
‘¿Podrás perdonarme algún día?‘ dirigida por la cineasta californiana Marielle Heller recrea la vida de Lee Israel (1939-2014), que se ganó la vida en la década de los 70 y 80 escribiendo biografías de artistas como Katherine Hepburn o Estée Lauder. Cuando Lee Israel ve que ya no le publican sus libros y le falta talento para escribir, cambia su método y comienza a realizar falsificaciones. La propia Lee Israel lo contó en su autodestructiva biografía de 2008, Can You Ever Forgive Me?, que narraba no exenta de humor, sus increíbles andanzas.
Detrás de esta historia de robos y engaños subyace la más importante, la historia de dos almas perdidas que se encuentran. La amistad entre un rebelde excéntrico y una solitaria cascarrabias, que, de forma sutil, nos transmite una profunda emoción, algo que sentirá el espectador para hacer la película suya. El papel lo interpreta Richard E. Grant, un actor siempre recordado por sus inolvidables actuaciones y por ponerse en la piel de extravagantes personajes. El personaje femenino recae en Melissa McCarthy, esta vez en un registro diferente a cualquier otro de su trayectoria cómica, sin duda el mejor de su carrera, dando vida a una mujer compleja, problemática, que comete delitos, pero que también es luchadora, ambiciosa, inteligente y amante de los gatos. Magníficas interpretaciones que han sido reconocidas en las nominaciones de los Oscar, lástima que ya esté todo dicho porque méritos no les faltan para ganar la estatuilla.
La cercanía, honestidad y química que desprende la relación entre McCarthy y Grant en la pantalla es sencillamente memorable, sin duda el gran logro del filme, algo por otro lado muy difícil de ver en el cine reciente. Los personajes pueden pasar en la película de escenas cómicas a momentos realmente dramáticos que nos transportan a su mundo interior, el de la soledad de dos personas que se necesitan inexorablemente el uno del otro. Incluso que ambos personajes fueran homosexuales también era algo poco corriente, ya que en aquella época la comunidad lesbiana y la gay iban por caminos separados. Un retrato no exento de melancolía y humor sobre dos perdedores golpeados por la vida que curan sus heridas ahogándose en alcohol. Dos antihéroes que bordeando la marginalidad son capaces de transgredir la norma con insolencia y atrevimiento aunque no tan audaces como para salirse siempre con la suya.

Muy logrado el tono y el ambiente que consigue la directora. En ‘¿Podrás perdonarme algún día?‘ todo conduce hacia el intimismo. Las palabras y los silencios, siempre en el lugar adecuado. La crisis creativa y su lucha desesperada por la supervivencia como reclamo de atención para poner el foco en la psicología y la personalidad de los personajes. Y todo alumbrado con una exquisita fotografía que pone luz a las sombras de, y con permiso de Woody Allen, ese Nueva York oculto, polvoriento y literario. Un mundo de bibliotecas, librerías, apartamentos y antros. El mundo literario neoyorkino de una época, la que vivió Lee Israel.
Maravillosa en muchos sentidos, la película de Marielle Heller fluye gracias a una trama sencilla, a unos personajes reconocibles y a una puesta en escena excepcional. La honestidad que transpira y la excelente construcción del guion la sitúan en un terreno poblado de pequeños guiños inteligentes y decisiones narrativas muy logradas. Todo respira verdad. Una historia que nos recuerda que todas las personas con las que nos cruzamos cada día tienen algo increíble en sus vidas que contarnos, a pesar de que no se vean o se reconozcan. Me atrevería a decir que ‘¿Podrás perdonarme algún día?’ estará entre las mejores películas de este año. Seguro. Ha sido un grato descubrimiento.