Ken Loach lo ha vuelto a hacer. A sus 83 años el director británico ha conseguido firmar un drama excelente, una película maravillosa y de rabiosa y dolorosa actualidad. Como si de un joven treintañero se tratase, Loach, de la mano de su magnífico guionista Paul Laverty, nos cuenta en ‘Sorry we missed you’ la historia de una familia joven de Newcastle que intenta salir adelante como puede. Un drama familiar que supone una crítica necesaria al desarrollo económico contemporáneo.

‘Sorry we missed you’ está protagonizada por una familia con cuatro componentes: Ricky, Abbie, Seb y Lisa Jane. Ricky, el padre, consigue un nuevo trabajo de repartidor de paquetes a domicilio y ahí comienza la historia. Su cometido es entregar todos los paquetes en hora, algo tan exigente que le impide incluso tener un momento para ir al baño. El título de la película ‘Sorry we missed you’ es el mensaje que los repartidores dejan si la persona que ha pedido algo no se encuentra en casa. De la misma forma, este ‘Sorry we missed you’ apela, de manera metafórica, a la dura realidad a la que llevan este tipo de trabajos a las personas que lo desempeñan. Rick se entrega en cuerpo y alma a su trabajo porque no le queda otra si quiere seguir llevando dinero a su casa, pero esto hace que su mujer y sus hijos, sobre todo su hijo mayor, le echen de menos. Vivir para trabajar pero sin tiempo para vivir.

La madre de la familia, Abbie, sufre algo muy parecido. Trabaja a destajo, en su caso cuidando ancianos y ancianas que no tienen a nadie más. De nuevo una tarea y una jornada laboral que casi no le dejan tiempo para disfrutar de su familia. Y de la misma forma un trabajo a contrarreloj, puesto que el número de personas que Abbie tiene que cuidar al día hace que vaya corriendo de un lado para otro. Si a esto le añadimos que Abbie se mueve por toda la ciudad en transporte público, ya que su sueldo no le permite costearse un vehículo propio para ir de la casa de un paciente a la de otro, el tiempo atropella. Al igual que su marido, Abbie tiene un trabajo que no le deja tiempo para vivir.

La familia la completan Seb, el hijo mayor, adolescente, que se rebela ante la realidad de su familia y la suya propia; y la pequeña Lisa Jane, otra luchadora nata que intenta mantener a su familia unida. Estos dos personajes sufren, cada uno de manera muy distinta, cómo sus padres invierten casi todo su día en el trabajo.

Sorry We Missed You dirigida por Ken Loach
Escena de «Sorry We Missed You» dirigida por Ken Loach. Fuente: Golem

Creo que es difícil encontrar hoy en día un relato que defina mejor los males que puede sufrir una familia de clase obrera ante el desarrollo que ha tenido la economía en los últimos años. ‘Sorry we missed you’ es un drama tan real que asusta. Una historia que refleja a la perfección cómo muchos trabajos actuales, profundamente precarios, consumen el tiempo de las personas hasta reducir su vida a una rutina demoledora en la que no queda tiempo para nada más.

La dirección de actores de Loach y el trabajo de todo el elenco son conmovedores. Desde las ojeras y la mirada y el cuerpo agotado del padre hasta la niña pequeña y su escena de llanto contenido, pasando por la ternura y candidez de la madre y la rebeldía del adolescente Seb; todos bordan su papel en la película. Un diez para todos ellos: Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone y Katie Proctor. El guión de Paul Laverty también brilla sobremanera. Un guion exquisito en el que ni falta ni sobra nada, un monumento a la capacidad para contar una historia que conmueve profundamente con una apabullante sencillez. Desde la construcción de la angustia de los personajes y cómo ésta va in crescendo, hasta los diálogos dentro de la casa, diálogos cotidianos dignos del mejor oído y de la mejor pluma; todo es de una concreción y de una delicadeza e inteligencia brutales.

Gracias a todo ello ‘Sorry we missed you‘ es una película exquisita que nos invita a reflexionar como pocas sobre el peaje que estamos pagando por un desarrollo económico en muchas ocasiones descontrolado. Un desarrollo que parece poner en último lugar a las personas. Fascina cómo un director como Ken Loach, nacido en 1936, puede seguir estando tan cerca de la realidad en constante cambio y cómo es capaz de entender y retratar la lucha de una familia de clase obrera hoy en día. Cuántos cineastas mucho más jóvenes quisieran tener esa mano para contar dramas como éste que emocionan con esa naturalidad. Qué difícil es hacer lo que hace esta dupla Loach-Laverty y qué bien lo hacen. Qué maravilla poder ver una historia tan sencilla y a la vez tan rica. Una película de los pies a la cabeza y un relato actual como pocos. Por mucho que otros tráilers os lancen más fuegos artificiales, no os perdáis ‘Sorry we missed you’. Ken Loach lo ha vuelto a hacer.

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