
La película británica de ciencia ficción ‘High Treason‘ imaginaba en 1929 a gente usando videollamadas en los años 40. Así de visionaria fue esta película muda dirigida por Maurice Elvey. Nadie de aquella época hubiera pensado que muchas de esas innovaciones técnicas tardarían muchos más años en hacerse realidad. Dependiendo de la versión que se vea, la película se sitúa en 1940 o 1950.
En ‘High Treason’ vemos a una pareja que trata de contrabandear alcohol entre los Estados Federados de Europa y los Estados Atlánticos. Un incidente de frontera pone en jaque el inestable equilibrio entre ambas superpotencias y en Londres, el Mayor Dean (Jameson Thomas) trata de descomprimir la escalada de tensiones entre Europa y América, culpando por la misma a desestabilizadores profesionales. ¿Se declarará la guerra letal o triunfará el sentimiento pacifista de las personas de buena voluntad que tratan de encausar la resolución no bélica del conflicto?
Para hacer las cosas aún más modernas, ‘High Treason‘ fue filmada en el momento exacto en que la industria cinematográfica británica se estaba convirtiendo al sonido, por lo que se estrenó tanto en versión muda como en versión sonora. Como propaganda pacifista, la película es poco convincente y tiene una resolución muy improbable. Mientras que la novela en la que se basa la película era sin duda sincera en su pacifismo, la película parece tener objetivos menos elevados.
Implementados con un presupuesto obviamente modesto, no dejan de resultar curiosos los elementos de ciencia ficción y futuristas de la película. Observamos innovaciones como la televisión, el videoteléfono televisivo donde la gente se comunica por un sistema de televisión en vez de por teléfono, lujosas duchas y secadoras de mano. Se puede viajar a Europa en un lujoso tren a través de un túnel del Canal de la Mancha. Hay máquinas voladoras. Y en el trabajo puedes unirte a las filas de oficinistas en lo que parece un prototipo de oficina sin papeles. También aparece un coche de los años 50 (parece un cohete sobre ruedas). Un club nocturno art déco no tiene músicos, pero una gran máquina simula la música. Y la Liga de la Paz tiene un marcador electrónico gigante que suma todo el dinero.
Si ven de prisa ‘High Treason’ encontrarán a Raymond Massey -quizás preparándose para ‘La vida futura‘, como un pacifista y Rene Ray -un escritor de ciencia ficción de los años 30 y 50- como un recluta que dice «La guerra es una cosa terrible» cuando ve el uniforme tan feo que tenía que llevar.