
El cineasta surcoreano Shin-yeon Won logra con ‘Memorias de un asesino‘ (2017) un apasionante thriller psicológico que nos mantiene enganchados a la butaca, un auténtico blockbuster en Corea del Sur que, tras su estreno internacional en Estados Unidos, Taiwan y Japón entre otros países, consiguió superar la cifra de 18 millones de dólares de recaudación.
Se trata de una adaptación libre de la novela Mi memoria asesina de Young-ha Kim, escrita por Hwang Jo-yoon, guionista de esa obra maestra llamada ‘Oldboy‘ (2003) de Park Chan Wook. El novelista, acostumbrado a ver cómo se adaptan a la gran pantalla sus obras, forma parte de la Nueva Ola Coreana —el Hallyu—o productos de cultura de masas llamados a conquistar el planeta. Más allá de la tecnología, desde Corea del Sur cada vez nos llega más música, cine o series y también literatura. Precisamente en la última edición de Cannes por primera vez en su historia un director surcoreano, Bong Joon-ho, ganó la Palma de Oro con ‘Parasite’, un cineasta que ya en 2003 dirigía la extraordinaria ‘Memories of Murder‘, que aunque comparta título con esta película se trata de dos largometrajes diferentes.
Memorias de un asesino reafirma el buen nivel del thriller surcoreano
Un antiguo asesino en serie, Byung-su, protagonizado por el premiado Sul Kyoung-gu, es diagnosticado de Alzheimer. Su angelical hija cuida de él, trata de conseguir que su padre tenga la mejor calidad de vida pese al avance de la enfermedad. La tranquilidad se rompe cuando una serie de asesinatos ocurren cerca de su ciudad y Byung-su, que obviamente no recuerda que sucede durante sus frecuentes lapsos de memoria, comienza a dudar si ha brotado de nuevo su instinto asesino. Sus dudas se disipan cuando conoce al novio de su hija e instintivamente se da cuenta de que él es el asesino, aunque desgraciadamente su enfermedad le impide mantener en su memoria este convencimiento. Además en los momentos de lucidez le atormenta recordar que su hija se encuentra en peligro.
‘Memorias de un asesino‘ puede resultar una película tramposa que juega constantemente con los recuerdos y los flashbacks. En ocasiones este juego incide demasiado en la falta de memoria del protagonista cuando ya quedaba claro para el espectador. Aún así, cuenta con todos los detalles que aseguran su éxito comercial: asesinatos sin resolver, una pareja de guapos, una trama policial, una gran pelea final y una relación padre-hija en peligro. Un thriller psicológico efectivo que gustará especialmente al público sensible a los taquilleros coreanos.