Mirai‘ es la séptima película como director de Mamoru Hosoda, uno de los mayores exponentes del cine de animación asiático de la última década (‘La Chica que Saltaba a Través del Tiempo’ es una maravilla). En este filme Hosoda retrata la historia de una familia japonesa de clase media y los cambios que provocan la llegada de un nuevo miembro. La historia es contada desde la perspectiva de Kun-Chan, el hijo del matrimonio protagonista, y observamos cómo le afecta personalmente la llegada a casa de su hermana recién nacida. Kun-Chan se siente desconcertado por la transformación que sufre su vida diaria. Antes, al ser hijo único, todo giraba en torno a él, y ahora se siente desplazado a un lugar secundario, creando una frustración creciente en su intento por encontrar su lugar en su hogar.

La primera media hora de ‘Mirai’ me ha gustado mucho principalmente por su capacidad para contar una situación verosímil desde un punto de vista particular y hacerlo sentir natural y comprensible. Además, Mamoru Hosoda nos muestra la vida de una familia moderna, alejándose de los clichés y el conservadurismo que aún perdura en nuestra sociedad, sobre todo en Japón, en la que los roles de género siguen algo estancados. En esta película, la madre es la que se marcha a trabajar mientras el padre trabaja desde casa a la par que cuida de los niños, y es un soplo de aire fresco observar una historia de animación desde una perspectiva actual. Creo que el primer acto de la película es notable precisamente por su manera de perfilar a los miembros de la familia y mostrarnos con naturalidad cómo hemos avanzado a nivel social (y desgraciadamente, lo que nos falta por avanzar).

Mirai, mi pequeña hermana dirigida por Mamoru Hosoda
Escena de «Mirai, mi hermana pequeña» dirigida por Mamoru Hosoda. Fuente: Sherlock Films

No obstante, la segunda mitad del filme no me ha terminado de convencer por varios motivos. En primer lugar, creo que el cambio que sufre la película es bastante pronunciado y no termina de encajar lo visto anteriormente con esta sección más fantasiosa y “mágica”. Además, la historia parece querer recuperar al público más infantil y se vuelve redundante a la hora de mostrar nuevos personajes y situaciones. Llega un momento en el que asisto al desarrollo de acontecimientos con cierta indiferencia ya que hemos dejado a un lado la historia de la familia para construir mini aventuras que expandan el concepto de familia, pero nunca con el foco que necesita. Entiendo el objetivo de Hosoda y el mensaje final es muy bonito, pero creo que no lo sabe hilar de manera equilibrada. Creo que su idea tenía mucha fuerza pero no lo ha sabido rematar de la mejor manera.

En definitiva, ‘Mirai’ es una hermosa historia familiar con un inicio estupendo que nunca logra mantener a causa del cambio que se genera en un momento determinado de la trama. No me ha enganchado la parte más aventurera y el uso de saltos temporales parece anárquico de primeras y sólo tiene impacto cuando ya es tarde. No es un mal filme ni mucho menos, pero me ha dejado algo frío tras abandonar la sala.

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