
Despedida y cierre de Festival de Cine de Gijón 2019, que coronó en su gala de clausura al portugués Pedro Costa y a su último filme ‘Vitalina Varela’ considerado por el jurado internacional como la mejor película de la sección oficial a concurso. El galardón a la película de Costa no hace sino refrendar la apuesta de los programadores por ofrecer cine incómodo, de difícil distribución y de insobornable autoría, en las antípodas de la comercialidad dominante en las multisalas.
Más allá de su apreciado criterio artístico, el riesgo le sale a cuenta al equipo de Alejandro Díaz Castaño que, a falta de confirmación oficial de cifras, podrá a buen seguro presumir un año más de unos datos de espectadores envidiables para un festival que no cuenta con los medios ni la promoción de otras grandes citas del panorama nacional, pero que posee una fiel masa de seguidores que no fallan a la cita anual con un tipo de cine difícil de ver en ciudades medianas.
Repasamos a continuación las últimas películas que hemos podido ver en Gijón, así como el Palmarés de esta 57º edición.
Vitalina Varela (Portugal). Dir. Pedro Costa
Pedro Costa repite en Gijón el triunfo que logró hace unos meses en el Festival de Locarno con su última película, y lo hace reincidiendo en sus habituales inquietudes temáticas y estéticas. La Vitalina Varela del título (personaje que ya aparecía en su anterior película ‘Cavalho Dineiro’) es una mujer viuda que viaja de Cabo Verde a Portugal para visitar la tumba de su marido, al conocer su fallecimiento y tras varios años sin poder verlo.
Se trata de un drama intimista y pausado sobre el luto, la pérdida y el desarraigo, que ofrece una experiencia cercana a la mística, con reflexiones de calado espiritual intercaladas en un discurso que denuncia con lirismo el desamparo de los caboverdianos emigrados a Portugal, reflejados en la película como sombrío pueblo víctima del olvido. La cámara de Costa busca el naturalismo en el encuadre y la iluminación, mientras sus actores declaman sentidos monólogos que rozan lo poético.

‘Vitalina Varela’ es un filme orgulloso de su densidad, que busca a un espectador paciente y dispuesto a dejarse llevar por el efecto hipnótico de unas imágenes que fluyen con buscada parsimonia. Es cine personalísimo, que reivindica el minimalismo expresivo y retrata a seres humanos en los márgenes sociales. Una experiencia no apta para todos los paladares, pero de indudable valor cinematográfico y que con total coherencia ha de encontrar su encaje en circuitos alternativos como el que ofrecen certámenes de auténtico cine de autor como el festival asturiano.
Las vidas de Marona (Francia). Dir. Anca Damian
Más accesible es sin duda la cinta animada ‘Las vidas de Marona’, programada para escolares pero también incluida con total justicia en la sección oficial a concurso del Festival de Gijón tras su paso por Annecy y su nominación a los Premios del Cine Europeo. El filme utiliza la historia de una perrita que va pasando por diferentes dueños para construir una fábula sobre la búsqueda de la felicidad en un mundo a menudo cruel para los más indefensos.
Si bien su narración episódica ofrece emotividad y a ratos una extrema simpatía, el punto fuerte de la cinta es su impresionante diseño animado de inspiración surrealista que no se limita a adornar la pantalla, sino que extiende a lo visual las emociones y rasgos característicos de los personajes. Un trabajo de enorme belleza plástica que no debería pasar desapercibido para los más pequeños ni, sobre todo, para aquellos fans de un cine de animación que reniega del adocenamiento tridimensional propio de las grandes ‘majors’.

Midnight Family (México). Dir. Luke Lorentzen
La sección Rellumes del festival asturiano ha ofrecido varias propuestas que oscilan entre la ficción y el documental: plasmación de realidades con una leve dramatización y la utilización de actores no profesionales para reflejar vivencias incómodas en diversos ámbitos sociales. En el caso de ‘Midnight Family’, el director Luke Lorentzen nos ofrece acompañar a una peculiar familia en sus tensas salidas nocturnas a los mandos de una unidad móvil privada de paramédicos, que patrulla con desenfreno por la inabarcable México D.F.
El espectador sigue durante varios días a esta familia que se sostiene frágilmente con su estresante tarea de asistencia privada. No solo es interesante observar el curioso equilibrio de la unidad familiar que comparte vida doméstica y profesional, sino sobre todo comprender la fragilidad de un sistema sanitario público tan anémico como el mexicano, que deja a su población a expensas de grupos de asistencia urgente que carecen de unos medios dignos de un país desarrollado. Ese doble desasosiego traspasa la pantalla con escenas que logran impactar sin recurrir en momento alguno al retrato morboso.
The Children of the Dead (Austria). Dir. Kelly Copper, Pavol Liska
Entre las cintas más insólitas de la programación, se encuentra sin duda la austriaca ‘The Children of the Dead’, adaptación muy libre de una novela homónima de Eifrede Jelinek, ganadora del Nóbel de Literatura y autora de ‘La pianista’ que llevó al cine con gran éxito Michael Haneke.
Dirigida a cuatro manos por la estadounidense Kelly Copper y el eslovaco Pavol Lïska (y producida por Ulrich Seidl) se trata de una película muda y rodada en Super 8, que oscila entre el horror artesanal y la parodia terrorífica. Su comicidad sumida en el absurdo se mueve en los límites del ‘posthumor’, alternando escenas grotescas y chistes de trazo grueso con referencias más finas a algunos de los males de la Europa contemporánea como el racismo y la inmigración. No dejará indiferente.
Y los ganadores del Festival de Cine de Gijón 2019 son…
Christophe Mercier, una de las personalidades más relevantes de la distribución y vicepresidente de Fox Searchlight Europa durante más de una década; la cineasta catalana Meritxell Colell; el director de cine español nacido en Venezuela, Andrés Duque; la directora artística del Festival de Chicago, Mimi Plauché y Pucho, intérprete de la banda de rock Vetusta Morla y apasionado del cine, conforman el jurado oficial y han sido los encargados de otorgar el Premio Principado de Asturias al Mejor Largometraje de la Sección Oficial, por el que han competido diecisiete títulos. Aquí los premiados.
- Mejor largometraje: Vitalina Varela (Portugal) de Pedro Costa.
- Mejor director: Lou Ye por Saturday Fiction (China).
- Mejor actriz: Irini Zhambonas por Rounds (Bulgaria).
- Mejor actor: Marc Maron por Sword of Trust (USA).
- Mejor guion: Sword of Trust (USA).
- Mejor dirección de fotografía: Vitalina Varela (Portugal).
- Premio «Gil Parrondo» a la mejor dirección artística: Saturday Fiction (China).
- Premio Especial del Jurado: El trabajo, o a quién le pertenece el mundo (España) de Elisa Cepedal.
Podéis consultar la lista completa de galardonados en la página oficial del 57 FICX. Hasta la cincuenta y ocho edición.