En el primero de los siete segmentos que componen ‘7 razones para huir’ unos padres despiertan a su hijo para darle una inesperada noticia: desde el momento en que lo concibieron accidentalmente han intentado matarlo en múltiples ocasiones, pero siempre algo o alguien terminaba impidiéndolo. Lo interesante de este primer cortometraje radica en el potencial metafórico que un crítico disconforme puede leer en él, y es que si tomamos el filme que aquí nos atañe como el vástago de sus directores –Gerard Quinto, Esteve Soler, David Torras–, como su pequeña criatura, cabe preguntarse el porqué de no haber hecho con él lo que los progenitores de la película con su hijo; sin ir más lejos, darle muerte.

7 razones para huir (de la sociedad)’, como decíamos, se compone de siete cortometrajes que podrían tener su nexo común en la crítica social que hacen de la sociedad española en la que habitamos, de ahí su subtítulo. Unos padres que quieren matar a su hijo porque no es productivo, un casero que alquila pisos donde los anteriores inquilinos se habían suicidado por no poder pagar el alquiler, una mujer que se encuentra un hombre gravemente herido pero decide no llamar a la ambulancia porque sabe que tardará demasiado tiempo en llegar, un matrimonio que se dedica única y exclusivamente a ver la televisión, personas que de repente han olvidado qué numero sigue al siete (debe ser que quedaron traumatizados con estos siete cortometrajes y ya nunca más pudieron volver a contar)…

Pese a que pudiera parecer interesante la somera sinopsis que acabamos de señalar de cada uno de los capítulos, la propuesta no tarda en languidecer; el humor –si es que podemos hablar de humor, porque todo se torna en un absurdo que adolece en su intento de hacer reír al espectador– se extingue en los primeros minutos de su escaso –75 minutos– metraje. El empeño férreo por acometer una crítica social deja en un segundo plano la preparación de chistes, de gags que puedan funcionar (y no creo que sea algo que solo le pasa al aquí firmante, las risas durante la proyección eran mínimas a excepción de momentos puntuales donde el filme logra despegar porque deja su contenido crítico a un lado, o al menos lo relega a un segundo término).

7 razones para huir dirigida por Gerard Quinto, Esteve Soler y David Torras
Escena de «7 razones para huir» dirigida por Gerard Quinto, Esteve Soler y David Torras. Fuente: Sylvadia Cinema.

Y es que los momentos más memorables de la cinta son su principio y su final, y no parece casual que estos instantes se centren en ahondar en la familia y en la pareja. Es fácil identificarse con un hijo al que sus padres no aguantan debido a la intrincada relación que cualquiera de nosotros puede tener para con sus progenitores; es difícil, en todo caso, saber lo que ellos piensan de nosotros, y es ahí donde radica la principal gracia del capítulo, en que los padres del treintañero —que parece ser un nini– se rebelan contra él, haciéndole saber que desde siempre han querido matarlo (imagínense ustedes que algo parecido sucediera en sus casas, ¡hilarante!).

Del mismo modo, ¿qué pasaría si pensáramos fríamente en las cosas que le hacemos y decimos a nuestra pareja mientras que mantenemos relaciones sexuales? Desde esta genial premisa surge la crisis del capítulo que echa el cierre a ‘7 razones para huir’, en el que una mujer será víctima de una ingente cantidad de dudas al pensar en todo lo que su novio –a escasos minutos de convertirse en su marido– le ha podido decir bajo los efectos de la excitación sexual en la cama.

7 razones para huir’, en fin, se torna una película fallida donde –repitámoslo– su primer y último cortometrajes son los únicos que parecen funcionar de manera nítida, mientras que entre ellos se abre un vacío que, si bien puede tener algún que otro momento lúcido, estira su gag más de la cuenta (extraño resultado, debido a sus respectivas cortas duraciones) convirtiendo a la cinta dirigida por Gerard Quinto, Esteve Soler y David Torras en olvidable, ya que dos buenos cortometrajes (en una totalidad de siete) no son capaces de salvar esta total empresa cuasi desastrosa.

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