
Con una sección oficial salvada por el aceptable nivel del cine español seguimos en el Festival de San Sebastián 2019 viendo ‘Zeroville‘, lo nuevo de James Franco tras ganar aquí mismo hace dos años por ‘The Disaster Artist‘. Una película que vino precedida por la polémica, ya que la organización decidió retirarla de la competición porque había sido estrenada en salas comerciales de Rusia unos pocos días antes de su paso por el festival. Para el photocall y la rueda prensa no se presentó nadie de la película. Un desprecio a un festival que seguimos sin entender, producto probablemente de un desencuentro entre el certamen donostiarra y los productores. En ‘Perlas’ se proyectó el esperadísimo filme surcoreano ‘Parásitos‘. Máxima expectación con un Teatro Principal donde no cabía un alma para ver la actual Palma de Oro. Y Bong John- ho, como era de esperar, no defraudó.
Entrada la semana en el Festival de San Sebastián 2019 tuvimos que sufrir, la que probablemente sea la película más floja que hemos visto, la chilena ‘Vendrá la muerte y tendrá tus ojos‘. El abandono de la prensa en los cines Príncipe fue progresivo a medida que la película comenzaba a desesperar a propios y extraños. Y para recompensar este mal sabor de boca, vino la directora canadiense Louise Archambault a endulzarnos la mirada con una entrañable y sensible historia sobre la vejez titulada ‘Y llovieron pájaros‘.
Unos días donde la cineasta Josefina Molina de 83 años recibió el Premio Nacional de Cinematografía y el festival se viste de gala para entregar el premio Donostia a Donald Sutherland reconociendo así medio siglo de excelencia interpretativa y a Penélope Cruz, que pese a su juventud, también se le premia por toda su carrera. Tras la ceremonia se proyectará ‘La Red Avispa’ dirigida por Olivier Assayas que la actriz española protagoniza. Una película, por cierto, que viene con muy malas críticas desde Venecia.
Zeroville (USA). Dir. James Franco
¿Podríamos considerar a James Franco un director interesante que merezca la pena tener en cuenta? Después de sorprendernos con la excéntrica historia de Tommy Wiseau en 2017 pensábamos que sí, pero viendo ‘Zeroville‘ no cabe duda que no.
En su última película nos cuenta la delirante historia de Vikar, un alma perdida que viaja a través del Hollywood de 1969. En esa época el sistema de estudios está en decadencia, y una nueva generación de cineastas están destacando. Vikar es un hombre extraño, con su cabeza afeitada marcada por un tatuaje de su película favorita, ‘Un lugar en el sol‘ de 1951. Encuentra trabajo primero en los decorados de los edificios, luego como un aprendiz de montador obsesionado con el poder de las imágenes en movimiento.
James Franco adapta la novela de Steve Erickson para recrear en la pantalla una época muy interesante en la historia del cine estadounidense, pero no logra captar el poder emocional de la narración cinematográfica. Su personaje, interpretado por él mismo, es una especie de Alicia en el país de las maravillas que vive en la borrosa frontera entre la realidad y la ilusión. Ni la película funciona como homenaje al cine con la gran cantidad de referencias intertextuales, ni como comedia y mucho menos como drama. Solo podemos sentir lo absurdo de la propuesta y como Franco pierde el contacto con la realidad sumido en la misma obsesión en la que parece vivir su protagonista. Una excentricidad caprichosa que se ahoga en el propio ego de su director. A todas luces prescindible de cualquier festival y cartelera.
Parásitos (Corea del Sur). Dir. Bong Joon- ho
Su mezcla de humor negro, crítica social, sátira y suspense es característico del cine de Bong Joon-ho, y sin embargo es difícil encontrar otra película de su filmografía o de otro director que se asemeje bastante a ‘Parásitos‘, una obra maestra procedente de una cinematografía como la surcoreana que no deja de sorprendernos.
Lo que ‘Parasitos‘ tiene que decir sobre la sociedad contemporánea es particularmente conmovedor. En una época en la que la polarización económica y la desigualdad no muestran signos de disminuir, y en la que grandes sectores de la población mundial se sienten cada vez más desesperados, existe la tentación de culpar a otros y promover soluciones fáciles y unilaterales. Lo que la película provee es una alegoría compleja y honesta sobre los retos a los que todos nos enfrentamos en un mundo donde la coexistencia es un ideal cada vez más difícil de alcanzar.

Hay personas que esperan vivir con otros en una relación coexistente o simbiótica, pero eso no funciona, por lo que son empujados a una relación parasitaria. Es un drama humano fuertemente imbuido de lo contemporáneo. Una película que combina con maestría partes divertidas, aterradoras y tristes. Premiada con la Palma de Oro en la última edición del Festival de Cannes, ‘Parásitos’ supera sin duda nuestras expectativas y de la que no queremos desvelar nada más del argumento para que la experiencia cinematográfica sea tan gratificante como la nuestra en el Festival de San Sebastian 2019.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos (Chile). Dir. José Luis Torres Leiva
‘Vendrá la muerte y tendrá tus ojos‘ es el noveno largometraje del cineasta chileno José Luis Torres Leiva. Compite en la sección oficial del Festival de San Sebastián 2019, siendo la cuarta película iberoamericana que luchará en esta edición por la Concha de Oro. Méritos no le faltan para ser ignorada en el palmarés que otorgará este año el jurado presidido por Neil Jordan.
La película narra como dos mujeres que han compartido toda una vida juntas se ven enfrentadas a la inminente enfermedad de una de ellas. La mujer enferma decide no hacerse ningún tratamiento y juntas se mudan a una pequeña casa en el bosque, hasta el día que la muerte llegue a sus vidas. Con unos mimbres así se podía haber construido un drama, por lo menos interesante, pero Torres Leiva decide recrearse en sus planos e introducir historias en la trama que nada aportan al conjunto de la película. Una impostada lírica visual que termina con una exasperante escena final ponen la guinda a un pastel que se nos atraganta desde el principio.
Y llovieron pájaros (Canadá). Dir. Louise Archambault
La canadiense Louise Archambault es de la pocas directoras de cine presentes en la sección oficial. Su mirada sensible y tierna se deja entrever en su tercer largometraje ‘Y llovieron pájaros‘, adaptación de la novela homónima de Jocelyne Saucier.
La película nos cuenta como tres viejos ermitaños viven recluidos en el bosque. Al tiempo que un gran incendio amenaza la región, su día a día se verá sacudido por la muerte del mayor, Boychuck, y la llegada de una octogenaria internada injustamente toda su vida en un psiquiátrico.

Un filme bastante conmovedor, de una gran belleza y profundamente honesto. Un retrato un tanto atípico de la vejez con unas interpretaciones espléndidas que viene a defender un modo de vida elegido y asumido con un final de vida duro pero libre, de acuerdo con su naturaleza. Una hermosa historia poblada por personajes impregnados de humanidad.
‘Y llovieron pájaros‘ está inundada de hermosas imágenes. La inmovilidad del lago, la lentitud del invierno, el tiempo que se detiene, la parsimonia al hablar, la sencillez de los gestos, la discreción de los verdaderos sentimientos y por otro lado la amenaza aterradora de los fuegos, el cielo ardiente, la devastación y el cambio de vida que ennegrece todo. Y ante todo, la dignidad de los personajes. Sales del cine en paz y abrumado.