
No solo con motivo de la celebración del Orgullo Gay, siempre hay muchas razones para acercarse al cine LGTBI. Películas que representan la diversidad sexual en el cine a través de diferentes géneros, con argumentos como la reivindicación, la incomunicación, la identidad sexual, pero también el drama del sida, la prostitución masculina o la represión sexual. Temas que abordan las siete películas que hemos seleccionado, en las que se deja ver el talento y la extraordinaria mirada de sus cineastas. Un ejemplo del buen cine LGTBI que pudimos ver en las dos últimas ediciones de la Mostra Fire de Barcelona. Algunos títulos están disponibles en plataformas digitales. Otros, seguro que los podréis rescatar en algún certamen próximamente.
The Feels (Jenée LaMarque, 2017) – USA
Un grupo de treintañeras reunidas en una casa para celebrar una despedida de soltera. Ese es el punto de partida de este acertado mumblecore en clave lésbica, que hace parlotear sin tapujos a sus protagonistas sobre sus relaciones, sus inquietudes afectivas, sexuales y vitales. La inesperada confesión íntima de una de las protagonistas es la excusa perfecta para abrir el debate sobre las pequeñas frustraciones cotidianas y la absurda presión social que incita a enfocar las relaciones de un modo concreto.
La película se disfruta gracias a unos diálogos ágiles, divertidos y creíbles puestos en boca de un grupo de actrices que interpretan con naturalidad a unos personajes que en todo momento resultan cercanos y creíbles. Su mayor logro, no obstante, es su certera apuesta por romper con la línea marcada y disfrutar la sexualidad sin ceñirse a estereotipos o expectativas impuestas desde fuera, que solo generan frustraciones absurdas.
They (Anahita Ghazvinizadeh, 2017) – Qatar
Un adolescente diagnosticado con desorden de identidad de género, es retratado en ‘They’ en plena ebullición hormonal, dentro de un entorno rural que le brinda oportunidades de aprendizaje y experiencias que le invitan a cuestionar su identidad sexual. La ausencia temporal de los padres es clave en el relato para emprender este viaje iniciático alejado de los estereotipos a los que muchas familias tratan -de forma más o menos consciente- de amoldar a sus miembros.
La película de la cineasta iraní Anahita Ghazviniazadeh plantea una propuesta sumamente interesante pero se excede en un lirismo audiovisual innecesario, e imprime un ritmo excesivamente parsimonioso a un relato que se distrae en digresiones identitarias de otra índole, que no casan con el discurso sobre la intersexualidad en la preadolescencia que centra la historia. Además, la sutileza de su mensaje no casa con lo artificioso de su puesta en escena. Aun así, merece que la incluyamos en esta lista de cine LGTBI reciente. Merece la pena verla.
1985 (Yen Tan, 2018) – USA
Rodada en melancólico blanco y negro y estrenada en el SXSW de Austin (Texas), esta sensible película del director Yen Tan explora la temática del VIH en los años ochenta, a través de una historia de regreso al hogar familiar de un joven que oculta a sus padres su condición y su enfermedad.
La historia está narrada en un tono intimista, lo que no impide que la película sea elocuente a la hora de abordar la incomprensión social, en una época y en un territorio concreto, hacia la comunidad LGTBI. Es también muy certera al plasmar el miedo y desamparo de aquellas personas que sufrieron los estragos del sida en una época en la que resultaba letal. Excelente trabajo interpretativo de Cory Michael Smith, secundado por Virginia Madsen y Michael Chiklis.
Un rubio (Marco Berger, 2019) – Argentina
El cineasta argentino Marco Berger se mantiene fiel a su estilo en su nueva obra ‘Un rubio‘. Como en sus anteriores ‘Taekwondo’, ‘Hawaii’ o ‘Ausente’, Berger juega habilidosamente con la ambigüedad de sus personajes y cocina a fuego lento la atracción sexual entre ellos, en esta ocasión dos hombres que comparten piso y entre los que surge una tensión que trascenderá lo puramente lúdico de su primer y fortuito encuentro.
La película, buen ejemplo del cine LGTBI argentino, se recrea en sus imágenes en el magnetismo entre los cuerpos de los protagonistas, pero de esa carnalidad inicial surgirán unas emociones mucho más complejas, expresadas a menudo a través de silencios y en constante disputa con las verdades ocultas de sus personajes. Una obra de notable carga emocional, dirigida por Berger con pulso de cirujano, que se beneficia además de la labor de su magnífica pareja protagonista: Justo Calabria y Alfonso Barón.
Sauvage (Camille Vidal-Naquet, 2018) – Francia
Un ejemplo de buen cine LGTBI es ‘Sauvage‘, que vino generando elogios y cierta controversia desde su estreno en Cannes 2018. El debut en el largo de Camille Vidal-Naquet surge de un trabajo de investigación de tres años, en los que el cineasta convivió con los prostitutos del parisino Bois de Boulogne, que son los protagonistas de este intenso y premiado drama francés.
‘Sauvage’ es sencillamente el retrato de un joven prostituto, sus encuentros sexuales por dinero, su relación con otros profesionales del sexo y sus carencias afectivas. Poco hay de novedoso sobre el papel, pero el impacto surge del verismo con el que su desamparo es retratado en pantalla. Podría achacársele al director su renuncia a la denuncia explícita, pero la apuesta por una posición neutra permite al propio espectador reflexionar sobre las decisiones de sus criaturas sin un juicio previo.
Enigma (Ignacio Juricic Merillán, 2018) – Chile
El cine chileno lleva unos años contribuyendo al imparable auge del cine de autor latinoamericano, pese a contar con muchos menos recursos que otras cinematografías como la argentina. Más allá de los consolidados Larraín, Lelio o Guzmán, irrumpen en los festivales nombres de jóvenes cineastas como Maite Alberdi, Dominga Sotomayor o ahora Ignacio Juricic, que con ‘Enigma’ presenta una contundente opera prima tras su multipremiado corto ‘Locas perdidas’.
Se trata de un drama claustrofóbico que disecciona la sociedad chilena aproximando al espectador al drama de una madre de familia lidiando con las habladurías sobre la sexualidad de su hija, víctima de una muerte violenta años atrás, y cuyo caso es revisitado por un morboso programa televisivo de sucesos. La destreza del director con el plano secuencia y el trabajado simbolismo de sus encuadres hacen de ‘Enigma‘ una experiencia tan incómoda como reveladora.
Euforia (Valeria Golino, 2018) – Italia
Tras su prometedor debut en la dirección con ‘Miel’, la actriz Valeria Golino repite en la dirección con un emotivo drama familiar centrado en la compleja relación entre dos hermanos: Matteo, un exitoso empresario homosexual adicto a las fiestas y los excesos y su hermano Ettore, profesor en su pueblo natal y de vida más mundana. La repentina enfermedad de Ettore obligará a los hermanos a encajar sus personalidades para resolver juntos algunas cuentas familiares y personales pendientes.
Nominada el pasado año a ocho premios David Di Donatello (los Goya italianos), la película de Golino recuerda por momentos al cine de Nanni Moretti por su habilidad de aproximarse al drama humano con un punto de humor sardónico que hace los conflictos más digeribles para el espectador. La película, narrada con fluidez y con algunos destellos visuales sorprendentes (el plano final es precioso), se sostiene sobre los hombros de un sobresaliente Riccardo Scamarcio, que lidera un reparto impecable.