
Alfred Hitchcock nacía en Londres en 1899, 29 años después Stanley Kubrick lo hacía en Nueva York. Dos genios del cine cuyas carreras nunca se cruzaron, pero que hicieron de su filmografía un espejo de sus obsesiones. Por ello nada más tentador que juntar a Hitchcock y Kubrick, aunque solo sea con un mashup de sus películas.
En una entrevista publicada en 1957, Hitchcock se quejaba porque la gente no hacía más que preguntarle por qué le interesaba tanto el crimen. A lo que el cineasta británico contestaba: «La verdad es que no me interesa. Solo me importa en la medida en que afecta mi profesión». El director de películas como ‘Psicosis‘, ‘Vértigo‘, ‘La ventana indiscreta‘ o ‘Extraños en un tren‘ se aplicó tanto en su trabajo que llegó a convertirse por méritos propios en el maestro del suspense.
Para el cine de Kubrick no hay un género definido. Su filmografía abarca tanto el drama, el terror, el cine bélico y la ciencia ficción. Lo que sí resulta evidente es que fue un adelantado para su tiempo y un profeta cinematográfico de toda una generación, cuya influencia está más presente que nunca. El artífice de icónicos filmes como ‘La naranja mecánica’, ‘2001: Una odisea del espacio‘, ‘La chaqueta metálica’ o ‘Senderos de gloria‘ fue famoso, tal como Hitchcock, por su obsesión por alcanzar el perfeccionismo.
Dos interesantes video montajes unen a estos dos talentos cinematográficos como fueron Hitchcock y Kubrick. En el primer montaje titulado The Red Drum Getaway vemos como James Stewart interpreta el personaje de Jack Nicholson en ‘El resplandor’ o podemos ver la cara del mismo Stewart (y el sombrero) cuando se encuentra ante la orgía de ‘Eyes Wide Shut‘.
Mientras, en Hitchcock meets Kubrick se reúnen imágenes de las películas de estos dos monstruos sagrados del cine como fueron Hitchcock y Kubrick estableciendo paralelismos. Podemos llegar a ver hasta como se besan Grace Kelly (‘La ventana indiscreta’) y Tom Cruise (‘Eyes Wide Shut’). También como la madre de Norman Bates pone al límite a un famoso personaje de ‘El resplandor’. ¡Que los disfruten!