
Jesús Franco Manera, más conocido como Jess Franco, es el cineasta español por excelencia del popular subgénero cinematográfico de vampiros. Y es una de las principales figuras del cine de serie B tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Por todo esto, hoy vamos a hacer un breve repaso a algunas de sus mejores películas de culto, dentro de nuestra sección de mitomanía.
Los vampiros y los humanos: una fascinación que perdura hasta nuestros días
Mucho ha llovido desde que ‘Nosferatu’ abriese la veda cinematográfica en la temática vampiresca. Pero una cosa está clara, la fascinación por los vampiros no ha hecho más que crecer. Su presencia es patente en amplios sectores del entretenimiento. Desde tragaperras como Immortal Romance, que nos ofrece una tenebrosa historia mientras hacemos girar sus carretes de estética gótica, hasta la nueva adaptación de ‘Drácula’ en Netflix, sin olvidarnos de clásicos de los videojuegos de vampiros como la extensa saga Castlevania, repleta de obras maestras. ¡Hasta han surgido comercios online especializados en merchandising de esta temática! Como puedes ver, la fiebre por los vampiros sigue más activa que nunca. Y el motivo de este furor se debe a que desde siempre los vampiros han despertado el miedo y la curiosidad de los humanos. Nos sorprende su naturaleza taciturna, su aspecto terrorífico, su ausencia de miedo y, en definitiva, su arquetipo maléfico.
Jess Franco, el maestro español del género, nos ha legado una filmografía que abarca varias décadas
Si bien los clásicos más conocidos de Jess Franco se rodaron en la época del tardofranquismo, su obra se extiende hasta 2012. Hablamos de una obra prolífica, desigual en cuanto a éxitos. Si en un subgénero del terror brilló especialmente la dirección de Franco fue en el de los vampiros. A continuación, recogemos tres de sus principales películas de culto. ¿Las conocías?
El Conde Drácula (1970)
Estamos ante una de las películas más conocidas de Jess Franco, aunque en clave de cine B, como no podría ser de otra manera. Uno no debe analizar esta cinta de culto en clave del depurado Drácula de Bela Lugosi, ya que son obras diferentes. Y es que la producción tuvo un presupuesto muy reducido que, por otra parte, contribuye a dejar entrever mejor la destreza y las cualidades del director. A nivel argumental, Franco sorprende con una interpretación sumamente fiel de la novela. En cuanto a la actuación, cabe destacar una curiosidad que se puede percibir si uno presta especial atención a la película: las escenas de Drácula (Christoper Lee, el actor del Conde Drácula más conocido de todos los tiempos) y de su archienemigo Van Helsing (Herbert Lom, conocido por su participación en ‘La pantera rosa’) se rodaron sin que sus respectivos actores llegaran a cruzarse.
Las Vampiras (1971)
Apenas un año después del estreno de ‘El Conde Drácula’, se estrenaba ‘Las vampiras’. Conocida también por su título original ‘Vampyros Lesbos’, uno ya puede imaginarse por dónde van los tiros a nivel de trama argumental. Trajo de cabeza a los censores franquistas, por su contenido de dos rombos mezclado con puro terror. Destaca la participación estelar de Soledad Miranda, musa del director que terminaría sus días de manera trágica y repentina el año en el que se estrenaban ocho películas en las que participaba.
Killer Barbys (1996)
De los años 70 saltamos a finales de siglo con ‘Killer Barbys’, una de las obras de culto más recientes de Jess Franco. Se trata de una disparatada cinta que cuenta las peripecias vampíricas de un grupo punk, con la actuación de un joven Santiago Segura. Su presupuesto fue, como era costumbre en los trabajos de Franco, muy reducido. Ahora bien, ello no impidió que la cinta, mezcla de gore, musical y terror (cóctel bien curioso) gozase de una taquilla bastante aceptable para un filme de este tipo.
En definitivas cuentas, Jess Franco es el maestro español de las películas españolas de un subgénero que podríamos denominar vampire trash. Películas como ‘El Conde Drácula’, ‘Las Vampiras’ o ‘Killer Barbys’ así lo avalan. De personalidad fuerte y sin pelos en la lengua, nos encontramos ante uno de los directores de cine más particulares que nos ha regalado el cine español. ¿Has visto alguna de sus películas? ¿Cuál es tu favorita?