Por todas partes estaba la palabra Parásitos tras la victoria absoluta de esta película de Bong Joon-ho en la pasada edición de los Óscars. Después de este hecho extraordinario, el cine coreano es ahora más popular que nunca. Antes de esto, desde hacía ya algún tiempo, el audiovisual surcoreano estaba en auge gracias a sus doramas o a la popularidad del kpop que arrastró a la gente a consumir más cultura del país.

Este cine ya había dado títulos muy sonados como ‘Oldboy‘ (Park Chan-wook, 2003), que provocó el entusiasmo de Tarantino, o ‘Burning‘ (Lee Chang-dong, 2018), que sonó para los Óscars 2018. Pero para los que quieran conocer el cine coreano más allá de estos títulos, la siguiente lista de películas procura dar nombres que representan esta cinematografía y sus características. Cabe decir que los títulos son prácticamente de los años 2000, cuando Corea del Sur empezó a producir más y a abrirse camino en el panorama cinematográfico mundial. Para conocer la base de la que parte el cine surcoreano y ser un experto, habrá que hablar de Historia.

Habría que remontarse a 1926 con el estreno de ‘Arirang’ (Na Woon-gyu). Antes, todo el cine del país era japonés (Japón había ocupado Corea en 1910). Durante muchos años, los títulos estrenados eran mínimos. Durante la década de los 50, con Corea dividida, el cine surcoreano estrenaba películas que reflejaban el sentimiento nacional, como ‘Hurrah for freedom’ (Choi In-kyu, 1956). En esta época aparecen las primeras directoras de cine como Park Nam-ok o Hong Eun-woo, aunque las mujeres tendrán muy poca presencia en este arte. Durante los años 60, la “época dorada”, y los años 70, la “década oscura” (las dos ligadas al momento histórico que se estaba viviendo), se encuentran títulos importantes como ‘The Coachman’ (Kang Dae-jin, 1961) o ‘Heavenly Homeoming to the Stars’ (Lee Jang-ho, 1974). Las producciones nacionales eran mínimas, sobre todo en los años 80, con la entrada de Hollywood en el país. Aún así, hay alguna que otra película destacada, como ‘Chilsu and Mansu’ (Park Kwang-soo, 1988). En la década de los 90 se estrena el primer filme coreano en superar el millón de espectadores, ‘Sopyonje’ (Im Kwon-taek, 1993), y nace el Pusan (ahora Busan) International Film Festival. A partir del 2000 se puede hablar del nuevo cine surcoreano, con directores formados, influencias extranjeras y exploración de la técnica y el estilo de su propio cine nacional.

1. La criada (Kim Ki-young, 1960)

Películas imprescindibles para entender el cine coreano: La criada (1960)

Este melodrama clásico del cine coreano trata sobre un matrimonio burgués que, tras mucho trabajo, consigue el ascenso social esperado y se muda a una casa más grande. Por ello y por falta de tiempo para cuidar de su familia, la mujer insiste en contratar a una criada. El hombre, un profesor de piano, acepta la propuesta de una joven que necesita desesperadamente el dinero. En cuanto entra en la casa, la criada queda deslumbrada por el piano que hay ahí, convirtiendo ese objeto en el símbolo del ascenso social que quiere desesperadamente para ella. La maldad de los personajes es una constante independiente de la clase social pero, por supuesto, todos ellos quieren lo que no tiene el otro.

 ¿Por qué es imprescindible? 

Es este punto extremo y muchas veces incoherente lo que marca la identidad del cine coreano. ‘La criada‘ (‘Hanyo’) marcó el estilo general del país con la hibridación de géneros y saltos entre el drama, el terror o el suspense, el toque fantasioso, absurdo y retorcido, esa sensación de un cine excesivo, el hablar de un tema tan importante en su sociedad como es las diferencias entre clases, el uso de metáforas y símbolos con animales u objetos, el naturalismo a la hora de retratar una situación aparentemente normal o el toque de humor negro. Esta película se podría encumbrar como la esencia del cine coreano y el ejemplo de ello es que ha servido de guía para muchos directores surcoreanos actuales.

2. Obaltan (Yu Hyun-mok, 1961)

Obaltan (Yu Hyun-mok, 1961)

‘Obaltan’ es otro clásico del cine coreano, considerado por muchos la película surcoreana más importante de su historia. La película retrata la vida de una familia pobre que debe sobrevivir después de la guerra. Cada uno de ellos lidia con esa situación de maneras distintas pero todos ellos sufren porque el mundo parece condenarlos a una pobreza de la que son incapaces de salir a pesar de todos sus esfuerzos. Las tramas y las subtramas se entremezclan para llegar a todas las historias y ver cómo esa familia se va destruyendo poco a poco. Para ello, seguimos a la madre viuda que ha quedado traumatizada por los bombardeos de la guerra, a su hijo mayor que trabaja desesperadamente para sacar a la familia adelante y a su esposa embarazada incapaz de alimentar a su otra hija. También la historia del hermano mediano que luchó en la guerra y sufre sus consecuencias, la hermana que se ve obligada a prostituirse y al hermano pequeño que saca poco dinero vendiendo periódicos en la calle.

 ¿Por qué es imprescindible? 

Mientras que ‘La criada’ es más conocida internacionalmente gracias a la admiración de Scorsese por la cinta, ‘Obaltan’ se mantiene más en la sombra para el resto del mundo, pero no para los coreanos. Establece una base de hacer cine que se perpetúa hasta la actualidad, cómo explicar una historia dura y cruenta a través de antihéroes, el sometimiento de sus personajes a humillaciones, degradaciones y situaciones extremas que sacan lo peor de ellos, la falta de reparos a la hora de mostrar lo peor del ser humano o la manera de narrar entre ágil y pausada cuando la acción lo pide. Es una película dura, explícita y negativa, fiel a lo que quiere contar y a cómo lo quiere hacer, con ese tono tan existencialista típico del cine coreano.

3. My Sassy Girl (Kwak Jae-young, 2001)

Películas imprescindibles para entender el cine coreano: My Sassy Girl (2001)

Gyeon-woo es un chico soñador, patoso y tierno que le salva la vida a una chica que está tan borracha que casi cae a las vías del tren cuando uno se acerca a la estación. Tras cuidarla y dejarla durmiendo en un motel, vuelve a su rutina. Sin embargo, la chica se pone en contacto con él para saber qué pasó esa noche. Ella es todo lo contrario a él, tiene mal humor, es violenta, no se muerde la lengua en nada y su frase favorita es “¿quieres morir?” cuando no le gusta lo que dice o hace Gyeon-woo. Y, a pesar de ello, él se acerca a ella para saber qué le sucede para que ella tenga esta actitud frente al mundo. Pero esta historia de amor está llena de irregularidades, los problemas interiores de cada uno de ellos hace mella en su relación y en ese momento la película se transforma en otra muy distinta, una más reflexiva y existencialista.

 ¿Por qué es imprescindible? 

Marca una manera de hacer comedia romántica en el país que a día de hoy se encuentra presente. Hay que tener en cuenta que este género cinematográfico es muy popular entre los surcoreanos y tiene unas características fijas que quizás son más difíciles de digerir para un público internacional. ‘My Sassy Girl‘ es un muy buen ejercicio de comprensión de la cultura audiovisual del país gracias a su retrato social, ideales, costumbres e incluso morales. La película es natural, sin miedo a describir unos personajes a veces ridículos que viven momentos incómodos que acaban por despertar ternura y risas más que vergüenza ajena. Como toda película coreana, lo absurdo es un elemento común que la hace única. Y, quizás por eso, obtuvo innumerables remakes de varios países que intentaron conseguir el éxito de la fórmula original.

4. Oasis (Lee Chang-Dong, 2002)

Oasis (Lee Chang-Dong, 2002)

Jong-Du es un joven con una pequeña discapacidad psíquica que sale de la cárcel tras haber atropellado accidentalmente a un hombre. Al visitar a la familia de la víctima, conoce a Gong-ju, una chica con parálisis cerebral que vive encerrada en un pequeño apartamento, abandonada por sus “seres queridos”. Los dos son despreciados por sus respectivas familias y encuentran en el otro un oasis de paz y de amor, de sentimientos inocentes que les hace vivir una historia de amor atípica llena de dificultades y, a la vez, de esperanza por la pureza de ese sentimiento. Siguiendo la estela del cine coreano, ‘Oasis‘ es singular e incómoda por lo explícita que es, no decora la realidad y muestra las dificultades de Jong-Du y de Gong-ju de vivir sus vidas y su relación, la condena a la que la sociedad los sentencia y el pesimismo en el que se ven hundidos por ello.

 ¿Por qué es imprescindible? 

Presenta una realidad del país muy poco visible, llena de estigmas, tachada y ocultada como es el de las enfermedades psicológicas. Es una denuncia social tratada con tanta delicadeza que hizo que el público cayera rendido a sus pies. Con un deje fantástico, lleno de metáforas y ensoñaciones, la historia de amor de Jong-Du y Gong-ju tiene también esos elementos tan coreanos como el realismo más puro y duro, el retrato de dos antihéroes en una historia llena de situaciones raras y locas que habla de algo tan básico como es el amor. Y ya se sabe que este tema es uno de los favoritos de los surcoreanos.

5. Memories of murder (Bong Joon-ho, 2003)

Memories of murder (Bong Joon-ho, 2003)

Basada en hechos reales, la película se sitúa en los años 80 para seguir la investigación de un caso policíaco de un violador y asesino de chicas jóvenes. Dos policías totalmente distintos son obligados a unirse para descubrir al culpable: Park Doo-man, un policía local que no tiene ningún problema en inventar pruebas para acusar al que él cree que es el culpable, y Seo Tae-yoon, quien pide que lo trasladen de la ciudad al pueblo para resolver ese caso con unos métodos menos sucios y más efectistas. Sus dos maneras de trabajar y de entender el caso chocan, como chocan en el país las diferencias sociales entre los que son de pueblo y de ciudad. A medida que avanza el caso y aparecen más cadáveres, la sospecha de quién es el asesino y violador salta de un personaje a otro constantemente. Es el volumen de unos personajes tan bien creados que hace este juego entre culpables sea posible.

 ¿Por qué es imprescindible? 

Es una película muy importante dentro del género que más popularidad tiene internacionalmente dentro del cine coreano: el thriller y, más concretamente, el policíaco. Esto es porque tiene una serie de elementos del género tanto generales como locales y comerciales y autorales. Por ejemplo, de nuevo se encuentra la mezca de géneros, el humor negro punzante, el retrato efectista de la sociedad coreana, unos personajes muy lejos de ser los típicos héroes de película o situaciones absurdas que ridiculizan a los personajes . Sin ir más lejos, esta película se llevó la admiración de muchos directores de Hollywood y estableció un antes y un después en el reconocimiento internacional del cine surcoreano.

6. Oldboy (Park Chan-wook, 2003)

Películas imprescindibles para entender el cine coreano: Oldboy (2003)

Oh Dae-su es un hombre normal y corriente, con una mujer, una hija y un trabajo, al que le trastocan la vida para siempre cuando le secuestran en medio de la noche. Durante 15 años vive encerrado en una habitación donde siempre come las mismas gyozas y entrena reventándose los puños contra la pared para aprender a defenderse. Finalmente, sin más, es liberado con tan solo un teléfono móvil y unos días para descubrir quién lo encerró. Lo único que Oh Dae-su quiere es ejecutar la venganza que ha retroalimentado durante los últimos años. Pero pronto, al encontrarse con su secuestrador, un solitario hombre rico, la curiosidad de saber por qué fue secuestrado y, sobre todo, por qué fue liberado, es más importante que vengarse de él. ‘Oldboy‘ es un plan macabro y enredado lleno de recuerdos, secretos, moralidades destrozadas y acción que la encumbró a lo más alto del cine mundial.

 ¿Por qué es imprescindible? 

‘Oldboy’ fue la primera película coreana junto a ‘Memories of Murder’ en sonar internacionalmente, en dominar festivales de cine y en presentarle al mundo el thriller surcoreano. Se podría decir que es la primera en ser considerada una película de culto no solo por el público de su país. Su clave está en representar el nuevo cine coreano, el de la exploración entre el cine comercial y el independiente. Las características comentadas anteriormente también se encuentran en esta película pero quizás más exacerbadas: más violencia, más oscuridad, un protagonista más antihéroe que nunca, más humillaciones y ridiculez. Y, a pesar de tener unas características ya vistas en el cine coreano, quizás porque el género y el tema acompañan (al fin y al cabo, la película es un thriller de venganza), ‘Oldboy’ tuvo más visibilidad internacionalmente que cualquier otra película del país.

7. Hierro 3 (Kim Ki-duk, 2004)

Hierro 3 (Kim Ki-duk, 2004)

Tae-suk es un chico que se dedica a vivir de casa en casa, ocupando los hogares de familias que se marchan de vacaciones. A cambio de invadir su casa, les hace las tareas del hogar o contribuye de alguna manera en su mantenimiento, y se marcha cuando los dueños vuelven. Colándose en una casa que cree solitaria, conoce a Sun-hwa, una mujer encerrada ahí por su marido maltratador. La relación que se construye entre ellos los hace conocer el amor, lejos de la soledad que él siente y el sentimiento destructor que ella sufre por parte de su marido. Cuando el marido de Sun-hwa vuelve, ella ya tiene claro que quiere seguir a Tae-suk en ese estilo de vida fantasmal y así viven su peculiar historia de amor, sin tener un hogar y, a la vez, sin necesitarlo, y huyendo de un hombre que quiere recuperar la esclavitud de su mujer.

 ¿Por qué es imprescindible? 

Es una de las películas coreanas más importantes del género romántico, tiene las características universales de la historia de amor trágica entre hombre y mujer de clases sociales diferentes, ella atrapada en una relación destructiva y él viviendo su vida como un espíritu libre. Aún así, este lado más comercial se eclipsa con la manera en la que se trata el género. Es aquí donde se encuentra este sello tan personal del cine surcoreano, la hibridación de lo comercial y lo autoral. ‘Hierro 3‘ crea una historia de amor surrealista, llena de silencios, imágenes evocadoras, excesiva y calmada a partes iguales.

8. Princesa (Lee Su-jin, 2013)

Princesa (Lee Su-jin, 2013)

Han Gong-ju es una joven que se muda a un nuevo pueblo y, por lo tanto, a un nuevo instituto. Nadie sabe nada de su vida anterior, de hecho ni siquiera está viviendo con ningún familiar y se convierte en un auténtico misterio. Se nota que algo que le sucedió provocó que dejara su vida atrás. Poco a poco consigue adaptarse y entra a formar parte del grupo de canto, algo que la hace feliz. Pero a medida que hace amigos y su vida parece asentarse allí, el pasado vuelve para hundirla de nuevo. Envuelta en un aura de tristeza y oscuridad que nunca la abandona, Han Gong-ju tiene que soportar que el dolor de un trauma que le destrozó la vida no la deje seguir adelante y tener constantemente el miedo de que pueda volver a repetirse porque los culpables no son castigados.

 ¿Por qué es imprescindible? 

Denuncia un hecho oculto pero muy real de la sociedad coreana (y del mundo entero): la violación que millones de chicas han sufrido y han visto cómo la sociedad ocultaba, perdonaba y convertía en un tema tabú e insignificante. El retrato social, tanto en este tema como en el bullying escolar, es estremecedor, la dureza característica del cine coreano aparece para mostrar los hechos tal y como son. Quizás es la película con un estilo más diferente al resto pero sigue la estela de este cine más de denuncia, realismo, crueldad y oscuridad.

9. La doncella (Park Chan-wook, 2016)

Películas imprescindibles para entender el cine coreano: La doncella (2016)

Situada en 1930, Sookee es una chica pobre que deja su casa, con la que convive junto a otras muchas mujeres, para irse a trabajar a una mansión como criada. Allí conoce a Hideko, la sobrina y esposa de un extraño hombre que la desprecia y utiliza. Hideko se siente sola pero eso cambia con la llegada de Sookee. Además, la aparición de un conde japonés que quiere conquistarla parece cambiarle una vida monótona que había apagado toda su vitalidad. Sin embargo, todos los personajes esconden secretos y a medida que estos salen a la luz, la historia se enreda para convertirla en otra distinta. El amor y el interés son los grandes protagonistas de la película, todos los personajes se mueven por un interés puramente egoísta pero los sentimientos que despiertan entre Sookee y Hideko provocan que vivan un viaje de autodescubrimiento.

 ¿Por qué es imprescindible? 

La homosexualidad (y el colectivo LGTBIQ+ en general) está socialmente tachada en Corea del Sur, es ocultada y despreciada, y tiene muy poca presencia en el mundo audiovisual. Sin embargo, uno de los directores más populares del país (y del mundo tras su exitosa ‘Oldboy’) decidió hacer una película protagonizada por dos mujeres que vivían una historia de amor, incluyendo escenas explícitas que, más que morbosas o gratuitas, son elegantes y ayudan a retratar este sentimiento que las dos experimentan. Además de eso, la película, aún siendo fiel a un estilo surcoreano, consigue también un cine comercial que ayuda a darle más popularidad y visualización a la película.

10. Parásitos  (Bong Joon-ho, 2019)

Parásitos  (Bong Joon-ho, 2019)

Gi Woo es el hijo mayor de una familia de clase baja que sobrevive a base de doblar cajas para una pizzería. Eso los hace vivir en un cuchitril y andar por la casa en busca del wifi del vecino para poder robárselo. Pero cuando un amigo suyo le da el contacto para entrar a trabajar como profesor de inglés en una casa de ricos, Gi Woo empieza a colocar a toda su familia ahí dentro. Y de esa manera, su hermana pequeña se convierte en la profesora de dibujo del pequeño de la familia, su padre en el chófer y su madre en la criada. Pero todo se complica cuando la antigua criada descubre que todos ellos en realidad son de la misma familia y están estafando a los dueños de la casa. Por otro lado, la película también sigue a la familia de ricos, unos padres dispuestos a darles todo a sus hijos. Cada uno de ellos, tanto los de una clase como los de otra, tienen intereses propios que están dispuestos a proteger a cualquier precio.

 ¿Por qué es imprescindible? 

No puede haber una lista sobre películas para entender el cine coreano sin poner al mayor éxito de su historia. ‘Parásitos’ de Bong Joon-ho está en esta lista no solo por su éxito internacional, sino porque esa fama la ha conseguido aún siendo una película con marcada identidad coreana. Representa la esencia del cine surcoreano, reúne todas las características presentes en esta lista y teje un pequeño universo cautivador gracias a la hibridación de géneros, el humor negro en todo su esplendor, el tema de la diferencia entre clases, unos protagonistas totalmente antihéroes, el retrato social, las situaciones ridículas, ese deje de onirismo o incluso fantasía (como si el espectador se encontrara en un mundo imaginario), el salvajismo de los personajes y la absurdidad de las situaciones… Un largo etcétera de elementos que hicieron que el cine coreano fuera visto, admirado, estudiado y reconocido después de tantos años.

Aunque en esta lista se podrían encontrar más títulos, como la popular ‘Burning’ (Lee Chang-dong, 2018), ‘The Host’ (Bong Joon-ho, 2006), películas de Hong Sang-soo, Lee Man-hee o Im Kwon-taek, las que se encuentran en esta recopilación son ejemplos de impacto del cine surcoreano. Pueden ser una manera de estudiar un estilo muy marcado que hace aprender un poco de los elementos que lo caracterizan y ayuda a entender un país que cada vez tiene más influencia cultural.

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