Intentar etiquetar a los directores y actores en un único género es un error que cometemos frecuentemente los cinéfilos en nuestra obsesión por categorizar todo lo que vemos. Es evidente que hay creadores que han dedicado la mayor parte de su carrera a un género concreto, ya sea porque es donde más cómodos se han sentido, o en muchos casos porque no lograban encontrar ofertas de los estudios una vez habían sido encasillados por crítica y público. Sin embargo, las inquietudes de la mente humana hacen casi imposible que alguien sea capaz de cerrarse en banda durante su proceso creativo a única temática, eliminando de la ecuación cualquier posibilidad de dar rienda suelta a sus ideas en otros ámbitos. Buena prueba de ello es ‘Música del corazón’, un enternecedor drama musical dirigido nada más y nada menos que por el maestro del terror Wes Craven, quien en sus entrevistas siempre recalcaba su interés por explorar los mundos que el cine le ofrecía más allá del terror. En el caso de Jordan Peele la situación podría decirse que ha ocurrido a la inversa, un joven comediante con un talento innato para la risa que de forma fulgurante se ha convertido en una de las grandes promesas del terror actual.

La carrera de Jordan Peele en la comedia comenzó en grupos cómicos como Boom Chicago y The Second City, donde rápidamente adquirió relevancia logrando granjearse el cariño del público. En 2003 llegaría su primera gran oportunidad televisiva con Mad TV, programa de sketches donde conocería a su inseparable compañero cómico Keegan-Michael Key. La inseparable pareja cómica formada por Peele y Keegan estrenaría en 2012 su icónico programa Key & Peele gracias a la cadena Comedy Central. Sus sketches comenzaron a viralizarse con rapidez y ellos pasaron a convertirse en dos de los cómicos más influyentes del panorama estadounidense. Su éxito los llevó en 2016 a protagonizar y producir ‘Keanu‘, adaptación al largometraje de su particular tono humorístico que cosechó una buena recepción entre la crítica y el público.

Keegan-Michael Key y Jordan Peele
Keegan-Michael Key y Jordan Peele en una escena de «Keanu» (2016).

Sin embargo, Jordan Peele parecía negarse a convertirse en uno de esos actores que quedan encasillados en el mundo de la comedia. Corría el mes de enero de 2017 cuando sorprendió a todos los asistentes al Festival de Sundance con ‘Déjame Salir‘, un rompedor debut en la dirección que supuso de forma casi inmediata un giro de 180 grados en su carrera.

Déjame salir, el inesperado y escalofriante debut de Jordan Peele

El éxito casi unánime cosechado entre la crítica se tradujo en un inesperado éxito comercial, convirtiéndose por méritos propios en uno de los eventos cinematográficos más relevantes de los últimos años. Más allá de su éxito monetario, la película logró despertar algo que el terror había perdido en los últimos años, su capacidad para generar conversación en una sociedad que cada día parecía encontrarse más polarizada, dando rienda suelta a tensiones raciales que el pueblo estadounidense llevaba años ocultando bajo la alfombra. El terror no había tenido miedo a lo largo de su dilatada historia a la hora de tocar la temática racial, sin embargo, la película de Jordan Peele llegó en el momento preciso. Movimientos como el de Black Lives Matters eran representativos de una gran parte de la sociedad que se había hartado de cargar con las desigualdades y los estigmas que no le correspondían, decidiendo de una vez por todas poner sobre la mesa los problemas que habían marcado a una inmensa parte del pueblo estadounidense desde la abolición de la esclavitud.

‘Déjame Salir’, además de ser una magnífica cinta de terror, no se avergonzaba de contar con una marcada crítica social como eje central de su trama. Los blancos se convertían de nuevo en unos esclavistas desalmados, mostrando que su empatía y amabilidad eran simples caretas bajo las que ocultar sus oscuras intenciones. Debutar en la dirección con una película de estas características podría haber provocado que parte del público desatase todo su odio y frustración contra Jordan Peele, sin embargo, su guion era lo suficientemente ingenioso como para complacer a la inmensa mayoría de espectadores que se aproximaran a la película con una mentalidad abierta.

Déjame salir (2017), dirigida por Jordan Peele
Jordan Peele con el actor Daniel Kaluuya durante el rodaje de «Déjame salir» (2017).

Tras crear un tsunami en la industria, el futuro de Peele era todo lo brillante que él mismo pudiera imaginar. Demostrando una vez más un profundo conocimiento de la industria y una sana ambición, Peele decidió compaginar el desarrollo de su segundo largometraje con su labor como productor en proyectos tan interesantes sobre el papel como el nuevo reboot televisivo de ‘The Twilight Zone’, la serie de Amazon ‘Hunters’ o el maravilloso corto animado ‘Hair Love‘.

Pese a no parar de trabajar en distintos proyectos, tardó menos de dos años en estrenar su esperado segundo largometraje. ‘Nosotros‘ (Us) logró un menor consenso entre la crítica y el público, sin embargo, nos confirmó que Jordan Peele tenía clara su intención de poner el foco las tensiones raciales. Con una metáfora mucho más sutil, Peele convertía a una familia de color en la en apariencia perfecta familia americana, un papel que aún hoy en día parecía reservado para los actores blancos. Sin perder su ingenio narrativo construía de nuevo una interesante película de género con un rico subtexto que estaba ahí para todos los espectadores que quisieran reflexionar.

Una de las grandes promesas del terror actual

Este fulgurante ascenso convirtió a Jordan Peele en una de las grandes esperanzas del terror, tanto en su labor de director como en su faceta de productor. Ha logrado formar junto a Ari Aster y Robert Eggers un club de directores que, a pesar de solo contar con dos largometrajes a sus espaldas, se han granjeado una confianza y respeto casi unánimes entre los aficionados al género. Como ya hemos dicho con anterioridad, el futuro de Peeele es tan brillante como él mismo quiera, pero lo que nos queda claro repasando su trayectoria es que ha logrado convertirse en uno de los hombres de color más influyentes en la complicada industria hollywoodiense.

Y para finalizar y ponernos los dientes largos no debemos olvidarnos de que su nombre está asociado como productor a cosas tan prometedoras como la serie de HBO ‘Lovecraft Country’ o la nueva entrega de ‘Candyman‘, dos productos que además de tener una pinta impresionante, prometen volver a tener como principal eje narrativo los problemas raciales.

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