
‘Psicosis‘ (1960), dirigida por el cineasta británico Alfred Hitchcock, y basada en la novela de Robert Bloch desarrolla con una enorme soltura los mecanismos de la narración audiovisual. En esta película, el propio director tiene un control absoluto sobre su producción, llegando a controlar todos los elementos que conforman el filme.
Hitchcock maneja en ‘Psicosis’ el plano subjetivo con una soltura increible, este plano está ligado a una narración restringida, ya que a nivel de información sabemos lo mismo que el personaje en todo momento. Sirve para interpretar deseos y fotografiar pensamientos, es un medio útil para expresar sentimientos y llegar a fotografiar lo no material. La narración subjetiva provoca que el espectador participe de la acción, ya que estamos vinculados al destino de un personaje, ya que el espectador sabe lo mismo que el personaje.
Saliéndonos de Hitchcock, en películas como ‘La dama del lago‘ o ‘La senda tenebrosa’ por ejemplo, exploran también este tipo de narración. Alfred Hitchcock ya había desarrollado el punto de vista en ‘La ventana Indiscreta’ en 1954 con especial acierto, por lo que no es de extrañar su excelente dominio seis años más tarde en ‘Psicosis’.
El uso del plano subjetivo nos vincula con situaciones inmorales, como el robo del dinero, el espiar por un agujero a una chica en el baño …De esta manera y a modo de introspección nos hace ver que todos somos retorcidos, que podemos ser ladrones, pervertidos sexuales…y todo gracias al uso de un arma cinematográfica como es la del punto de vista desde el cuál nos quieren contar la historia.
El uso de este tipo de plano no nos deja indiferentes, es más vinculante y fomenta mucho más la tensión dramática. Aunque no llegáramos a identificarnos con las acciones del protagonista por la perversidad de las mismas, lo horrendo llega a ser si cabe más horrendo, porque no se produce ese distanciamiento entre el personaje y el espectador.
En cierto modo Marion va a morir por lo que se libera. Ella roba para vivir con su amante y en un cruce de caminos se encuentra con su opuesto, con el ser reprimido sexualmente, que utiliza el cuchillo como pene para penetrar a las chicas. El uso de metáforas relacionado con los espejos está presente en la primera parte de la película, desde el hotel, su propia casa, el cuarto de baño de la estación de servicio, el retrovisor del coche por el que se ve, e incluso la misma recepción del motel…
La doble personalidad se logra a través de la imagen, lo cual es importante para el conjunto de la obra. ‘Psicosis’ trata de la dualidad, las dobles personalidades, desde la de Marion, que tiene que esconder su personalidad porque está huyendo con un dinero robado, hasta el propio Norman, víctima de un desequilibrio mental que le ha disociado su cerebro.
La película, que cumple ahora 60 años, fue rodada con un equipo de televisión y con bajo presupuesto, alcanzando las más altas cimas de la producción cinematográfica de un maestro como Hitchcock. Sin duda se convierte en un referente para muchos cineastas posteriores que traten este género. Aunque en mi opinión, ‘Psicosis’ termina con la muerte de Marion porque el resto se diluye en una mera investigación y en la introducción de unos personajes que no enriquecen a la obra.
La experimentación que en su momento planteó Hitchcock seguirá siempre vigente, porque los temas que trató serán siempre universales e intrínsecos al género humano. Parafraseando las palabras de Donald Spoto en la biografía que escribió sobre Hitchcock, «él no fue más que un depositario de las miserias humanas», y sin duda así fue y así va a quedar reflejado en palabras mayúsculas dentro de la historia del cine.