de clase acomodada venido a menos en la Ciudad de México. La ambientación está muy lograda rozando la perfección en todos sus detalles. Incluso en algunas escenas el idioma que se habla es el mixteco (cuarta comunidad lingüística indígena por su número de hablantes en México) y que es la lengua materna de Cleo.
Las luces y sombras de la fotografía en blanco y negro que asume el propio Cuarón son de una belleza y un encanto únicos. Utiliza multitud de planos secuencia con el objetivo de ser lo más objetivo posible, sin adoptar puntos de vista que pudieran subjetivar la narración. Se nota ya su experiencia como director y como el uso de planos tan abiertos le ayuda a dar peso a los personajes y al entorno, tanto social como familiar.

El sonido puede ser tan evocador como lo visual y eso es algo que sabe bien el cineasta mexicano, por eso cada calle de la capital mexicana tiene sus propias características en la banda sonora. Los vendedores llaman la atención a sí mismos gritando, o con silbatos, flautas o campanas. Cada coche en el tráfico suena diferente. Los sonidos se mueven en ‘Roma’ de un lugar a otro cuando la cámara está en movimiento.
Solo podemos agradecer a Cuarón su enorme generosidad por compartir su intimidad y rescatarnos ese periodo de tiempo, de transformación y cambio también en lo personal. La intrahistoria de los Cuarón y de fondo las convulsiones que sufría el país por aquel momento. Todo en la película reflexiona sobre la desigualdad, sin subrayados, ni lecciones moralistas, y sobre todo, se respira autenticidad y sensibilidad. Un retrato hiperrealista que parte como favorito para ganar el Oscar de habla no inglesa y que tampoco debería pasar desapercibido en otras categorías técnicas e interpretativas. Por lo pronto ha triunfado en los premios del Círculo de Críticos de Cine de Nueva York (NYFCC) alzándose como mejor película, además de ganar la mejor dirección y fotografía y acaba de ganar el Globo de Oro a mejor director y película de habla no inglesa.
‘Roma‘ de Alfonso Cuarón tendrá un estreno muy limitado en cines. No se si Netflix perderá con esta decisión de los exhibidores españoles, pero los que perdemos seguro seremoss los espectadores porque se nos está negando la posibilidad de ver en pantalla grande una de las mejores películas de 2018. Muy difícil no dejarse atrapar por el magnetismo de ‘Roma’ de Alfonso Cuarón. Todo es una maravilla, cine en estado puro, una lección magistral. Esta película me acompañará siempre.