Lars Von Trier ha reaparecido y lo ha hecho asociado a la polémica. Su última película ‘La casa de Jack‘ narra las peripecias de un asesino en serie durante doce años. Su estreno durante el festival de Cannes en 2018, que Von Trier no pisaba desde 2011 por sus declaraciones sobre Hitler, causó una gran controversia y varias decenas de personas abandonaron la sala del cine aduciendo que la película era asquerosa o vomitiva.

‘La casa de Jack’ está dividida en cinco incidentes y un epílogo. El primer incidente marca el tono de la película. Jack –Matt Dillon, conduce su furgoneta roja por una carretera perdida, en la cual encuentra a una mujer elegante – Uma Thurman, que le pide ayuda para arreglar su coche. Poco convencido Jack decide ayudar a la mujer que insiste en mantener una conversación sobre el funcionamiento de la mente de los asesinos en serie. ¿Será ella su primera víctima? Pronto descubrimos a través de las conversaciones con su confesor metafísico encarnado en la figura de Verge –Bruno Ganz que la mente psicópata de Jack se forjó a una edad temprana y que para él el acto de asesinar se asemeja con el de crear arte, comparando sus asesinatos con la construcción de las catedrales góticas o el piano Glenn Gould.

Aficionado a la fotografía– el negativo nos revela la auténtica verdad mediante su revelado-, Mr. Sophistication, como Jack se hace llamar así mismo por la prensa, sufre trastorno obsesivo-compulsivo lo que le lleva a ser extremadamente minucioso en sus crímenes. Matt Dillon transmite escrupulosamente la frialdad de su personaje.

Cada incidente nos cuenta una muerte distinta, asesinatos, en su mayoría de mujeres, cometidos a sangre fría y perpetrados con absoluta crueldad mostrando un personaje sádico, carente de remordimientos que actúa con una violencia explícita no apta para todos los públicos: desmembramientos, amputaciones… Crispado por la ineptidud de la policía Jack decide arriesgar cada vez en sus crímenes.

The House that Jack Built dirigida por Lars Von Trier
Matt Dillon en «La casa de Jack» escrita y dirigida por Lars von Trier. Fuente: Golem

Enredado en largas conversaciones filosóficas, tratando de determinar la diferencia entre un arquitecto y un ingeniero o explicando los diferentes tipos de uva que se usan para elaborar vino, la película se enreda en dar vueltas a temas que poco o nada tienen que ver con el desarrollo de los crímenes. En este sentido la película se hace larga y se vuelve monótona, perdiendo el punto de la narración, aunque presentando un rico imaginario visual.

Una película que indudablemente lleva la esencia de su autor; un Lars Von Trier en su línea, sin ningún tipo de límite moral; un Lars Von Trier en su versión más provocadora y grotesca mostrando las características del mito asociado al serial killer americano moderno.

Aunque la fuerza y el ritmo decaen por las constantes oscilaciones entre los incidentes y las conversaciones con su conciencia-confesor, el final se resuelve en un épico descenso de Jack a los infiernos. Como en sus últimas películas, la línea entre la genialidad y la caricatura grotesca es tan fina que ‘La casa de Jackserá amada y odiada a partes iguales.

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