
En el condado de Pei (Peixian) se encuentra el reino de Jing en el exilio del monarca Pei Liang (Zheng Kai). El comandante militar de su ejército Zi Yu (Deng Chao) se enfrentó contra Yang Cang (Jun Hu), el comandante del ejército invasor, en un cruento duelo del cual consiguió sobrevivir, no sin quedar malherido permanentemente. Furioso por la derrota crea una ‘sombra’ (interpretada por el propio Chao), un doble idéntico capaz de engañar al mismísimo rey y a sus enemigos cuando la situación lo requiere. A salvo bajo la falsa identidad de su sombra el comandante Zi Yu maquina su venganza y la reconquista del reino de Jing.
El director Zhang Yimou, que ha dirigido grandes filmes como ‘La linterna roja‘ (1991), ‘La casa de las dagas voladoras’ (2004) o ‘Las flores de la guerra’ (2014), es considerado como ‘el cineasta oficial del régimen’ por narrar historias que agradan al poder, dramas históricos que glorifican la valerosa y milenaria historia de la nación china. Si no alejamos de este habitual argumento, lo que también deberíamos ver es la destreza del director para contarnos historias clásicas haciéndolas atractivas, mostrándonos los dramas de sus protagonistas y como no, deleitarnos con imposibles coreografías de artes marciales que hasta a Bruce Lee le habría encantado protagonizar.
En este filme no se vislumbra ninguna ying (sombra) salvo en la densa, metálica a veces, otra veces vaporosa escenografía, en la que el director juega con la luz y una fotografía excelente. El guion es una re-interpretación de una historia clásica, el cuento de los Tres reinos de Jingzhou. Parte de este cambio en la historia está en las protagonistas femeninas, Li Sun interpreta a Xiao Ai, diestra música y esposa del comandante Zi Yu y Xiaotong Guan es la princesa Qing Ping, la hermana del déspota monarca Pei Liang.
Dos mujeres en un mundo de hombres violentos y conspiradores, con ansias de poder ilimitadas que utilizaran lo que sea y a quien sea (atención pues a la princesa Qing Ping y la subtrama de la restitución de su honor). Para los hombres de esta historia ellas no cuentan nada, pero para el director Zhang Yimou, que también es conocido como ‘el director de historias de mujeres’ (ahí están sus mejores y más galardonadas películas protagonizadas por la actriz más famosa del cine chino, Gong Li) las dos protagonistas cuentan y mucho, aportando unas interpretaciones veraces, contenidas en los momentos clave y vibrantes en las escenas de acción. Además, una de ellas es la clave para que la ‘Sombra‘ y la reconquista puedan triunfar.
‘Sombra’ trata temas clásicos como el amor, el honor, la ambición y la corrupción, da igual la época, esto es inherente al ser humano, en una época brutal en la que los asuntos de deshonor e infidelidades se dirimían con duelos a muerte, el director nos pinta con destreza de calígrafo un lienzo clásico con técnicas cinematográficas modernas. La caligrafía tiene una presencia constante en la película, el rey Pei Liang se jacta de ser un excelente calígrafo y su sala de actos está decorada con telas que él mismo ha realizado, estos detalles son los que dotan a la película de una calidad excepcional.
El otro factor a tener en cuenta son las escenas donde las coreografías de artes marciales son las absolutas protagonistas. El director nos muestra su certificada destreza para filmar luchas de este milenario estilo de lucha y además consigue, como siempre, usar las artes marciales como vehículo emocional de los personajes para expresar sus conflictos, pensamientos y deseos. Todo es puro sentimiento en esta película, intenso, doloroso, vibrante, hay alguna actuación que raya en la sobreactuación, estilo Al Pacino, pero no por eso pierde la calidad. Por último, deciros que prestéis atención a los paraguas, que parecen inofensivos pero se las traen a la hora de combatir.