El Festival de Sevilla 2019 concluye hoy sábado con la entrega del Giraldillo de Oro a la Mejor Película para la italiana ‘Martin Edén’, un premio que podréis consultar al final de este artículo junto con el resto del palmarés de la sección oficial. Tras ocho días el festival sevillano baja el telón con unas jornadas mucho más descafeinadas de lo que fueron las iniciales, esperando alguna sorpresa de última hora en el calendario y deseando que no haya ninguna obra que rompa ese nivel medio más que aceptable que estaba siendo, salvo contadas excepciones, la norma habitual en esta edición. Siempre atentos a esos últimos destellos de la programación, los espectadores del festival serán recompensados con obras tan sobresalientes y radicales como ‘X&Y’, además de otras notables como ‘Take Me Somewhere Nice’ o ‘La Inocencia’.

El director José Luis Guerín, ganador de la edición de 2015, compartió con el público de Sevilla algunos de los momentos clave de su nuevo trabajo, ‘De una isla’, un cortometraje de 25 minutos donde Lanzarote sirve de excusa para la reinterpretación de un paisaje retratado por el pintor César Manrique. Asimismo, el legendario cineasta Abel Ferrara estuvo por primera vez en el Festival de Sevilla. El clásico de la dirección, autor de imprescindibles como ‘El funeral’ y ‘Teniente corrupto’ presentaba en la sección oficial su película ‘Tommaso’, de la que ya hablamos en la segunda crónica.

Take Me Somewhere Nice (Holanda). Dir. Ena Sendijarevic

Presentada en el pasado Festival de Rotterdam, donde se hizo con el Premio del Jurado, y ganadora a Mejor Película en el Festival de Sarajevo; la ópera prima de Ena Sendijarevic es una road movie marcada por la identidad cultural, los orígenes y esa impasibilidad adolescente para despegarse de la espontaneidad de sus objetivos.

Dispuesta a visitar a su padre, Alma deja Holanda y pone rumbo a Bosnia, donde aparentemente está hospitalizado. Acompañado allí por su primo Emir, que no le presta la atención debida, y un amigo de este, Denis; la chica se embarca en un viaje por un país que desconoce pero de cuyos orígenes proviene. Con la sexualidad efervescente de la etapa adolescente haciendo mella en el protagonista, el viaje terminará siendo más una ruta de autodescubrimiento que una simple búsqueda paternal.

Puede que ‘Take Me Somewhere Nice‘ guste demasiado de perderse por el camino, detallando hasta la extenuación ese entorno por el que los personajes van deambulando, pero lo hace de manera tan calmada, natural y regular que el barco acaba por llegar a buen puerto en un tercer acto totalmente satisfactorio y consecuente. Una obra cuya confrontación identitaria es tan pacífica que acaba relajando mirar sus tonos pasteles, el aire veraniego de su propuesta y la frescura de su protagonista. Una película que despierta esa sensación de tumbarte en el mar sin más preocupación que mirar al cielo. No cambiará nada al espectador, pero le regalará 90 minutos de lo más apacibles.

Atlantis (Ucrania). Dir. Valentyn Vasyanovych

Estrenada en la sección Orizzonti del pasado Festival de Venecia, donde además se hizo con el premio a Mejor Película de su categoría, la nueva película del ucraniano Valentyn Vasyanovych sitúa su narración en un futuro cercano (el año 2025), donde un excombatiente con estrés postraumático se une, tras ser despedido de su fábrica, a una misión destinada a excarvar cuerpos de entre las ruinas de la guerra.

Pluriempleado en las labores de dirección, guión, montaje, producción y hasta fotografía; Vasyanovych rueda con pulso lento, estable y largo, mostrando un interés por los planos estáticos y los planos secuencia. Mucho más interesante en lo visual gracias a la belleza (a veces cruda) que desprenden sus encuadres y esos espacios desolados por los que los personajes se desenvuelven, ‘Atlantis’ es una obra decicidamente repetitiva, y se enorgullece de ello. Para qué mostrar una secuencia con el reconocimiento íntegro de un cadáver cuando se pueden mostrar varias.

Muy similar en ideas al cine de Sergei Loznitsa, otro amigo habitual del Festival de Cine Europeo de Sevilla y último ganador del Giraldillo de Oro, la propuesta de Vasyanovych no termina de arrancar en ningún momento, siendo mucho más sugerente en las propuestas que plantea que en su verdadera materialización en la película. Llamativa resulta también la gratuidad de esa subtrama romántica aparecida a mediados de la cinta y que pese a resultar atractiva y, por qué no reconocerlo, ganarse el interés del espectador, no acaba de encontrar el porqué en el conjunto de la cinta.

X&Y (Suecia). Dir. Anna Odell

Localizada por los responsables de programación del Festival de Sevilla 2019 en el pasado Festival de Rotterdam, la segunda película de Anna Odell tras ‘The Reunion’ (que ya se proyectó en Sevilla allá por 2013, y ganadora de varios premios del cine sueco) es una exploración salvajemente divertida del comportamiento humano, toqueteando de camino elementos como la identidad personal, la sexualidad, el estatus social o las distintas facetas de la conducta humana.

Concebida casi como un experimento, la cinta de la cineasta sueca juega sin miedo a difuminar esa barrera entre la ficción y la realidad, colocando como personajes protagonistas de la película a las propias figuras de sus actores. Valiente (o inconsciente) como pocas, Anna Odell se sitúa a sí misma en el centro de la historia junto al también actor sueco Mikael Persbrandt, ambos sin romper el telón de la realidad, examinando en un decorado (a medio camino entre esa ficción controlada de Gran Hermano y la sencillez estructural de ‘Dogville‘) sus personas públicas a través de otros cuatro actores que interpretan distintas facetas de las personalidades de ambos sin salirse del papel en ningún momento.

Tras ver ‘X&Y‘, no sorprende conocer la historia de que su directora realizó para su trabajo de graduación universitaria una intervención pública en la que escenificó un ataque psicótico. ¿El resultado? Anna Odell llevada a un psiquiátrico por la policia y la performance llenando páginas de periódicos en toda Suecia.

Firmando la película más radical, experimental y valiente de todo lo visto en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, queda claro que para esta artista sueca el arte va más allá de la pura narración. Un auténtico estallido de originalidad, frescura, perversión y hasta comedia negra hecha por y para la consagración de una cineasta que parece disfrutar como una niña chica de ese desafío que supone explorar los rincones más ocultos de la humanidad mediante el medio audiovisual.

La inocencia (España). Dir. Lucía Alemany

Estrenada en el pasado Festival de San Sebastián, la ópera prima de Lucía Alemany supone otra llegada a esa nueva ola de cineastas españolas que parecen buscar su identidad desde la naturalidad y la sencillez de sus orígenes, habitualmente localizados en entornos rurales. De carácter ligeramente autobiográfico (la propia Alemany comparte pasiones con la protagonista de su película, como esa voluntad de educarse en una escuela de circo), ‘La Inocencia’ es un coming of age al uso centrado en Alicia, una chica de 15 años que comienza a crecer emocionalmente en ese espacio tan propicio para el género que parecen ser los veranos.

Protagonizada por una debutante, Carmen Arrufat, cuyo rostro (y cuerpo) se convierte en lienzo para todo el despliegue de la película; la cinta sufre bastante en el dibujo de los personajes, todos hechos por y para el desarrollo de la estrella principal. Algo que podría entenderse al darnos cuenta de que realmente el único fondo en el que busca sumergirse la película es en ese cambio de etapa vital que sufre el personaje de Carmen Arrufat, pero que realmente pesa una vez que la vemos rodeada de un elenco más que correcto (especialmente acertados en las secuencias más ligeras y divertidas) pero cuyos papeles están ciertamente estereotipados. Desde ese padre decididamente anclado en otro siglo, machista y dominador porque sí (no sabemos más de él), hasta el clásico joven rebelde y «peligroso» que ya andamos cansados de ver en cada película adolescente.

Pese a ello, ‘La Inocencia’ no es una película fallida ni mucho menos, sino simplemente algo que se disfruta discretamente pero que no termina de dejar huella en el espectador. Si por algo debiera ser recordada esta película, no es tanto por el comienzo en la dirección de Alemany como por el debut de su actriz protagonista, una Carmen Arrufat que transpira toda esa pureza, ternura, ilusión, desconcierto e inocencia que la película tanto necesita para mantenerse a flote.

Adiós (España). Dir. Paco Cabezas

Tras debutar en el largometraje hace ya algo más de una década y despuntar en 2011 con ‘Carne de Neón’, cinta que le abriría las puertas de la industria, el sevillano Paco Cabezas lleva un lustro dando pasos cortos pero firmes en la meca del cine, donde ha trabajado juntos a actores como Nicolas Cage (Tokarev) o Anna Kendrick y Sam Rockwell (Mr. Right), además de dar forma a varias series de televisión entre las que destaca ‘Penny Dreadful’.

Decidido por fin a volver a pisar suelo español en su labor como director, ‘Adiós‘ es su vuelta al thriller en España. Un thriller que sin embargo, y pese a la tendencia de estos últimos años, aquí luce menos patrio que americanizado, dejando muy claro dónde y con qué referentes ha desarrollado el ojo y la visión creativa el sevillano. Con Mario Casas y su dudoso acento sevillano como protagonistas, la cinta es un pequeño viaje a los infiernos a través de la figura de Juan y Triana, un matrimonio que pierde a su hija pequeña en un accidente de coche aparentemente provocado por una familia rival de la zona.

Localizada “de Los Arcos (una zona de Sevilla) para allá» como gusta de describirlo Paco Cabezas en referencia a los barrios que ocupan el foco de la cinta (Los Pajaritos, Amate o Rochelambert), ‘Adiós’ es una obra tan técnicamente impecable (es indudable que hay esfuerzo económico puesto tras ella) como narrativamente deficiente.

Llena de personajes más planos de lo deseable y giros de guion algo trillados en el género, es imposible exculpar a la cinta de elementos como el dudoso trato a los barrios más “marginales» de la zona, una vez más usados desde un punto de vista criminalizante. A pesar de todo ello, en ‘Adiós’ se puede disfrutar de un thriller escapista y entretenido, puede que incluso más para un público externo a la ciudad donde se desarrolla la película que para los locales; con una gran actuación secundaria por parte de Ruth Díaz, quizás la más acertada en todo este ejercicio de intensidad propuesto por Paco Cabezas.

El Traidor (Italia). Dir. Marco Bellocchio

A competición en Cannes y elegida por Italia para representarles de de cara a los próximos Oscars, la nueva cinta de Marco Bellocchio narra la historia real de Tomasso Buscetta, el hombre que se encargó de meter en la cárcel a toda la Cosa Nostra siciliana mediante sus testimonios. Dispuesto a colaborar con un juez italiano tras la muerte de sus hijos a manos de la mafia, ‘El Traidor‘ se embarcará en ese viaje entre la venganza y la justicia personal de un hombre convencido de que son los demás los que han traicionado ese código de honor casi sagrado que rige a la Cosa Nostra.

Liderado por la gloriosa interpretación de Pierfrancesco Favino, considerado el mejor actor del Festival de Sevilla 2019 y nominado en los próximos premios del cine europeo (EFA), este thriller que comulga lo judicial con el tono más político y físico de la violencia en entornos de la mafia, sobresale en lo estilístico y flota de forma algo más pesada en lo narrativo, con una duración algo cargada que no rompe la película pero si que por momentos la hace estancarse.

Rodada con un pulso extraordinario que nos queda claro desde secuencias como la redada en la mansión brasileña, la del coche o incluso un segmento de aires navideños localizado en Estados Unidos; ‘El Traidor’ es sin lugar a dudas una de las películas más destacadas de este Festival de Cine Europeo de Sevilla. Una cinta sobre el honor, las convicciones personales y las deudas pendientes que hará las delicias de cualquier fan del cine de gangsters pero que quizás resultará simplemente correcta para aquellos que no gocen en demasía con las estructuras casi siempre clásicas del género.

Y los ganadores del Festival de Sevilla 2019 son…

Cuando ya corrían los rumores por la zona de prensa (como cada año, por otra parte) de que el jurado del Festival de Cine Europeo de Sevilla iba a volver a hacer de las suyas regando el palmarés de las cintas más conflictivas de la edición, llegó la estupenda, aplaudida y consensuada ‘Martin Eden‘ para otorgar a Italia su primer Giraldillo de Oro de la historia.

Premiada textualmente “por la intensa y vibrante forma en la que retrata el arco vital de su protagonista en continuo diálogo con la historia de Italia y por su decidida apuesta por el potencial narrativo del material de archivo en el contexto de una película de ficción», la obra de Pietro Marcello ha conseguido en Sevilla esa victoria que el Festival de Venecia no optó por regalarle.

El resto del palmarés, salvo excepciones, continuó la senda marcada por el premio principal para celebrar un cine mucho más abiertamente comercial que otros años (ahí estan los premios a la figura de Marta Nieto por ‘Madre’, a Pierfrancesco Favino por ‘El Traidor’, al guion de ‘La Gomera’ o incluso la mención especial a la animada ‘La Famosa Invasión de los Osos en Sicilia’) a la vez que reforzaba esa ya clásica apuesta del festival por propuestas más arriesgadas, radicales y divisivas (prueba de ello el Gran Premio del Jurado a la portuguesa ‘Technoboss’ de Joåo Nicolau, a Zorica Nusheva por ‘Dios existe, su nombre es Petrunya’, a la dirección de fotografía de ‘Atlantis’ o a la dirección del israelí Nadav Lapid por ‘Sinónimos’).

Una edición que no ha destacado por sus extremos sino más bien por su zona media, dejando un buen sabor de boca a los espectadores con una programación de calidad finalmente notable, de gustos accesibles y de equilibrio casi perfecto entre esas grandes figuras del panorama cinematográfico europeo (los Ferrara, Andersson, Bellocchio y compañía) junto a esas prometedoras mentes creativas llamadas a coger el testigo.

La directora de cine Lucía Alemany, que presentaba su ópera prima en el festival; el director, crítico y actor francés Serge Bozon; el cofundador del Festival de Sarajevo Mirsad Purivatra, productor de películas como ‘Sieranevada’; el cineasta español Elías León Siminiani y la productora de cine rumana Ada Solomon conforman el jurado oficial y han sido los encargados de otorgar los premios de la sección oficial, donde dieciocho títulos han luchado este año por el Giraldillo de Oro.

Aquí los premiados de esta edición.

Palmarés del Festival de Sevilla 2019
  • Giraldillo de Oro: Martin Eden (Italia) de Pietro Marcello.
  • Gran Premio del Jurado: Technoboss (Portugal) de João Nicolau.
  • Mejor dirección: Nadav Lapid por Sinónimos (Francia).
  • Mejor guion: La Gomera (Rumanía).
  • Mejor actriz (ex aequo): Marta Nieto por Madre (España) y Zorica Nusheva por Dios existe, su nombre es Petrunya (Macedonia).
  • Mejor actor: Pierfrancesco Favino por El traidor (Italia).
  • Mejor dirección de fotografía: Atlantis (Ucrania).
  • Mención Especial del Jurado: La famosa invasión de los osos en Sicilia (Francia) de Lorenzo Mattotti.
  • Mejor Película Sección Las Nuevas Olas: Abou Leila (Argelia) de Amin Sidi-Boumédiène.
  • Mejor Película Sección Las Nuevas Olas (no ficción): Zumiriki (España) de Oskar Alegria.
  • Gran Premio del Público: And then we danced (Suecia) de Levan Akin.

Podéis consultar la lista completa de galardonados en la página oficial del 16 Festival de Sevilla. Hasta la diecisiete edición.

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