
Matar. Un término que solo con pronunciarlo hace que tiemble cada parte del cuerpo. Hacer que algo deje de estar presente, según la definición de la RAE. Además de compartir esta palabra en sus títulos, dos películas del cine latinoamericano reciente, como la chilena ‘Matar a un hombre‘ (2014) de Alejandro Fernández y la colombiana ‘Matar a Jesús‘ (2017) de Laura Mora, exponen un tema que está fuertemente arraigado a la cultura latinoamericana.
La violencia, la ineficiencia del sistema judicial, la falta de protección y la injusticia son asuntos que tienen en común estas dos historias; ya sea en Chile o en Colombia, el continente vive bajo estos estigmas que afectan a la sociedad y que se vuelve necesario evidenciarlos.
Inspiradas en hechos reales, siendo en el caso de Alejandro Fernández una situación de su país como en el de Laura Mora por una experiencia personal, estas películas hacen una denuncia a la vez que resuelven la problemática a su manera, tomando la justicia por sus propias manos.
Los dos personajes principales, tanto Jorge como Paula respectivamente, logran hacer catarsis del dolor y sufrimiento que les causaron sus agresores tras decidir tomar acción por sí mismos, pero ¿con qué resultado? La violencia incita a la violencia y acá es donde se diferencian estas películas, donde el camino de los protagonistas toma un giro diferente.
Asimismo, se da otra perspectiva de los personajes, en el caso de ‘Matar a un hombre’ se muestra cómo el padre tiene otros matices que lo llevan a realizar sus acciones y en el caso de ‘Matar a Jesús’, se evidencia la realidad del sicario, donde hace que la protagonista se sienta en conflicto por quién es esa persona y lo que representa.
Haciendo referencia a este matiz, otro elemento que vale la pena destacar es el título de cada película. En la producción chilena no se le da un nombre al agresor, se habla de un sujeto, un hombre, enfocando la tensión en el personaje del padre. Mientras tanto, en la producción colombiana, se hace alusión a Jesús, el asesino, que a la vez de jugar con el doble sentido, también se humaniza al ponerle un nombre.
Además de convertirse en testamentos necesarios para mostrar la realidad que ocurre diariamente en Latinoamérica, tanto ‘Matar a un hombre‘ como ‘Matar a Jesús‘, ponen el foco en dos realizadores promesa del cine latinoamericano reciente, quienes, además de obtener múltiples reconocimientos en festivales como Sundance, San Sebastián, La Habana y en los premios Fénix, demuestran que no tienen miedo de alzar la voz y denunciar estas situaciones, por más dolorosas que sean.