
El cine se basa en contar historias, para ello se necesita algo sobre lo que hablar, un tema. Durante toda la historia del cine se han usado y reusado temas intentando dotarlos de una cierta originalidad cuando, en realidad, ya se habían usado. Un tema bastante recurrente durante las últimas décadas es el de las enfermedades mentales, uno de los últimos ejemplos es la película nominada al Oscar, ‘Joker‘. Aquí se retrata a un enfermo mental que la sociedad le da de lado y acaba convirtiéndose en un delincuente. No obstante, ¿realmente el cine refleja cómo se siente un enfermo mental?
Es una pregunta un poco difícil de responder, pues las enfermedades que afectan a la cabeza son de las más complicadas que existen hoy en día. Aún así, las películas y los creadores de estas han intentado mostrarnos un poco más sobre las personas que combaten día a día con una enfermedad de este tipo. Asimismo, este tipo de filmes ocasionan un gran vínculo con los espectadores, pues, al fin y al cabo, el cine funciona como un altavoz en la sociedad.
‘La naranja mecánica‘ (1971) es un claro ejemplo de películas que narran la historia enfermos mentales. En este caso, Kubrick nos retrató a un enfermo con trastorno de la personalidad. Asimismo, también se mete en el pantanoso terreno de los tratamientos psicológicos. En ‘Alguien voló sobre el nido del cuco‘ (1975) somos capaces de reír y sufrir a medida que conocemos la vida de los enfermos mentales, una auténtica obra maestra que nos hace reflexionar acerca de los hospitales psiquiátricos.
Ejemplos que unen cine y enfermedades mentales hay a montones: ‘Taxi Driver’, ‘Forrest Gump‘, ‘Cisne negro’, ‘Musarañas’, ‘El Club de la Lucha’, ‘El maquinista o ‘Una mente maravillosa’, entre muchas otras. Como vemos, una lista muy muy variada, casi tanto como la lista de enfermedades mentales. Pues este tipo de patologías son muy diversas y muy diferentes unas de otras, sin embargo, todas se establecen en el mismo grupo.
Retornando a la pregunta del principio, no se y creo que nadie sabe exactamente al cien por cien cómo se tiene que sentir una persona que sufre un trastorno de estas características. Por lo tanto, es muy difícil saber si realmente el retrato de los enfermos mentales en las películas coincide con sus percepciones de la realidad. Por otro lado, con un trabajo enorme de recopilación de testimonios, se puede llegar a conseguir una aproximación a los sentimientos y sensaciones de estas personas.
Confío en que todas las películas que hablen sobre trastornos mentales sean lo más veraces posibles. Pues tienen un poder enorme en la sociedad, al fin y al cabo, están dando voz a un sector de la sociedad que desgraciadamente no tiene. Por ello, aprecio el trabajo realizado por los creadores cinematográficos al adentrarse en este tipo de temáticas y espero que cada vez sean más y mejores para que todos conozcamos un poco mejor a las personas que luchan día a día contra su cabeza. El cine y las enfermedades mentales seguro que nos seguirán deparando todos los años películas interesantes de ver.
Que interesante página.