Esta 3ª edición de INDIE & DOC Fest Cine Coreano ha invitado al público español experimentar, desde sus casas, nuevas corrientes del cine y la cultura coreana desde la perspectiva de directoras coreanas. Todas ellas reflejan las inquietudes y preocupaciones de sus personajes, principalmente femeninos, dentro de una sociedad y de un pasado que las oprime de manera honesta, estrechamente ligados a una opresión machista o patriarcal propia de los contextos sociales en los que se establece la trama.

Estos son los seis largometrajes que hemos visto en esta tercera edición.

Our body  (Corea del Sur). Dir. Han Ka-ram

‘Our Body’ cuenta la historia de Ja-young , una mujer de 31 años que lleva mucho tiempo estudiando para las oposiciones y se ha cansado del proceso. Está desencantada con su vida y siente que, a su edad, está perdiendo oportunidades de asentarse y crecer en una empresa porque gente más joven consigue trabajo con mayor facilidad. Un día, Ja-Young se cruza con una chica que hace footing, y este hecho la anima a empezar a correr y tomar las riendas de su vida.

La película triunfa a la hora de perfilar a la protagonista no solo a través de sus actos sino también de los personajes en torno a ella. Las conversaciones que tiene con su madre y compañeros de trabajo nos informan de su personalidad y actitud, y creo que es fácil entender por qué se siente de esa manera y toma las decisiones que desencadenarán los acontecimientos de la segunda mitad de filme.  Moon Choi realiza una interpretación muy medida que requiere de mucha interiorización a la hora de expresar emociones específicas. Choi proyecta esa pesadumbre y resignación inicial de maravilla, y la transformación que va sufriendo el personaje de manera gradual está realizada de forma coherente.

Por otra parte, me parece necesario destacar la labor de la cineasta Han Ka-ram, la cual dirige con buen pulso dramático y demuestra un sobrado talento a pesar de estar ante su debut en la dirección de largometrajes. Creo que Ka-ram comunica perfectamente el mensaje de la película sin necesidad de subrayarlo de maneras obvias y torpes. Se trata de una historia personal en la que se habla sobre el rol de la mujer en la sociedad, la forma de verse a ojos de otras personas, y cómo el apartado físico acaba ensombrenciendo al emocional y psicológico debido a una sociedad en la que la imagen es esencial y su adecuada proyección parece convertirse en una necesidad. Creo que ‘Our Body’ es una ópera primera más que correcta y veo mucho potencial en esta cineasta de 35 años que acaba de empezar. Espero que no pase desapercibida y nos regale otro proyecto muy pronto.

A Boy and Sungreen (Corea del Sur). Dir. Ahn Ju-young

Este filme tiene muchas similitudes con el cine indie norteamericano, sobre todo en materia de «coming of age» (historias sobre la adolescencia). ‘A Boy and Sungreen‘ nos habla de Bo Hee, un chico de 14 años que tiene una relación muy particular con su madre y especialmente con su mejor amiga, Nok Yang. Bo Hee no tiene padre y ha pasado gran parte de su vida sin estabilidad familiar. Su madre trabaja muchas horas en una peluquería y él ha tenido que aprender a cocinar y a pasar mucho tiempo solo, por lo que gran parte de su día a día está acompañado de Nok Yang. No obstante, una serie de revelaciones lo llevarán a una búsqueda de respuestas sobre su pasado y presente, no sólo para entender cómo ha llegado hasta aquí sino para aceptar quién es y sentar las bases de su identidad.

Antes que nada, quiero aplaudir la magnífica labor de Ahn Ju-young tras la cámara. La cineasta debuta en la dirección con una personalidad muy marcada y repleta de detalles que la vuelven identificable y especial. El filme circula por la comedia y el drama de una forma particular, y resulta especialmente destacable el poder de las imágenes en varios momentos del metraje. La fotografía posee unos tonos cálidos que aportan mucha vida al relato, sobre todo a la hora de utilizar el sol para resaltar siluetas o esconder rostros. La cámara es elegante en general, pero a ratos hay enérgicos travellings y movimientos de cámara que insuflan ritmo a la escena en cuestión. Es una película que va creciendo con el paso de los minutos y que cierra el conflicto de una forma absolutamente preciosa. El dúo protagonista realiza una labor fantástica y les auguro un futuro prometedor por delante, ya que resuelven escenas realmente complejas y duras con una facilidad pasmosa.

Si os gustan las películas indies norteamericanas sobre el descubrimiento personal y no estáis familiarizados con el cine surcoreano, esta película es una oportunidad estupenda de abrirse al cine de un país con una filmografía rica, diversa y envidiable.

Ghost Walk (Corea del Sur). Dir. Yu Eun-jeong 

‘Ghost Walk’ tenía todo para atraparme desde el inicio. Se trata de una historia de narrativa fragmentada con metáforas visuales, un tono contemplativo y una estructura poco habitual. Hay varios elementos que realmente poseen mucho potencial, y si os contara en qué consiste la película, seguramente llamaría vuestra atención. El problema reside en su ejecución torpe, desganada y falta de vida.

La película parece regodearse de forma grosera en la teórica poesía visual que quieren expresar sus imágenes, pero tropieza en un aspecto básico: la puesta en escena. La directora surcoreana parece construir planos en base a cómo se mueven sus personajes o lo que necesita que se vea en pantalla, en vez de mostrarnos imágenes que sumen a un todo y fluyan de forma orgánica. Hay personajes que reaccionan de forma ilógica a ciertos eventos, y en otras ocasiones se mueven con una parsimonia inusitada y totalmente fuera de lugar. Mientras veía el filme, en mi cabeza me imaginaba cómo la directora le había explicado a su reparto cómo debían moverse y actuar, y éstos lo hicieron de forma tan literal y mecanizada que matan por completo cualquier opción de sentir empatía hacia ellos.

Por otro lado, la película utiliza una estructura en la que asistimos a eventos ya pasados en orden inverso (similar a lo visto en ‘Memento’ de Christopher Nolan), pero en este caso, la manera de enlazar los saltos, así como la información que se va descubriendo gradualmente nunca es lo suficientemente potente ni está equilibrado de forma adecuada para que asistamos al desenlace con tensión y emoción. La frialdad de la historia traspasa la pantalla y al final acabas con una sensación de apatía y frustración que te acompaña durante los créditos finales.

No la considero un desastre absoluto ni mucho menos, sino una oportunidad perdida ya que la premisa y su estructura tenían mucho potencial, pero queda lastrada por un desapego temático y una falta de garra a nivel emocional.

Way Back Home (Corea del Sur). Dir. Park Sun-joo

‘Way Back Home’ ha sido mi película favorita del INDIE & DOC Fest Cine Coreano, y con mucha diferencia. Una historia sobre traumas pasados y la incapacidad de avanzar y evolucionar sin cerrar capítulos anteriores. PARK Sun-joo demuestra una maestría asombrosa a la hora de lidiar con sentimientos y procesos mentales complejos que no pueden resolverse de manera sencilla. Domina el tono de su historia con una sensibilidad exquisita, y sabe en todo momento qué necesita cada personaje y cómo proporcionarle las herramientas necesarias para que sea tangible, real. Cada escena sirve un propósito y siempre nos informa sobre el estado actual de la protagonista. A pesar de que hay diálogos muy potentes, esta película cuenta historias a través de simples miradas y gestos. Cuando una película es capaz de transmitir una gran cantidad de información de manera sencilla y sin diálogos de por medio, me desarma por completo. Los personajes están sintiendo multitud de emociones, pero cuentan mucho más por lo que callan que por lo que verbalizan, y ahí reside el gran triunfo de esta película.

Hasta Siempre, Hijo Mío‘ fue mi película favorita del pasado 2019, y me vino a la mente en alguna ocasión durante el visionado de ‘Way Back Home’. Son filmes totalmente distintos, pero comparten similitudes a la hora de profundizar en las emociones de sus personajes. Hay planos hermosos de situaciones aparentemente mundanas que, por otra parte, se pueden extrapolar al núcleo temático del filme. Y una de las cosas que más agradezco de la película es su mimo por cada personaje. Los secundarios tiene una importancia vital en la trama y siempre suman al conflicto principal. No hay subtramas que desvíen nuestra atención, sino un entramado narrativo que se retroalimenta constantemente, regalándonos una historia dolorosa y bella como pocas. Si os gustan los dramas reflexivos que te sacuden desde el minimalismo y la sencillez, no os perdáis esta sobresaliente película.

The Pregnant Tree and the Goblin (Corea del Sur). Dir. Kim Dong-ryung, Park Kyoung-tae

Seré sincero: esta película no es para mí. Cada cinéfilo es la suma de todas sus experiencias (cinematográficas y vitales), y reconozco que hay un tipo de cine que nunca ha terminado de conquistarme. Cuando una película tira de realismo mágico, alucinaciones o ensoñaciones para vertebrar su historia, mi receptividad se reduce. Es lo que ha ocurrido con ‘The Pregnant Tree and the Goblin‘, uno de los documentales programados en esta tercera edición del INDIE & DOC Fest Cine Coreano.

Este documental con elementos de ficción tiene contexto sociopolítico, una historia central realmente dura sobre una mujer que ha tenido una vida llena de decepciones y un apartado más espiritual/sobrenatural que funciona como complemento del núcleo narrativo. Sin embargo, la segunda mitad del filme se apoya tanto en la citada parte espiritual, que diluye lo establecido con anterioridad y agota por acumulación.

El filme empieza bien. La voz en off acompaña a planos de larga duración que nos muestran la zona en la que se focalizará la historia,  y pone en contexto al espectador de manera simple y clara. La entrevista a Insun Park, protagonista de la historia, es realmente interesante a pesar de su incapacidad para recordar un pasado traumático y lleno de cicatrices que aún no han sanado. Resulta estimulante aprender sobre la realidad social no sólo de un individuo, sino de una comunidad entera, y en este caso no solo atrae nuestra atención por lo escabroso de todo lo ocurrido, sino porque parecen sentarse las bases de un análisis posterior más profundo.

Sin embargo, la película decide entremezclar realidad y ficción, tirar de metáforas a partir del uso de tres personajes que tienen un ‘look’ pintoresco, y alimentar su historia a partir de historias sobre fantasmas y almas perdidas. Llega a un punto tan sórdido, que realmente alcanzas la última media hora de su metraje desconcertado y exhausto. En mi caso particular, despojar al filme del elemento más «sobrenatural» eliminaría parte de su personalidad, pero volverla más convencional creo que la transformaría en un visionado mucho más satisfactorio y concentrado en lo que verdaderamente importa. La cineasta  surcoreana realiza una labor excepcional en la creación de la atmósfera del filme, y se nota su dominio en la puesta en escena, componiendo travellings laterales muy vistosos y un acabado visual notable (la fotografía destaca especialmente). No obstante, creo que la cinta se torpedea a ella misma al intentar conjugar dos elementos que no parecen encajar entre sí y que restan al todo, dejando una sensación de hastío e indiferencia. Una lástima.

A Corner Shop (Corea del Sur). Dir. Lee Suk-gyung 

Y la última película vista en esta edición del INDIE & DOC Fest Cine Coreano ha sido ‘A Corner Shop‘, que nos cuenta el día a día de una empresa de cátering y los jóvenes trabajadores que forman parte de ella. Los empleados de la empresa son chicos y chicas sin estudios superiores y que por este motivo han sido escogidos en esta familia. El objetivo de este negocio es proporcionar oportunidades a jóvenes que decidieron no seguir estudiando, y que se enfrentan a un futuro laboral complicado. Observamos cómo la empresa va creciendo gradualmente, y las complicaciones que surgen cuando los beneficios son insuficientes.

Lo más interesante de este documental son esos momentos más íntimos en los que hay reuniones y conversaciones entre las jefas del negocio y los trabajadores, ya que no solo se limitan a hablar del plano profesional, sino que hay un diálogo fluido en el que vamos conociendo poco a poco las personalidades de los trabajadores, cómo llegaron a ese trabajo y que planes futuros tienen, ya sea dentro o fuera de la empresa. Resulta estimulante ver a una jefa que se preocupa tanto por su negocio como por sus empleados, y resulta gratificante observar cómo va creciendo de forma gradual a nivel económico y humano.

Quizás el documental se queda a medias en algunos momentos cuando se focaliza demasiado en momentos puntuales en los que no está ocurriendo nada especial. Entiendo que la directora buscaba mostrarnos la realidad del día a día, pero no parece haber suficiente material con el que ahondar en el trabajo de manera más específica. Creo que es más interesante lo que cuenta que cómo lo cuenta. No obstante, me ha parecido un visionado entretenido e informativo, ya que siempre resulta estimulante aprender sobre realidades sociales que uno desconoce.

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