Yolande Zauberman: «Con el cine mi cámara es mi voz»

Yolande Zauberman es un cineasta francesa que regresa a la gran pantalla después de una ausencia de siete años tras haber estrenado en 2011 el documental ‘Would you have sex with an Arab?’. Sus películas han sido proyectadas en festivales como Berlín, Cannes y Venecia. Su más reciente producción, ‘M‘, tuvo su estreno mundial en el Festival de Locarno de 2018 y acaba de ganar el Cesar de la academia francesa de cine al mejor documental.
Debutó como directora en 1990 con el largometraje documental ‘Caste criminelle’, dándose a conocer en la sección Perspectivas del Cine Francés en Cannes. Para 1993 volvió a la Croisette presentando, en la Quincena de Realizadores, su primer largometraje de ficción, ‘Ivan & Abraham’. Su interés por retratar la cotidianidad, así como el de mostrar las relaciones interpersonales a través de elementos como la religión y el amor, le han dado un bagaje más profundo a sus historias.
En el caso de ‘M’, Menahem Lang nos abre la puerta secreta de su ciudad natal, Bneï Brak, “la ciudad de los hombres de negro”, la capital mundial de los judíos ultraortodoxos. Es volver al lugar del crimen, pues en esta ciudad abusaron de él durante toda su infancia. Es también volver a un lugar que amó enormemente, un camino iniciático sembrado de encuentros inesperados, ritos olvidados… una reconciliación.
En una entrevista concedida a Macguffin007, la directora y guionista francesa Yolande Zauberman, con motivo de la presentación en Madrid de su documental ‘M’, ha compartido con nosotros detalles de su último trabajo.
• ¿Por qué contar esta historia?
Hace unos años conocí a Menahem y su historia me capturó, aunque al inicio estaba reacia de hacerlo, me di cuenta que era algo que tenía que contar. Cuando hablé con él y me relató lo que había vivido, pensamos en la posibilidad de hacer el documental, sin embargo también estaba el miedo de Menahem de escarbar en sus heridas y de afrontar este tema con el que había sufrido varias amenazas por un vídeo que había realizado, hace algunos años, sobre uno de sus violadores. Pero, tras unas semanas, me volvió a contactar y me dijo que lo hiciéramos.
• ¿Que buscas mostrar con el documental?
Cuando empecé a hacerlo, sentí que el documental tenía que ir más allá de Menahem, tenía que ser universal, tenía que ser una película que permitiera entender cómo ocurren este tipo de situaciones en el mundo y cómo se sobrevive a ellas. Fue a través de la historia de Menahem que se abrieron las puertas a otro mundo, a otra ciudad y fue en este proceso que nos dimos cuenta que, entre más escarbábamos, más y más personas se iban uniendo a contar esta realidad que ocurre en el día a día, y de la que poco se habla. Así que mientras Menahem me abrió las puertas de su ciudad, lo convertimos en un mensaje a través de esta película.
«Fue un proceso extenuante y con muchos sentimientos a flor de piel». Yolande Zauberman.
• ¿Cómo fue el proceso de investigación y rodaje?
Acompañé a Menahem en la vuelta a su ciudad tras diez años de haberse marchado, visitamos las calles en las que caminaba, su barrio y familia. Tuvimos cinco sesiones de rodaje, cuatro pequeñas y una grande que se llevó a cabo durante todo un año aproximadamente; esto se evidencia mejor en la historia de uno de los hombres que entrevistamos. Al inicio, nos contó sobre su boda y sus creencias sobre el matrimonio y la relación entre hombres y mujeres, el rodaje marcó su compromiso, boda y su posterior divorcio.

• ¿Cuál consideras que fue la escena más difícil de rodar? ¿Qué ocurrió cuando Menahem habla con sus padres?
La relación de Menahem con sus padres es complicada a diferencia de la relación con sus otros hermanos. Él sentía que no lo habían respaldado cuando vivió sus abusos, sin embargo, hablar con ellos le permitió entender otra parte de su historia familiar. Logró hacer una catarsis ya que este enfrentamiento le ayudó a expulsar sus pensamientos y sentimientos para liberarse de la carga que tenía para mejorar su relación con ellos.
«La gente se ha mostrado transparente y honesta en mis documentales dejando ver la verdad en ellos mismos». Yolande Zauberman.
• M utiliza ideas similares a tu documental anterior. Además del uso de la noche, se enfoca en la conducta humana y la relación con el amor, la religión, el sexo.
Me gusta mucho la noche. Esta se ha vuelto un elemento recurrente en mis producciones, sobretodo en esta trilogía que estoy haciendo sobre Israel. Empecé con ‘Would you have sex with an arab?’, luego ‘M’ y me encuentro preparando la tercera entrega.
Con el primer documental me vino esta pregunta a la cabeza, ya que al escribir el guion sentí que había una ruptura entre judíos y árabes. Aunque parezca una pregunta superficial, no lo es, ya que la religión tiene tanto peso en la cultura que a veces para ser capaz de desear a alguien solo basta con ver a la persona y dejarte sentir, así que el problema radica en eso, la gente no se ve a sí misma sino que se catalogan. En Israel una persona por cada cinco es árabe, el 20% de la comunidad lo son, al contarles esto, muchos me llamaban mentirosa ya que no conocían esta cifra, no obstante, este documental me permitió hacer un mapa del país y de esta sociedad para ver cómo es la interacción entre ellos.
De esta forma, lo que considero que tiene en relación estas dos películas son la noche y la búsqueda de la verdad, la gente se ha abierto tanto en mis documentales y se han mostrado transparentes y honestos, dejando ver la verdad en ellos mismos.
• ¿Por qué tardaste siete años en volver a la pantalla grande?
Tras mi última película me involucré en otras artes en medio, hice un libro y algunas instalaciones. Luego de ‘Would you have sex with an arab?’ estuve escribiendo un guion que quería rodar, pero, para ese entonces conocí a Menahem y tome la decisión de hacer esta historia. Y bueno, ya me dediqué de lleno a ‘M’, a su distribución, trayectoria por festivales y promoción. Ahora voy a retomar la historia que estaba realizando y finalizar mi trilogía.
• ¿Hoy en día, consideras que es fácil ser una directora mujer?
Estamos viviendo en el mejor momento posible, estamos en Europa, estamos haciendo valer nuestros derechos y nuestros ideales. Es muy diferente si miras de cerca otras regiones donde la mujer no tiene derecho a moverse, trabajar ni valer sus derechos. Pienso en ellas y me siento muy afortunada de estar en donde estoy y poder hacer mi arte, donde tengo la oportunidad de que mi cámara sea mi voz.