
La Seminci 2019 arranca la semana proyectando algunas de la películas más internacionales de la sección oficial, representando hasta tres continentes diferentes. También hemos presenciado la entrega de las Espigas de Oro de Honor a los tres galardonados durante la Gala del Cine Español: Luis San Narciso, Najwa Nimri y Alejandro Amenábar. Justo después de la entrega se ha proyectado a los asistentes ‘El plan‘ de Polo Menárguez, una de las películas españolas que concursa dentro de la sección oficial, protagonizada por Antonio de la Torre, Raúl Arévalo y Chema del Barco, y de la que hablaremos más adelante.
El huevo del dinosaurio – Öndög (Mongolia). Dir. Wang Quan’an
Estamos ante una de las propuestas más extrañas y poco accesibles de la Seminci 2019. Es cierto que el largometraje tiene una gran personalidad, y eso es de admrirar, pero no creo que sea oro todo lo que reluce. A lo largo del metraje de la película se plantean temas muy relevantes, como puede ser la maternidad. Y el director y guionista, Wang Quan’an, lo hace mediante diálogos absorbentes e interesantes. También creo que goza de una puesta en escena muy diferente y llamativa. No obstante, creo que la manera en la que enfoca las secuencias pesa bastante en la película. Aguanta planos en silencio de más de cinco minutos, y se puede hacer muy monótono. Y creo que de esa manera desaprovecha en gran medida el punto fuerte del filme, sus diálogos.

Durante el primer tercio parece que la película puede tirar hacia el thriller mediante grandes planos generales, mostrando el paisaje de la estepa de Mongolia. Probablemente si este hubiera sido el camino hubiera quedado una propuesta muy digna. Aun así, hay que destacar el gran trabajo que realiza la actriz protagonista, Aorigeletu, que aunque está realmente contenida, hace un trabajo bastante destacable.
The Father (Bulgaria). Dir. Kristina Grozeva, Petar Valchanov
Una de las mejores comedias absurdas de los últimos años. Lo que logran estos directores búlgaros, Petar Valchanov y Kristina Grozeva, es algo muy difícil de conseguir, y es provocar la carcajada con un tema tan delicado como la pérdida. La película tiene situaciones tan absurdas que es imposible no reírse. También hay que reconocer que los dos protagonistas, Ivan Barnev y Ivan Savov, están absolutamente sensacionales, y eso ayuda contribuye mucho al humor de la cinta.
Como dicen siempre, las buenas comedias son las que contienen algo de drama. Y esta también lo tiene. Porque la base de la comedia es el profundo drama que hay detrás de lo que está ocurriendo. Los directores también manejan muy bien este tono, y en especial la mezcla de los dos.
The Farewell (USA). Dir. Lulu Wang
Una de las películas más ligeras y accesibles de toda la Seminci 2019. Creo que es muy difícil que a alguien no le guste un mínimo este filme. Tiene comedia, tiene drama, tiene ternura, tiene amor, tiene de todo. Y lo más importante es que, aunque es protagonizada una familia china con una cultura muy diferente a la nuestra, habla de algo muy universal: la familia. Seguramente todo el mundo haya podido ver algo de su familia representado en estos personajes tan maravillosos.

Al igual que ocurría con ‘The Father’, esta película mezcla magistralmente la comedia y el drama, consiguiendo algo fantástico, que es estar llorando y riéndote a la vez. Al fin y al cabo ese es el objetivo del cine: que te provoque emociones. Y esta lo hace de una manera fabulosa.
El plan (España). Dir. Polo Menárguez
La mejor propuesta del festival por el momento. No conocía al director, Polo Menárguez, pero es muy probable que no le pierda la pista a partir de ahora. Y cuando veáis la película probablemente os ocurra lo mismo.
Este proyecto tiene tantas cosas buenas que es difícil saber por donde empezar. Lo cierto es que película la protagonizan tres titanes de la interpretación como son Antonio de la Torre, Raúl Arévalo y Chema del Barco, que están para que les den uno o dos Goyas a cada uno. Sin embargo, creo que el punto fuerte de la película viene con el guion. Hay diálogos desternillantes, hay diálogos que dan mucho mal rollo, hay diálogos tensos, etc. La manera en la que Polo maneja todos estos tonos y cómo los mezcla una y otra vez es digno de admirar.

Pero ahí no está el quid de la cuestión. Durante toda la película eres consciente de que hay algo que no cuadra, algo que no te están contando. Y que Polo consiga que estés durante más de una hora tan pendiente de descubrir lo que es, sin ni siquiera cambiar de espacio escénico en todo el metraje, es absolutamente fascinante. Por no hablar de la manera en la que concluye todo esto, que no voy a desvelar para no destripar la película.