Kaleidoscope, la película maldita de Hitchcock

40 años ya sin el maestro del suspense y sigue siendo intrigante imaginar el impacto que podría haber tenido ante los espectadores y la crítica ‘Kaleidoscope‘, la película más atrevida que el cineasta británico quiso rodar en 1967 y no le dejaron. Por aquel entonces, Hitchcock acababa de recibir un Oscar honorífico, el premio Irving G. Thalberg, y se acababa de publicar el famoso libro de entrevistas de François Truffaut. Sin embargo, sus dos últimos estrenos, ‘Marnie, la ladrona’ (1964) y sobre todo ‘Cortina rasgada’ (1966), fueron decepcionantes para la crítica y tampoco obtuvieron el éxito esperado en taquilla. Por primera vez en 45 años de carrera el cineasta británico tuvo que enfrentarse a la incomprensión mayoritaria y luchaba por reorientar su cine. Se sentía fuera de sintonía con los tiempos. El cine estaba cambiando y los gustos del público también, y él quería cambiar con ellos sin dejar de ser Hitchcock.
Por aquella época, Alfred Hitchcock sentía mucho interés por las corrientes cinematográficas más innovadoras en Europa y quiso ir más allá en su carrera después de ver ‘Blow Up‘ de Michelangelo Antonioni. Hitchcock propuso a los estudios Universal realizar ‘Kaleidoscope’, una impactante película con la que quería traspasar los límites de la violencia y el nudismo pero que fue considerada demasiado horripilante y sexualmente explícita para su época. ‘Kaleidoscope’ estaría inspirada en los asesinos en serie británicos, Neville Heath (un violador de 29 años que en 1946 asesinó y mutiló a dos mujeres) y John Haigh (conocido como el «asesino del baño de ácido»). Hitchcock llegó a rodar cuatro secuencias con el título provisional de ‘Frenzy’.
Años después, en 1998, el historiador norteamericano Dan Auiler localizó estas filmaciones con el nombre de ‘Kaleidoscope’. Las imágenes encontradas ofrecen 40 minutos de celuloide en color, sin sonorizar y sin montar, que corresponden a cuatro secuencias distintas filmadas en varias localizaciones de Nueva York entre el 14 y el 17 de julio de 1967. Se trata de un material inédito que marca un hito importante en la filmografía del maestro del suspense.
El impacto de Blow Up de Antonioni
Después de ver en 1966 el provocativo filme de Antonioni, Alfred Hitchcock sintió que necesitaba un proyecto que fuera más allá de lo que había hecho hasta entonces, donde se mostraran desnudos explícitos, escenas sangrientas, violencia y erotismo con inclinaciones homosexuales. Al británico le impresionó mucho el estilo de realización del autor de ‘Blow up’, y ese era el estilo que quería integrar dentro de su lenguaje cinematográfico para rodar ‘Kaleidoscope’. «¡Esos directores italianos están un siglo por delante de mí en lo que a técnica se refiere!. ¿Qué es lo que he estado haciendo yo durante todo este tiempo?», llegó a afirmar Hitch.

La historia estaría centrada en varias secuencias donde ocurrirían tres asesinatos: uno se realizaría en una cascada de agua, otro en un barco y el último en una fábrica. El guion incluía escenas de necrofilia y el uso de ácido para deshacerse de los cuerpos.
Aunque Hitchcock prometió que no costaría más de un millón de dólares, el estudio Universal dejó pasar el proyecto y el legendario director tuvo que guardar en un cajón casi una hora de metraje de prueba, con el que se sin duda se hubiera podido hacer una gran película. Su filme de 1972, ‘Frenesí‘ intentaría más tarde reciclar algunas de las ideas de la fallida ‘Kaleidoscope’.
Hitchcock escribió un borrador del guion
En 1964, Hitchcock le propuso al novelista Robert Bloch (autor de la novela original de ‘Psicosis‘) la posibilidad de escribir una historia a partir de dos libros, Portrait of a sadist y The trial of Neville George Clevely Heath (reconstrucción del proceso judicial que llevó a la horca a Neville Heath), pero el escritor declinó el ofrecimiento.
Entonces, Alfred Hitchcock le encargó a su viejo amigo Benn Levy escribir un guion a comienzos de 1967 sobre lo que era solamente una idea plasmada en tres folios. Su tratamiento comienza con el macabro comentario de que «la historia de Neville Heath es un regalo del cielo». Afirma que una de las secuencias de seducción «debería ser la escena más espeluznante jamás vista en la pantalla» y que la persecución de la policía debería verse «más desde el ángulo de los perseguidos que de los perseguidores». Pero Hitchcock fue más allá. Escribió su propio borrador del guion, la primera vez que lo hizo desde ‘El proceso Paradine’ (1947). Ese material se lo entregó a Howard Fast a final del verano y este escribió varias versiones del guion a partir de ahí.
Ambientada en Nueva York, esta versión de ‘Kaleidoscope’ (a veces conocido como ‘Kaleidoscope Frenzy’), reimagina a Heath como un guapo niño de mamá llamado Willie Cooper. Su manía homicida se desencadena por el agua, de ahí la ubicación de las tres escenas principales del guion: una cascada a la que lleva a un empleado de las Naciones Unidas; un barco de guerra oxidado en un astillero; y una refinería de petróleo en la que su objetivo es en realidad una detective de la policía que arriesga su vida para atraparlo. Citando el guion de Hitchcock: «La cámara llega al abdomen de la chica donde VEMOS los riachuelos de sangre.»

Y eso no fue todo. El personaje iba a tener revistas de culturismo escondidas en su habitación, para sugerir que era gay, y su madre lo iba a atrapar masturbándose. También iba a haber desnudez gráfica: alrededor de una hora de prueba se filmó en Nueva York, y gran parte de ella representaba modelos semidesnudas. Incluso Truffaut estaba preocupado. «Por supuesto, parece haber una insistencia en el sexo y la desnudez», dijo en una carta a Hitchcock después de leer el guion. Pero estaba dispuesto a darle al maestro el beneficio de la duda. «Sé que filmas esas escenas con un gran poder dramático, y nunca te fijas en detalles innecesarios.»
Buscando una nueva estética
Hitchcock fue mucho más lejos en el desarrollo de este guion de lo que fue nunca en la preparación de sus otros proyectos frustrados, tampoco iba a ser una típica película de estudio a la que nos tenía acostumbrados. Iba a experimentar con un reparto desconocido, cámaras en mano, luz natural y rodaje en exteriores – cualquier cosa para probar que todavía le quedaban muchas cosas que decir en el cine. A nivel formal buscaba un aspecto diferente. En su empeño por buscar una nueva estética encargó una serie de pruebas filmadas para estudiar el estilo expresivo que deseaba para la que hubiera sido su quincuagésima primera película.
Hitchcock tenía en mente hasta las emulsiones con las que quería rodar. La idea esencial era probar el rodaje con ambientes con muy poca luz y cada plano tenía distintos grados de luz natural. Hitchcock quería rehuir de la iluminación artificial de estudio para buscar una imagen más realista y menos estilizada.
También se planteó rodar con cámara en mano y usar planos secuencias. Quería un reparto desconocido, aunque David Hemmings, Robert Redford y Michael Caine fueron mencionados como posibles protagonistas, mientras que Hitchcock planificaba escenas en Central Park, el estadio Shea y un astillero de Hudson.

¿Hubiera sido Kaleidoscope la obra maestra de Hitchcock?
Desgraciadamente, los ejecutivos de Universal no compartían su entusiasmo. Alfred Hitchcock entró en una reunión de estudio con fotos, metraje y un detallado guion que incluía 450 posiciones específicas de cámara. Estaba «más adelantado en el desarrollo de este proyecto que cualquier otra producción no realizada», escribe Dan Auiler en su libro, Hitchcock Lost. Pero todo fue en vano porque en poco tiempo rechazaron su guion y le dijeron que no podían permitir que se filmara.
El cineasta británico rodó cuatro carretes, una hora más o menos de pruebas mudas, pero la Universal rechazó de plano el filme porque no creía que el público se entusiasmara con una película llena de sexo y asesinatos que tuviera como protagonista a un asesino en serie. Y la idea de que Hitchcock entregara una película que no tuviera ninguno de los elementos de Hitchcock que el público esperaba, perjudicaba la imagen pública del director, que se había convertido en una especie de franquicia en sí misma. Un riesgo que Universal no iba a asumir. Ademas los estudios decidieron retirar todas las copias del guion. «Le dijeron que sus películas eran conocidas por sus elegantes villanos, y que aquel era imposiblemente feo».
Hitchcock lloró de rabia y le irritó tener que abandonar el proyecto, pero algunos de sus conceptos de 1967 acabaron por abrirse camino en ‘Frenesí‘ de 1972, una película de un asesino en serie con un reparto no muy conocido, donde pudimos ver algunos desnudos y una escena de violación y asesinato muy recordada. Pero ‘Frenesí’, que se ambientó en Londres, era convencional comparado con lo que Hitchcock había previsto para ‘Kaleidoscope’, una película que ya forma parte de ese selecto grupo de películas que nunca vieron la luz. Un proyecto fallido pero intensamente trabajado. Quizás hubiera redefinido su cine con una visión más moderna.
¡No te lo perdonaremos jamás, MCA/Universal!